Son muchos los que en estas fechas empiezan a buscar recetas proteicas de cara a empezar una dieta baja en hidratos de carbono. Quizá las comidas y las cenas son más fáciles de pensar, ¿pero y los dulces? Un caprichito no amarga a nadie y mucho menos si nos mantiene la línea. Con este flan proteico de huevo estarás cubriendo una importante parte de ingesta de proteínas de tu día, así que toma buena nota.
El flan es un postre francés delicioso y cremoso fácil de dar en el clavo. Tiene una deliciosa capa de caramelo en la parte superior que satisface los antojos de los golosos al instante. Es postre saludable en términos de sabor y nutrición, además requiere un mínimo esfuerzo e ingredientes para realzar la belleza de las mesas de cualquier comedor.
Flan es una palabra francesa que significa pastel plano. Este postre estéticamente agradable y sabroso solía ser el centro de atracción de muchos restaurantes europeos, especialmente en París. Tiene una consistencia súper cremosa que es fácil de hornear. Esta cualidad del flan lo hace destacar entre otros postres. Es fácil de preparar con antelación, por lo que suele estar en el menú de casi todos los restaurantes.
Sabor vainilla o chocolate
Nosotros hemos optado por usar proteína de Whey con sabor a vainilla, pero puedes probar también con hacerlo sabor a chocolate. ¡Están riquísimos!
Hacerlo no te costará ningún trabajo y es 100% fitness, ya que como verás solo contiene ingredientes aptos para una dieta saludable. En el caso de que tu alimentación te lo permita, puedes acompañarlo con un poquito de caramelo líquido, sirope o nata montada.
La receta es para 6 raciones, aunque en el caso de no tener flaneras individuales, puedes usar una grande y dividirlo en porciones. Una ración contiene 121 calorías, 19 gramos de proteína, 3 gramos de hidratos y 3 gramos de grasas. Como podrás comprobar, es un auténtico manjar con un buen valor nutricional.
Consejos
Podemos usar claras de huevo en vez del huevo entero y darle sabor con palitos de canela. Esta práctica es muy común en Cuba. De hecho, esta variación también se conoce como »flan cubano». También podemos hacerlo sin huevo. El flan sin huevo lo preparan principalmente los indios de Sudamérica.
Aunque se puede mezclar fácilmente los huevos y la leche en una licuadora, nosotros recomendamos mezclar todo a mano. Solo nos aseguraremos de romper y revolver los huevos primero hasta que no haya más rayas blancas antes de agregar la leche. Esto es porque nos parece que los huevos son más difíciles de batir cuando nadan en líquido.
Se recomienda no hornear demasiado el flan, ya que continúan cocinándose mientras se enfrían (y más cuando están en el frigorífico). Sacaremos el flan proteico y lo enfriaremos sobre una rejilla una vez que esté colocado en la parte superior, pero aún debe moverse un poco en el medio. Para sacarlos fácilmente, usaremos un cuchillo para cortar los lados antes de voltearlos en un plato.
Este postre debe conservarse siempre en el frigorífico, ya que es de base láctea y se sirve frío. Taparemos los moldes y se mantendrán bien durante máximo una semana. Si preferimos hacer flan proteico con antelación, después se puede congelar. Tan solo tendremos que cubrir los moldes con una envoltura de plástico, asegurándonos de que no haya bolsas aireadas. Lo gardaremos en el congelador durante un máximo de 2 meses. Para descongelarlos, tendremos que ponerlos en el frigorífico unas horas antes de consumirlo.
También se recomienda colar la masa a través de un tamiz para que la textura del flan proteico sea mucho más suave. No debemos saltarnos este paso.
En el caso de que el flan se deshaga, puede ser que no se haya cocido bien. El problema puede ser la temperatura de cocción demasiado baja o el tiempo de cocción demasiado corto como para que la mezcla no se cocine correctamente. Para solucionar esto, podemos aumentar el calor hasta que cuaje (haremos la prueba del palillo). Si no queremos aumentar el fuego, le daremos unos minutos más al tiempo de cocción hasta que el flan esté listo. Sin embargo, también puede ser que no se enfriase correctamente. Los flanes son bastante frágiles cuando se sacan del horno. Debe enfriarse a temperatura ambiente y luego enfriarse durante al menos 12 horas antes de invertir.
Aunque también puede que el flan no se desmoldase correctamente. Si la crema no se suelta rápidamente, debemos resistir la tentación de sacudir el molde hacia arriba y hacia abajo para intentar que se suelte. En su lugar, lo dejaremos reposar invertido durante un minuto y se deslizará hacia afuera. Si eso no funciona, sumergiremos el fondo del molde en agua caliente o deslizaremos el cuchillo por los bordes nuevamente. También podemos golpear suavemente la parte inferior y los lados del molde para que se suelte.
También es muy habitual que el flan proteico tenga burbujas. Esto puede deberse a dos razones: o la temperatura es demasiado alta o el tiempo de cocción es demasiado largo, lo que resulta en un flan de proteínas demasiado cocido. Incluso, pueden aparecer si batimos demasiado el huevo y la leche tibia, lo que incorpora aire a la mezcla y estas burbujas pueden permanecer en las natillas mientras se hornea. No obstante, las burbujas tan solo afectan a la apariencia del flan, pero no a su sabor.
Toppings saludables
La cobertura elegida para este flan proteico dependerá de nuestros objetivos alimenticios. Algunas ideas saludables pueden ser:
- Sirope de agave. Para evitar hacer la clásica salsa de caramelo, podemos optar por siropes ya preparados. El de agave es una de las versiones más saludables que se vende en la actualidad.
- Caramelo sin azúcar. Podemos hacer una versión fit con stevia granulada e ir cocinándola al baño maría.
- Nata saludable de queso fresco batido. Es posible hacer nata fit para comerla sobre este flan proteico sin remordimiento.
- Fruta: fresas, frutos rojos, arándanos, kiwi, plátano…
- Chocolate con alto porcentaje de cacao derretido
- Expresso de café. Ideal para los más cafeteros.
Podríais poner algún ejemplo? MIl gracias