La valeriana (Valeriana officinalis) es una planta medicinal que debido a sus propiedades sedantes se ha extendido y popularizado como tratamiento para paliar ciertas afecciones leves relacionadas con el sistema nervioso.
Si hay una planta que relacionamos de manera automática con alteraciones nerviosas, esa es la valeriana, pero no es su única aplicación. Así que si quieres saber para qué sirve la valeriana, en este artículo descubrirás que para muchas más cosas de las que hasta ahora conocías.
Qué es la valeriana
La valeriana común, valeriana de las boticas o valeriana medicinal, es una planta medicinal cuyo nombre científico es Valeriana officinalis. Se trata de una herbácea perenne que pertenece a la familia Valerianaceae y que se distribuye naturalmente por toda Europa y regiones templadas de Asia. Posteriormente se ha trasladado a otros nichos ecológicos distribuidos por muchas otras regiones del mundo.
La valeriana puede alcanzar una altura de hasta metro y medio. Posee hojas compuestas de hasta 12 folíolos estrechos y dentados. Sus flores son de pequeño tamaño y de color rosado o blanco y se agrupan en inflorescencias corimbiformes. La floración se da en primavera y verano. Crece en ambientes húmedos de montaña junto a arroyos y márgenes de bosques caducifolios. Sus propiedades medicinales se deben a una serie de principios activos que se localizan en rizomas y raíces.
Es conocida también como “hierba de los gatos” por el efecto que genera en el comportamiento de éstos que, al parecer, se ven atraídos por el olor de la planta a la que se acercan para consumirla. También se la designa como “alfañique” y recientemente, “valium vegetal”.
Su uso se remonta a la época de la antigua Grecia y el Imperio Romano en la que ya se la conocía por sus múltiples beneficios, especialmente por sus efectos relajantes, a lo que se debe su nombre: “valeriana”, del latín “valere”, que significa “gozar de buena salud”. Hipócrates describió sus propiedades y posteriormente Galeno la prescribió como remedio para el tratar el insomnio.
Propiedades de la valeriana
Las propiedades de la valeriana se deben a fitoextractos presentes en aceites vegetales de regiones subterráneas de la planta: rizomas y raíces. Estos aceites son ricos en compuestos químicos a los que se debe sus efectos y son: ácido valerénico, valepotriatos, GABA, glutamina, arginina y alcaloides, entre otros.
A estos compuestos se debe el principal el efecto de la valeriana, que es su acción sedante y que en el ámbito de la farmacología y la fitoterapia se ha aplicado para diversos tratamientos de afecciones nerviosas como el insomnio, la ansiedad, irritabilidad, taquicardias, espasmos gastrointestinales e hipertensión arterial de origen nervioso, entre otros.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó su uso como complemento alimenticio para paliar estados leves de tensión nerviosa y como ayuda complementaria en tratamientos frete al insomnio. Declaró que, aunque los estudios clínicos no son concluyentes, la eficacia de la valeriana ha demostrado tener unos efectos plausibles para los fines ensayados.
Para qué sirve la valeriana
Comúnmente se asocia el uso de la valeriana al tratamiento del insomnio o estados de nerviosismo. Si bien ese es su uso principal, está indicado para el tratamiento de otras afecciones que quizás no conocías. A continuación detallaremos todas sus aplicaciones:
Tratamiento del insomnio
Diversos estudios clínicos han analizado el mecanismo de acción de los fitoextractos de la valeriana y se ha demostrado que su acción ansiolítica, sedante e hipnótica se debe a una interacción directa sobre el sistema GABAérgico del cerebro. Este sistema regula la producción de GABA, que es el neurotransmisor encargado de inhibir los estados de excitación del sistema nervioso. Así pues, la valeriana, al aumentar los niveles de GABA en el cerebro (tanto por su mecanismo de acción como su composición en GABA), tendría un efecto equivalente al de los medicamentos sedantes (benzodiacepinas). No obstante, su mecanismo de acción aún no está totalmente esclarecido y permanece en estudio, pues se postulan otras vías de acción de los principios activos de la valeriana.
