Mucha gente cree que comer alimentos demasiado cocidos, como pan quemado, puede provocar efectos adversos para la salud. Concretamente, algunos afirman que podrían incluso estar relacionados con un mayor riesgo de cáncer.
Se sabe desde hace mucho tiempo que el simple hecho de sobrecalentar, y quemar, algunos alimentos puede provocar efectos no deseados en el organismo. Ya no es solo un sabor diferente cuando damos un mordisco. ¿Es posible poner en peligro la salud?
Formación de acrilamida en pan quemado
En el caso del pan quemado, la mayor preocupación se relaciona con el riesgo de formación de acrilamida. Este es un compuesto que se ha relacionado con el cáncer y el daño a los nervios en los humanos y animales. La evidencia científica no establece un vínculo directo entre el cáncer y la acrilamida en los alimentos consumidos por humanos. Sin embargo, algunos estudios han señalado una duplicación del riesgo de cáncer de ovario y útero entre las mujeres que consumen este compuesto en los alimentos. Aunque es cierto que otros estudios no han encontrado nada.
Aun así, en 2007, los asesores de salud de la Unión Europea decidieron dar un enfoque de precaución y recomendaron que las personas evitaran comer pan quemado o patatas de color marrón, ya que pueden contener niveles inaceptablemente altos de acrilamida. Así que las tostadas deben cocinarse hasta que adquieran un color amarillo dorado.
La acrilamida también se puede formar en alimentos con almidón durante los métodos de cocción a altas temperaturas. Esto es causado por una reacción química entre las proteínas y los azúcares, lo que le da a los alimentos cocinados un color oscuro y un sabor distintivo. Es más probable que se acumule cuando los alimentos se cocinan a temperaturas más altas o durante períodos de tiempo más prolongados. Es decir, cuanto más quemada esté la tostada, más acrilamida contendrá probablemente.
¿A qué temperatura se tuesta el pan?
Tampoco debemos alarmarnos. Es poco probable que comer pan quemado cause cáncer cuando se consume con moderación como parte de una dieta saludable y completa. Por lo tanto, puede que no sea necesario eliminar completamente las tostadas quemadas cuando se nos pasa el tiempo de la tostadora con el pan dentro.
Dicho esto, si queremos reducir la ingesta de acrilamida, podemos intentar tostarla durante un período de tiempo más corto hasta que alcance un color dorado claro. Incluso, se pueden cortar los trozos que estén muy oscuros o quemados para limitar el consumo de acrilamida.
En cuanto a la temperatura y tiempo perfecto para tostar el pan sin quemarlo, dependerá del método que usemos. Por ejemplo, si vamos a tostar el pan en el horno, dejarlo durante unos 6 minutos a 200ºC será perfecto para dorarlo. En cuanto a las tostadoras, la ciencia establece que debe tostarse a 150ºC durante 3 minutos y medio. Sin embargo, esto dependerá de la potencia de cada tostadora y del tipo de pan que usemos. Lo mejor es ir controlando el pan las primeras veces hasta determinar el punto exacto de nuestro electrodoméstico.