Si alguna vez has estado en una competición de levantamiento de peso o te gusta verlas online, es posible que hayas visto a algunos levantadores inhalar de una pequeña botella justo antes de hacer un gran levantamiento. ¿Qué es ese líquido y por qué lo inhalan?
Si viste eso, es probable que hayas presenciado el milagro que son las sales aromáticas. El amoníaco en polvo son una de las sales aromáticas más necesarias para un levantador de pesas porque pueden ayudarlos a aumentar su rendimiento de fuerza cuando más importa. La inhalación de amoníaco, a través de una cápsula de amoníaco de un solo uso o sales aromáticas, se realiza justo antes de un levantamiento pesado para desencadenar la liberación de adrenalina, que para muchos levantadores mejora el estado de alerta, concentración, rendimiento y reduce el mareo o la sensación de dolor.
La ciencia sobre la efectividad de oler amoníaco para determinar el rendimiento de la fuerza es muy débil y requiere más investigación. Así que quizá solo sea efecto placebo.
Mejora la concentración
Si preguntamos a cualquiera que haya usado amoníaco, dirá que elimina todas las distracciones y pensamientos previos a un levantamiento. Esta es la razón por la cual los levantadores normalmente no inhalan amoníaco para cada serie o en cada sesión, sino que se lo guardan para máximos de 1 repetición pesada o intentos de competición.
También se puede utilizar como medida preventiva para desmayos y mareos. Cuando un levantador intenta un tercer intento de peso muerto muy pesado, normalmente sus ojos se ponen en blanco y puede perder la consciencia. Algunos levantadores experimentan mareos o incluso se desmayan durante o después de completar el levantamiento. Por lo tanto, si queremos asegurarnos de que no suceda nada, podemos encontrar sales que actúen como medida preventiva para no sentirnos incómodos después de un levantamiento con el método de esfuerzo máximo.
Los efectos de inhalar amoníaco incluyen el alivio del dolor, lo que significa que el cuerpo se sentirá listo para esforzarse al 100 % independientemente del dolor. Como el amoníaco libera adrenalina a través de nuestro cuerpo, crea una sensación de incomodidad y dolor que de otro modo podrías sentir.
No apto para todos
Una encuesta internacional entre powerlifters que el amoníaco se usa más en el peso muerto, y concretamente en el segundo o tercer intento. Es decir, su uso entre los levantadores de pesas generalmente se reserva para cuando hay mucho en juego.
¿Significa esto que deberíamos inhalar amoníaco cuando levantamos peso? Eso no lo decide nadie más que tú mismo. Al igual que algunos levantadores prefieren la música metal y las palmadas en la espalda, mientras que otros prefieren un ambiente tranquilo y música suave. Es posible que a tu compañero de gimnasio le encanten los efectos del amoníaco, mientras que a ti te repugnan.
La forma en que reaccionas después de una bocanada de amoníaco solo puede responderse estando abierto a probarlo por ti mismo. Nos aseguraremos de que la primera vez que lo intentamos no sea en un entorno de competición en caso de que reaccione negativamente y los efectos secundarios agudos nos eviten ejecutar bien el levantamiento.