Lo que sí es concluyente hasta la fecha es que la valeriana ha demostrado disminuir el tiempo de latencia en la conciliación del sueño, es decir, que consigue reducir el tiempo necesario para dormirse.
Por lo tanto, la valeriana se muestra así como una alternativa natural a los medicamentos tradicionales para favorecer el sueño en estados leves de insomnio o en situaciones de alteración del ritmo circadiano debido a jet-lag o periodos de estrés.
Lo que sí es importante destacar es que, al tratarse de un remedio natural, su eficacia sólo será perceptible si se toma en dosis adecuadas, que será superior a los medicamentos sintéticos. Las dosis serán relativamente elevadas y los tratamientos prolongados (entre 4 y 6 semanas).
Tratamiento de la ansiedad
Debido a su efecto tranquilizante ya expuesto, la valeriana se puede usar para calmar los estados de ansiedad leve, aunque en este sentido no existe aún evidencia científica sobre una eficacia significativa. No obstante, puede utilizarse como ayuda en estas situaciones e incluso en casos de hiperactividad infantil, cefaleas nerviosas y taquicardias.
También ha demostrado tener efectos favorables en situaciones de hipertensión de origen nervioso y puede servir de apoyo a personas con tendencia a somatizar los nervios con espasmos gastrointestinales o aquellas que padecen colon irritable.
Estamos viendo pues, como el uso de la valeriana se extiende más allá del clásico tratamiento para el insomnio pudiendo aliviar otras afecciones de origen nervioso.
Como relajante muscular
La acción supresora de la sobreexcitación de la valeriana ha demostrado ser eficaz también como relajante muscular, algo no tan conocido a cerca de este complemento natural.
Siendo esto así, la valeriana puede ser muy útil para aliviar las tensiones musculares tras actividades deportivas intensas, para calmar contracturas musculares, dolor neurálgico y espasmos musculares durante la menstruación, así como reducir algunos trastornos asociados a la menopausia como sofocos, cefaleas, tensión muscular o lumbalgia.
Cómo tomar valeriana
La valeriana puede ingerirse en distintos formatos a gusto del consumidor o por indicación médica según la afección que vaya a ser tratada. Existen comprimidos, aceites esenciales, infusiones, extracto líquido, etc. que en ocasiones se puede presentar combinada con otros suplementos naturales como la hierbaluisa, melisa, flor de amapola…y tanto la dosis como la duración del tratamiento serán siempre indicadas por un profesional cualificado.
Efectos secundarios de la valeriana
La valeriana apenas presenta efectos secundarios y en general, su ingesta resulta segura y apta para cualquier edad. Los estudios de farmacocinética muestran que se metaboliza rápidamente y no dura más de 24h en el organismo.
A falta de estudios concluyentes y como medida de precaución, su uso sólo está desaconsejado o prescrito con prudencia, en caso de mujeres embarazadas y lactantes así como niños menores de tres años y pacientes con insuficiencia renal.
También está desaconsejado su uso junto con medicamentos del grupo de las benzodiacepinas u otros suplementos alimenticios como la hierba de San Juan por su posible interacción, así como evitar tomar valeriana con alcohol, cola o café por los mismos motivos. Si se hace este tipo de combinaciones pueden pasar dos cosas: exceso de somnolencia y torpeza o sobreagitación y ansiedad. Así que es necesario ser cauteloso en este sentido refiriéndonos siempre a una práctica habitual y no algo ocasional. Evidentemente tomar café cuando estamos hemos ingerido valeriana varios días no va a tener ningún efecto nocivo en nosotros.
No obstante, sí se ha observado que la valeriana consumida de forma muy prolongada en el tiempo y en dosis muy altas, puede ocasionar vértigos, náuseas, cefaleas, fatiga, problemas estomacales, sudoraciones, picores e incluso aquello para lo que está prescrita: alteraciones del sueño. Otros estudios hablan de confusión, somnolencia y torpeza.
Como ocurre con las benzodiacepinas, si tras un uso prolongado se deja de tomar bruscamente, la valeriana puede producir ciertos síntomas de abstinencia como mareos y confusión. Y tomada durante periodos muy largos puede generar cierta dependencia.