Muchas personas sufren mala digestión a diario. A pesar de que pueden habituarse a sufrirlas, no es algo normal ni debe considerarse poco importante.
Descubrir la causa de una mala digestión es fundamental para evitar un problema mayor a largo plazo. También es necesario darse cuenta de que el dolor de estómago o el ardor después de todas las comidas no debe ser normalizado.
¿Qué es la mala digestión?
Los médicos saben que la salud del estómago es esencial para la salud general del cuerpo. El intestino juega un papel en todos los sistemas del cuerpo, desde el cerebro hasta el sistema inmunológico. Si el intestino no es saludable, pueden ocurrir muchos problemas físicos y mentales.
Son muchas las personas que sufren una mala digestión habitualmente. Entre las enfermedades más comunes pueden incluir indigestión, enfermedad por reflujo gastroesofágico y síndrome del intestino irritable. La indigestión es un signo común de problemas digestivos. Describe molestias en el abdomen y sensación de saciedad inmediatamente después de comenzar a comer. Puede ser un síntoma de numerosas preocupaciones. Todos pueden experimentar la indigestión de manera diferente. Los síntomas pueden aparecer ocasionalmente o incluso diariamente.
Hay muchos factores afectan la salud intestinal. Entre ellos se incluye la composición corporal, los antecedentes familiares y los antecedentes genéticos. Estas son cosas que no podemos controlar, pero hay factores en los que podemos influir, como la dieta y el estrés. Cuando el intestino está sano, rara vez encontraremos síntomas como estreñimiento, gases e hinchazón.
Síntomas
Hay muchas señales que podrían indicar que el sistema digestivo no es saludable. Algunas de ellas son:
- Malestar estomacal: los gases, el dolor, la hinchazón, la diarrea, el estreñimiento y la acidez estomacal pueden indicar que al sistema gastrointestinal le resulta difícil procesar los alimentos y deshacerse de los desechos.
- Antojos extremos de alimentos: las bacterias dañinas en el estómago pueden ser causadas por comer mucha azúcar. Grandes cantidades de azúcar, incluido el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, pueden causar inflamación en el cuerpo y aumentar el riesgo de otras enfermedades.
- Intolerancia alimentaria: la mala calidad bacteriana puede causar intolerancia alimentaria. La intolerancia alimentaria significa que le resulta difícil digerir ciertos alimentos. Puede provocar gases, hinchazón, náuseas, diarrea y dolor de estómago.
- Aumento o pérdida de peso como una montaña rusa: si el intestino está desequilibrado, puede ser difícil absorber nutrientes, regular el azúcar en la sangre y almacenar grasa. El aumento o la pérdida de peso podría ser una señal de que hay un crecimiento excesivo de bacterias o una pérdida de nutrientes.
Efectos secundarios
El sistema gastrointestinal no es el único sistema del cuerpo afectado por una mala digestión. Puede haber otros efectos secundarios que alertan de un problema intestinal y digestivo:
- Irritación de la piel: los problemas relacionados con el intestino pueden causar problemas en la piel como eccema, psoriasis y acné.
- Cambios de humor repetidos: la depresión y la ansiedad pueden ser causadas por problemas gastrointestinales e inflamación del sistema nervioso.
- Problemas autoinmunes: las bacterias en un intestino no saludable pueden desencadenar problemas autoinmunes como artritis reumatoide, esclerosis múltiple, problemas de tiroides y diabetes.
- Fatiga: La fatiga crónica puede ser causada por desequilibrios intestinales. Las investigaciones han demostrado que la mitad de las personas con fatiga tienen síndrome del intestino irritable.
- Migrañas: existe una conexión entre la salud intestinal y los dolores de cabeza. Esto es especialmente cierto si hay vómitos y náuseas con migrañas. Las personas con dolores de cabeza recurrentes también tienen problemas gastrointestinales.
- Problemas para dormir: el insomnio puede ser causado por una mala digestión. La mayor parte de la serotonina en el cuerpo se produce en el intestino. Esto afecta el sueño y el estado de ánimo. Cuando hay inflamación y bacterias dañinas en el intestino, puede influir negativamente en el sueño.
Remedios
Existen varias soluciones simples que pueden mejorar la salud intestinal:
- Disminuir los alimentos procesados y el azúcar: obtener los nutrientes de proteínas magras y alimentos de origen vegetal. Las dietas altas en fibra evitan una mala digestión.
- Beber mucha agua: mantenerse hidratado afecta la salud general del cuerpo. El agua ayuda con la mala digestión.
- Consumir probióticos: los probióticos ayudan a desarrollar buenas bacterias en el intestino. Podemos tomar vitaminas o comer fuentes de alimentos naturales con alto contenido de probióticos como kimchi, kéfir, yogur y kombucha.
- Evitar las intolerancias alimentarias: es posible que tengamos intolerancia a algunos alimentos si experimentamos náuseas, calambres o reflujo ácido con frecuencia después. Evitaremos los alimentos desencadenantes de la dieta por completo si podemos.
- Reducir la velocidad: comer despacio y masticar bien la comida. Esto ayudará a digerir los alimentos por completo y absorber todos los nutrientes.
- Hacer ejercicio regularmente: la actividad física ayuda a mejorar los microbios saludables en el cuerpo. Mantiene los movimientos intestinales regulares y previene enfermedades.
- Dormir lo suficiente: Dormir bien ayuda a equilibrar las hormonas. Debemos apuntar a 8 horas por noche.
- Reducir los niveles de estrés: las personas que experimentan estrés con frecuencia tienen más probabilidades de tener síndrome del intestino irritable. El manejo del estrés puede mejorar la salud intestinal.
- No fumar: el sistema digestivo se ve afectado negativamente por fumar. Puede causar acidez estomacal, problemas hepáticos, úlceras y cáncer.