En verano es habitual tomar agua fría del frigorífico. La mayoría de las casas no tienen un filtro de agua porque se espera que la calidad del grifo sea suficiente. Sin embargo, rellenar botellas del agua del grifo para meterlas en la nevera durante semanas parece no ser una buena idea.
Teóricamente, el agua del grifo almacenada en un recipiente limpio y luego refrigerada debería durar para siempre. Sin embargo, el hecho de que podamos beber agua vieja no significa que queramos hacerlo. Con el tiempo, pequeñas burbujas de aire se filtran del agua envasada y dejan un sabor desagradable. Para evitar este problema, los expertos recomiendan cambiar los suministros de agua del grifo cada seis meses para que siempre tengamos agua fresca de calidad.
Entre 1 y 3 días
La vida útil del agua del grifo depende de la práctica de almacenamiento y los métodos. Dependiendo de esto, la vida útil puede ser de un año o indefinida. También depende de la pureza y la temperatura a la que se almacene el agua del grifo. Si se coloca agua limpia a temperatura ambiente en un día caluroso de verano, se echará a perder entre uno o tres días.
Pero si rellenamos un recipiente hermético sellado y luego la guardamos, no se estropeará durante casi meses. Si el agua no es del grifo y está tratada y purificada por las plantas de tratamiento de agua, almacenar esta agua en un recipiente sellado aguantará durante más de dos años. No obstante, hay que tener en cuenta que también es importante limpiar las botellas cada cierto tiempo.
¿Puede estropearse el agua almacenada?
En teoría, el agua podría almacenarse indefinidamente, si se almacena adecuadamente, se sella y se mantiene a salvo de cualquier tipo de contaminación. Los principales contaminantes que pueden estropear el agua fácilmente son las algas, las bacterias y los patógenos.
El agua podría almacenarse indefinidamente si se clasifica como alimento. Además, las condiciones de almacenamiento dependen del nivel de pureza del agua. A veces, el agua se trata químicamente para matar las bacterias y aumentar su vida útil. El agua tratada químicamente puede almacenarse hasta por un mes o un año, pero la mejor práctica es retirar el agua después de un año, limpiar el recipiente y almacenar el agua potable nueva.
Existe una prueba de que los recipientes de plástico filtran sustancias químicas en el agua almacenada, pero no representan un peligro químico grave para la salud.
¿Cómo saber si está mala?
Normalmente, es sencillo identificar si el agua del grifo se ha puesto mala después de estar varios días en el frigorífico. Tendrá un olor acre extraño y se puede volver turbia. Si se almacena, es mejor revisar el agua cada 6 meses para evitar que se eche a perder.
Es imprescindible estar atento a las señales, ya que podemos enfermar por beber agua vieja. Los problemas de salud dependen de la extensión del deterioro del agua, la temperatura de almacenamiento y muchos otros factores.
Por ejemplo, es más probable que enfermemos con el agua del grifo a temperatura ambiente abiertamente en una taza que con el agua sellada en un recipiente y almacenada en el frigorífico. La razón principal es que el agua abierta es fácil de contaminar por el medio ambiente circundante donde residen diferentes tipos de contaminantes, mientras que ocurre lo contrario con el agua sellada y almacenada adecuadamente