Para las personas que pasan mucho tiempo de pie ya sea trabajando o por su día a día suelen aparecerle varices con el paso de los años. Las varices y piernas cansadas guardan una estrecha relación entre ellas. Y es que las piernas cansadas son síntomas muy frecuentes en personas que tienen varices.
En este artículo vamos a contarte cuáles la relación entre las varices y las piernas cansadas y cuáles son las formas de tratamiento más eficaces.
Qué son las varices
Lo primero de todo es conocer qué son las varices para entender su relación con las piernas cansadas. Las varices son una condición médica que afecta a las venas, que son los vasos sanguíneos encargados de transportar la sangre de vuelta al corazón desde diferentes partes del cuerpo. En condiciones normales, las venas tienen válvulas que permiten que la sangre fluya en una sola dirección, hacia arriba. Sin embargo, en el caso de las varices, estas válvulas no funcionan correctamente, lo que provoca que la sangre se acumule y se estanque en las venas, especialmente en las piernas.
Este estancamiento de la sangre causa una dilatación y ensanchamiento de las venas, lo que a menudo se observa como venas visiblemente abultadas y retorcidas en la superficie de la piel. Las varices suelen ser de color azul o morado, y pueden causar molestias como pesadez, dolor, hinchazón y sensación de ardor en las piernas.
Existen varios factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de las varices, como la predisposición genética, la edad, el género (las mujeres son más propensas que los hombres), el embarazo, la obesidad y la falta de actividad física. Además de ser un problema estético, las varices pueden causar complicaciones en algunos casos, como úlceras en la piel y trombosis venosa profunda.
El tratamiento de las varices depende de la gravedad de la condición y puede incluir cambios en el estilo de vida, como el aumento de la actividad física, el uso de medias de compresión, y en casos más severos, procedimientos médicos como la esclerosis, la ablación con láser o la cirugía para eliminar o cerrar las venas afectadas.
¿Están relacionadas las varices y las piernas cansadas?
Sí, las varices están relacionadas con la sensación de piernas cansadas. La razón detrás de esto se encuentra en el funcionamiento de las venas y el flujo sanguíneo en el cuerpo.
Cuando las válvulas de las venas en las piernas no funcionan adecuadamente, como sucede en las varices, la sangre tiene dificultades para retornar eficientemente hacia el corazón. Esto provoca una acumulación de sangre en las venas de las piernas, lo que, a su vez, puede aumentar la presión en las venas y los capilares cercanos. Como resultado, las piernas pueden sentirse pesadas, cansadas e incómodas.
La sensación de piernas cansadas suele ser más pronunciada después de largos períodos de estar de pie o sentado, ya que en estas situaciones la sangre tiende a acumularse más en las extremidades inferiores. Además, las personas con varices también pueden experimentar hinchazón y calambres en las piernas, lo que contribuye a esa sensación de fatiga.
Consejos para reducir las varices y las piernas cansadas
A continuación vamos a dar algunos consejos para reducir las varices y las piernas cansadas:
- No permanezcas de pie, quieto ni sentado durante largos períodos de tiempo: Intenta mover pies y piernas con frecuencia y girar los tobillos si tenemos que hacerlo por trabajo o en viajes largos en coche, avión o autobús. También es una buena idea levantarse del asiento y dar algunos pasos con frecuencia. Asimismo, es importante proteger tus piernas de golpes y rasguños.
- Levanta las piernas: Para las personas que se sientan frente a una computadora y trabajan, se recomienda un pedal. Y lo mejor es levantar las piernas unos 15 centímetros al dormir por la noche.
- Haz algunos ejercicios sencillos todos los días: Se ha demostrado que el ejercicio diario es eficaz para mejorar la circulación venosa.
- Dale un ligero masaje a tus piernas y tobillos: Estando acostados podemos masajear nuestras piernas desde los pies hasta los muslos.
- Las duchas son mejores que los baños: Podemos aumentar la circulación sanguínea tomando menos duchas calientes (hasta 38°) y duchas frías en las piernas. Por último, aplicamos agua fría en las pantorrillas en sentido ascendente para aliviar la pesadez.
- Evita ropa ajustada y ambientes muy calurosos: No se recomienda usar ropa demasiado ajustada ya que bloquea el retorno de las venas de las piernas al corazón. Además, se recomienda evitar todas las fuentes de calor (sauna, depilación con cera caliente, bronceado de piernas…), ya que estimulan la dilatación venosa y la aparición de varices.
- Atención dietética: Tanto el exceso de peso como el estreñimiento afectan la circulación, por lo que para prevenirlos seguir una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales es clave.
- El ejercicio es fundamental: Las mejores actividades para la circulación de las piernas son nadar o caminar. El baile, la gimnasia y el ciclismo también son buenas opciones para favorecer el retorno venoso.
- Cuidado con el tabaco y el alcohol: Además de comer bien y hacer algún tipo de ejercicio, debemos mantener hábitos saludables.
- Consulta con tu farmacéutico sobre la posibilidad de utilizar medias de compresión: Nuestro médico o farmacéutico nos puede orientar sobre este tipo de solución, que actúa manteniendo las paredes de las venas más juntas, facilitando que las válvulas cierren bien y permitan que la sangre suba correctamente.
Personas afectadas
Las varices y la sensación de pesadez y fatiga en las piernas son las quejas más típicas de la insuficiencia venosa crónica (IVC), y la prevalencia de esta patología en la población la convierte en un importante problema de salud: aproximadamente el 67% de los pacientes en atención primaria que reciben tratamiento para estos u otros síntomas.
Esta enfermedad es causada por la incapacidad de las venas de las extremidades inferiores para devolver las venas al corazón de manera eficiente. Las paredes de las venas tienen pequeñas válvulas que se abren y cierran, controlan la presión y el flujo de la sangre y, con la ayuda de los músculos, impulsan el flujo sanguíneo. Sin embargo, si las venas pierden su elasticidad y se deforman, estas válvulas no pueden cerrar correctamente y la sangre se acumula en las piernas bajo la influencia de la gravedad.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre las varices y las piernas cansadas.