Sorprendentemente, el gimnasio no solamente sirve como encuentro social, sino que algunos van a entrenar. Tanto es así, que incluso los hay que entrenan dos veces al día. ¿Es recomendable hacer esto? ¿Qué beneficios nos puede aportar? ¿Puede hacerlo cualquier persona?
Entrenar tiene tres tipos de personas: los que nunca van, los que van una vez y los que viven en el gimnasio. Te contamos lo más recomendable, según dice la ciencia y los expertos.
Apuesta por calidad, antes que por cantidad
No es recomendable entrenar todos los días y, mucho menos, entrenar varios días seguidos el mismo grupo muscular. Tu cuerpo necesita tiempo para recuperarse del desgaste deportivo, por lo que si quieres ejercitarte varias veces al día, vas a tener que descansar un mínimo de horas entre las sesiones.
Pues ir al gimnasio dos veces al día, pero nunca repetir la zona a trabajar. Si por la mañana entrenas fuerza, por la tarde podríamos realizar alguna sesión de cardio. La clave está en descansar los grandes grupos musculares (cuádriceps, glúteos, dorsales e isquiotibiales) 72 horas y a los pequeños (tríceps, bíceps, abdominales), darles descanso de 24 horas.
Recuerda que tus músculos crecen cuando descansan y se alimentan correctamente. Así que si tenían en mente ejercitarte dos veces al día con la finalidad de aumentar tu progreso, olvídate.
Hay estudios que confirman que entrenar a mayor intensidad provoca mejores resultados que realizar entrenamientos de poca duración repartidos en el día. Lo recomendable es que le pidas consejo a tu entrenador o monitor de sala, así te guiará para establecer correctamente sus sesiones de entreno.
Además, si eres principiante, ten especial cuidado porque realizarlo de la forma indebida puede ocasionar que te lesiones con más facilidad.
¿Se puede mejorar el rendimiento deportivo?
Lo primero es adentrarnos en las dobles sesiones de forma paulatina, quizá realizándolas dos veces en semana hasta ir aumentando los días. Si entrenas asiduamente y llevas varios meses haciéndolo, un entrenamiento doble puede ayudarte a conseguir cambios más rápidos. Lógicamente, tendrás que mentalizarte, descansar correctamente y llevar un plan de alimentación diferente al que tienes ahora.
Si te descuidas, podrías acabar sobre entrenándote y aumentado el riesgo de lesiones, así que pide asesoramiento para poder gestionar todas las sesiones de la semana.
Pequeñas pautas a seguir
- Evita agotarte en la primera sesión de entrenamiento o no podrás rendir en la siguiente.
- Descansa entre cuatro y seis horas en medio de las sesiones.
- No entrenes el mismo músculo en ambas sesiones.
- Hidrátate correctamente.
- Aumenta sutilmente tu ingesta de calorías. Los hidratos de carbono y las proteínas serán tus mejores aliados para tener energía suficiente.