Los investigadores de la Universidad de Surrey analizaron a casi 3.500 personas de entre 55 y 75 años con el objetivo de averiguar si el uso de Internet ha ayudado a las personas ancianas y que viven solas a reducir el riesgo de depresión.
La soledad causa estragos en la salud mental y física, siempre y cuando se trate de una soledad impuesta, por ejemplo, el confinamiento. La soledad buscada, es beneficiosa para la salud mental y física de quienes la experimentan. Dedicarse tiempo a uno mismo, aunque sea para no hacer nada, nos aporta grandes beneficios como la reflexión, la calma, favorece la autosuficiencia, refuerza la empatía, mejora el rendimiento personal, etc.
Siguiendo con el estudio, los investigadores llegaron a una conclusión interesante. Aquellas personas que estaban solas durante el confinamiento y usaron Internet al menos 1 vez al día tenían niveles muy bajos de depresión y afirmaron tener una buena calidad de vida en comparación con aquellos que dijeron haber usado Internet 1 vez a la semana o menos.
Quienes usaron Internet para comunicarse tenían mejores resultados. Esto significa que estar conectados con familiares y amigos ayuda a combatir los efectos psicológicos de la soledad.
Sin embargo, el mismo estudio indica que quienes usaron mucho Internet para informase sobre la situación de Covid-19 aumentaron su nivel de depresión. Parece ser que la clave está en el uso que se hace de Internet y no tanto en la frecuencia.
Al estar en contacto con amigos y familiares el tiempo pasa más rápido y el sentimiento de soledad desaparece, beneficiando la salud mental y mejorando la calidad de vida de los ancianos, y de casi cualquier persona.
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