El verano nos incita a realizar deportes de riesgo relacionados con el mar. Aunque a muchos les gustaría ser submarinistas profesionales, tan solo unos pocos logran tener todas las capacidades.
La idea de aventurarse en las profundidades del océano es algo que también llena de pavor a muchas personas, aunque para los buceadores en apnea que buscan emociones fuertes es un deporte emocionante. Ahora, un estudio ha revelado que los apneístas de élite que bucean sin ayuda a profundidades de hasta 107 metros tienen niveles de oxígeno cerebral incluso más bajos que las focas.
Los submarinistas tienen mayor potencia que los SEALs
A estas profundidades, la mayoría de las personas quedarían inconscientes, pero los buzos de élite pueden tolerar los niveles extremadamente bajos de oxígeno. Los investigadores de la Universidad de St Andrews encontraron que estos submarinistas tienen una fisiología similar a la de los mamíferos marinos, incluidas focas, ballenas y delfines mientras están en el agua.
Los investigadores esperan que los hallazgos puedan allanar el camino para nuevos tratamientos para pacientes cardíacos y aumentar la seguridad de los buceadores.
El submarinismo es el deporte del buceo en apnea. Es la forma en la que los humanos se han sumergido bajo el agua durante milenios, mucho antes de la invención del buceo. Literalmente es bucear con una sola bocanada de aire, consiguiendo la forma más natural de aventurarse bajo las olas.
Los buceadores mostraron respuestas fisiológicas excepcionales durante sus inmersiones. En el estudio midieron las frecuencias cardíacas tan bajas como 11 latidos por minuto y los niveles de oxigenación de la sangre a un 73%, que normalmente están oxigenados en un 98 por ciento, por lo que caen al 25 por ciento. Esto va mucho más allá del punto del 50 por ciento en el que las personas pierden el conocimiento y equivalente a algunos de los valores más bajos medidos en la cima del Monte Everest.
¿Cómo consiguen bucear tan profundo sin desmayarse?
En el estudio, el equipo se propuso comprender cómo los apneístas pueden soportar niveles bajos de oxígeno durante sus inmersiones profundas.
La profesora Erika Schagatay, que dirigió el estudio, dijo: “Hasta ahora, no era posible comprender los efectos en el cerebro y el sistema cardiovascular de estos buceadores excepcionales durante inmersiones tan profundas, y hasta dónde empujan sus cuerpos estos humanos, ya que todas las investigaciones se realizaron realizado durante inmersiones simuladas en el laboratorio. El buceador puede llegar a un punto en el que se produce un apagón hipóxico (bajo nivel de oxígeno), y el buzo debe ser rescatado”.
Uno de los principales objetivos de la investigación es advertir al buceador y al personal de seguridad de un apagón inminente. Los investigadores utilizaron un dispositivo que funciona de manera similar a un reloj inteligente, utilizando LED emisores de luz en contacto con la piel para medir la frecuencia cardíaca, el volumen sanguíneo y los niveles de oxígeno.
Los investigadores esperan que los hallazgos no solo hagan del buceo en apnea un deporte más seguro para los atletas de élite, sino que también puedan allanar el camino para mejores tratamientos para los pacientes cardíacos.
Más allá de las respuestas fisiológicas excepcionales que muestran los submarinistas y los extremos que pueden tolerar, pueden ser un grupo fisiológico muy informativo. Sus reacciones fisiológicas son tan únicas y las condiciones a las que están expuestos no se replican fácilmente, por lo que ofrecen una forma única de comprender cómo responde el cuerpo a la falta de oxígeno en la sangre, la baja oxigenación del cerebro y la supresión cardiovascular grave.