Con la subida de las temperaturas, las mascotas sufren consecuencias «invisibles» y que solo se dan en épocas estivales cuando los animales están expuestos a altas temperaturas o directamente a pleno sol. Un nuevo estudio confirma que la crisis climática pone en riesgo a pequeños animales como hámsteres, cobayas, gatos y conejos. Es importante estar alerta para poner remedio lo nates posible y no poner en riesgo la vida de nuestra mascota.
Han aumentado los casos de insolación o golpes de calor, y eso está relacionado con el aumento de las temperaturas que trae el cambio climático. Los pequeños animales son los que más sufren estas consecuencias y no solo los perros, sino que también hurones, cobayas, conejos, gatos y otros.
La doctora Anne Carter dijo que un golpe de calor no solo se desencadena por estar encerrados en habitaciones o habitáculos muy calientes como un coche, sino que debemos hacernos conscientes de que se pueden dar por el simple hecho de la subida de temperaturas.
Esta misma doctora anima a revisar la ubicación y temperatura de la jaula o habitáculo de nuestra mascota. De esta forma evitaremos estas tristes consecuencias que a veces se quedan en un simple susto, pero otras veces, si llegamos muy tarde, pueden cobrarse la vida de nuestra pequeña mascota.
Los datos de este estudio se recogieron de prácticas veterinarias, pero se cree que los datos podrían ser mucho mayores, si los dueños supieran detectar a tiempo este tipo de complicaciones de salud como un golpe de calor.
El calor es el enemigo de la vida
El clima cálido se está cobrando la vida de muchas mascotas, y es que cada año aumenta las visitas al veterinario por síntomas de golpe de calor, también conocido como insolación. Y es que, aunque estemos en febrero, nuestro gato, perro, hurón o cobaya también puede sufrir estas consecuencias. Es cierto que son situaciones mucho más comunes entre abril y octubre por los meses de verano, pero el cambio climático adelanta el verano cada vez más.
El estudio realizado por la Universidad de Nottingham Trent, saco como conclusiones que los perros con casos de insolación suelen ser habituales en los veterinarios, sobre todo aquellas razas de perros con cara chata. Las causas de esa insolación eran variadas, desde perros que hacían ejercicio y perros atrapados en el interior de un coche (cosa que está prohibida). Esta subida de temperaturas en fechas que no corresponden, también puso en riesgo la vida de multitud de hurones, conejos, cobayas y otros pequeños animales que debieron ser atendidos por golpes de calor.
En el estudio también se hace un llamamiento para dueños de animales braquicéfalos, para que estén más pendientes de sus mascotas. También se dice que en las clínicas veterinarias no se reciben muchos casos de golpe de calor, porque los dueños o son capaces de detectarlo. A grandes rasgos, los síntomas de golpe de calor en animales suelen ser:
- Jadeos.
- Respiración acelerada.
- Ritmo cardíaco acelerado.
- Debilidad.
- Soñolencia.
- Mucha sed.
- Desequilibrio.
- Temblores.
- Exceso de babas.
- Vómitos.
- Mucosas de color azulada.