Tener o no tener cáncer a lo largo de nuestra vida está ligado a ciertos factores que no podemos controlar como la genética y la edad, sin embargo, hay muchos otros factores que sí podemos controlar como la alimentación y el deporte.
Tener una vida activa y una dieta equilibrada nos previene de muchas enfermedades sobre todo de las que tiene que ver con el corazón. Este nuevo estudio dibuja una línea entre la salud del corazón y las posibilidades de sufrir una enfermedad tan mortal y tan temida.
Según estos investigadores del Journal of the American College of Cardiology, adoptar una vida saludable reduce la posibilidad de cáncer y de enfermedades cardiovasculares. A lo largo de la investigación encontraron diversos factores que relacionaban la salud del corazón con el cáncer en un futuro.
En el estudio investigaron y siguieron a más de 20.000 personas que dividieron en 2 grupos. En el desarrollo de la actividad, se centraron en aquellos que tuvieron enfermedades cardiovasculares o cánceres.
Llegaron a la conclusión de que la puntuación de riesgo de enfermedad cardiovascular a 10 años vista y las concentraciones de péptidos natriuréticos se relacionan con un mayor riesgo de padecer cáncer en el futuro.
Sin embargo, aquellos participantes que adoptaron unos hábitos de vida saludable y mejoraron la salud de su corazón reduciendo la ingesta de azúcar y sal, mejorado su presión arterial, controlando el colesterol, etc. tenían menor riesgo de sufrir la temida enfermedad.
Para tener unos hábitos de vida saludables hay que eliminar el tabaco y vicios nocivos, hacer ejercicio aeróbico varias veces por semana y ejercicios de fortalecimiento muscular, reducir el azúcar, la sal y las grasas, comer más frutas y verduras, evitar los productos ultraprocesados (se ha demostrado que provocan cáncer) y beber mucha agua.
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