¿Yoga o pilates? Posiblemente sea la pregunta más realizada antes de apuntarte a alguna de estas actividades. Si cuentas con que tu gimnasio imparte ambas disciplinas, no tendrás problema en poder probar ambas y acabar dicidiendote por una o practicando las dos. Pero en el caso de que quieras apuntante exclusivamente a yoga o a pilates para ir varias veces a la semana, te surgiran las dudas.
Nosotros te vamos a ayudar a que sepas localizar las diferencias y los distintos beneficios que aportan cada una en nuestro cuerpo.
Diferencias entre practicar yoga o pilates
Pese a que ambas disciplinas están relacionadas con el cuerpo, la mente y el equilibrio; guardan algunas diferencias en su realización. De hecho, practicar pilates se ha puesto de moda hace relativamente poco, frente al yoga, que lleva consolidado en el mundo del deporte y relajación muchísimos años.
Básicamente, el yoga utiliza el aspecto físico de una forma escasa. Aunque ambos sean disciplinas que tonifican y fortalecen el cuerpo, el pilates le añade más intensidad en relación al mundo fitness. Esto no quiere decir que practicar yoga sea fácil; de hecho la famosa rutina de «el saludo al sol» está compuesta de una repetición de ejercicios que mejora la fuerza notablemente conforme la practiquemos. Pero lógicamente, se centra mucho más en la respiración y la meditación.
Además, el pilates puede apoyarse en accesorios de máquinas, peso o balones; mientras que en el yoga trabajaremos con nuestro propio cuerpo sobre una esterilla o el suelo.
Así mismo, la trabajar la zona que recubre la espalda y el abdomen es casi una obligación del pilates; frente al yoga que no se centra en un solo grupo muscular principalmente. Aunque si lo pensamos, nuestro abdomen es casi la base completa de nuestro equilibrio.
Beneficios del yoga
El yoga tiene su origen en la India y se creó hace centenares de años. Esta disciplina trabaja la unión del cuerpo y la mente, de ahí que siempre se la relacione con prácticas de relajación o meditación. Pero poco tiene que ver los movimientos que se realizaban hace 2000 años con los que hacemos hoy día, por no hablar de que al llegar su práctica a Occidente se cambiaron algunas posturas.
Los tres beneficios fundamentales que nos aporta el yoga son la mejoría en el equilibrio, la flexibilidad y la fuerza en la mente y el cuerpo. Las posturas que practiquemos manteniéndolas durante varios segundos, harán que la flexibilidad y la cordinación sean una.
Por otro lado, las respiraciones que debemos llevar a la vez que realizamos las posturas, nos harán liberarnos del estrés y la tensión acumulada durante el día. También es una grandísima opción practicarlo a primera hora de la mañana, antes de empezar con tu rutina laboral; te sentirás mucho más calmado para afrontar el día.
Si nos centramos en las virtudes que nos aporta aprender a controlar la respiración, encontraremos: autocontrol, paz interior, mucha concentración y estabilidad emocional. Además, nos sentiremos más descansados.
Beneficios del pilates
Pilates, en cambio, surgió como un sistema de rehabilitación y fortalecimiento a principios del siglo pasado, creado por Joseph Pilates. Principalmente se creó para rehabilitar de forma rápida a soldados de la Pimera Guerra Mundial y a bailarines. Asimismo, su creador se basó en la gimnasia y el yoga para acabar uniendo la fuerza con la estabilidad mental. De ahí que muchos confundan su práctica con el yoga y lo vean similares.
Uno de los mayores beneficios físicos que encuentran los que practican pilates es un abdomen marcado y duro. El trabajo directo con la fuerza muscular nos hace vernos más tonificados sin la necesidad de desarrollar una hipertrofia.
Al estar basado en el yoga, aporta beneficios muy similares como: la disminución de estrés y tensión, corregir malas posturas y mantener una posición erguida de forma natural, mayor flexibilidad y fuerza o mayor autocontrol del cuerpo y la mente. Eso sí, no está basado en ninguna filosofía de vida.
¿Qué es mejor?
Después de explicarte los beneficios y las diferencias entre ambos, está claro que debes apuntarte a la que más se adapte a tus necesidades y dependiendo del objetivo que quieras conseguir. Si tienes la oportunidad, realiza ambas prácticas junto con tu entrenamiento habitual de la semana; son compatibles con cualquier actividad física y te relajarán la mente. Y, por supuesto, cualquier opción es buena para evitar el sedentarismo y la inactividad física.
Si buscas mejorar flexibilidad, te recomendables que te apuntes a yoga. Gracias a sus posturas estáticas y los estiramientos notarás un gran avance; en cambio, en pilates no se focaliza tanto ya que sus movimientos son más dinámicos. Trabajarás la flexibilidad, pero de forma indirecta.
Sin embargo, si lo que quieres es mejorar tu fuerza debes apuntarte a pilates. Con la técnica previa de relajación de los músculos para luego ponerlos en tensión, lograremos una fortaleza mayor. Además, como nombramos antes, en algunas ocasiones se utilizan máquinas para crear más tensión y obtener mejores resultados. Con pilates perderás peso de forma más fácilmente.