Cómo saber si tengo depresión

Un hombre se tapa la cara con las manos

Muchas veces estamos tristes o puntualmente deprimidos, desganados, con baja autoestima, sin ganas de nada, etc. ¿Es un sentimiento pasajero o tenemos depresión? Vamos a dar respuesta a esta pregunta conociendo las causas y losa síntomas de la depresión.

No queremos banalizar sobre una enfermedad mental tan dura como la depresión. Solo escribimos esto a modo de información, si creemos que tenemos depresión o estamos verdaderamente agobiados y mal, lo mejor es buscar ayuda, e ir al psicólogo.

¿Qué es la depresión?

Se trata de una enfermedad mental que se caracteriza por un bajo estado de ánimo y sentimiento de tristeza, así como alteraciones del comportamiento, pensamientos intrusivos, desgana generalizada, falta de apetito, pérdida de elisión, miedo, etc.

La depresión es una de las patologías más frecuentes en la actualidad y es la primera causa de atención psiquiátrica. Suele ser más común en mujeres y, por normal general, sucede antes de los 45 años de edad (en hombre y mujeres).

Hay diferentes causas que nos llevan a la depresión, pero a su vez hay diferentes tipos de depresión y diferentes síntomas según la edad de la persona que sufre este trastorno mental. Vamos a repasar todo de forma minuciosa.

Tipos de depresión

Sí, existen diferentes tipos de depresión. No estamos de broma, realmente existen varios tipos y en cada grupo se incluye un perfil de paciente. Asimismo, existen otros tipos de depresión más generalizados y comunes.

  • Depresión mayor: se caracteriza por un estado de ánimo muy decaído a diario, ira, frustración, tristeza y pérdida de interés generalizada. Para coincidir con este tipo debemos llevar al menos 2 semanas en ese estado y puede surgir una vez en la vida o varias veces en forma de episodios repetidos. Está muy condicionado por la herencia genética.
  • Distimia: también conocida como neurosis depresiva, trastorno depresivo persistente o depresión crónica, y consiste en un cuadro depresivo de menor intensidad que el anterior, pero donde también hay un bajo estado de ánimo persistente durante unos 2 años. Puede coexistir con el tipo anterior y se da en personas pesimistas, con desinterés general, baja autoestima, etc.
  • Depresión reactiva: es el tipo de depresión que surge tras una situación concreta que ha acontecido al menos durante los 3 meses previos.

Y estos son los tipos más comunes de depresión:

  • Depresión posparto: miles de mujeres se sienten atropelladas con la llegada de su bebé y sufren depresión.
  • Trastorno disfórico premenstrual: síntomas depresivos que suceden una semana antes de la menstruación y desaparecen tras la menstruación.
  • Trastorno afectivo estacional: sucede entre otoño e invierno desaparece en primavera y verano. Esta situación depresiva está relacionada con la falta de luz solar.
  • Psicosis: un tipo de depresión mayor con rasgos psicóticos y sucede cuando se tiene depresión y falta de contacto con la realidad.

Un hombre con síntomas de depresión se mira al espejo

Causas que pueden provocar depresión

La depresión tiene diferentes causas y queremos dejarlas bien marcadas al principio del texto para que nos vayamos familiarizando con este trastorno de salud mental, que, bajo ningún concepto debe ser tomado en broma, ya que quien lo sufre puede llegar al suicidio.

  • Genética: aunque parezca algo extraño, pero podemos estar genéticamente destinados a sufrir depresión. Si un familiar de primer grado sufre depresión tenemos un 40% más de probabilidades de sufrirla nosotros a raíz de la herencia genética.
  • Infancia: si hemos sufrido situaciones estresantes en nuestras primeras etapas de vida, las posibilidades de sufrir depresión aumentan. Por ejemplo, abuso infantil, maltrato, pérdida de progenitores, etc.
  • Situaciones estresantes actuales: si en estos instantes estamos rodeados de situaciones negativas y nos sentimos asfixiados y ahogados por la ansiedad y es estrés, si no pedimos ayuda, podremos desarrollar depresión. Por ejemplo: ruptura sentimental, despido laboral, cambio de residencia, perdida de familiares o amigos, problemas económicos, enfermedades, etc.
  • Personalidad depresiva: aquellas personas que son negativas, pesimistas, melancólicas, con baja autoestima y demás, son propensas a sufrir depresión a lo largo de sus vidas.
  • Neuroticismo: personas que son inestables e inseguras emocionalmente, ansiosas, están en continua tensión, con preocupaciones, suelen sentir culpabilidad, etc. También pueden desarrollar depresión con facilidad.
  • Enfermedades crónicas: sufrir una enfermedad así de sopetón que nos imposibilite una vida «normal», es alto riesgo de depresión, por eso es importantísimo rodearnos de gente positiva, que no juzgue ni se burle y pedir ayuda psicológica.

Principales síntomas de la depresión

Coincida nuestra situación o no con las causas citadas anteriormente, los síntomas de depresión son bastante visibles y fáciles de detectar.

Síntomas en niños y adolescentes

Los niños manifiestan este trastorno mental mediante tristeza, irritabilidad, apego excesivo, preocupación que no encaja con su edad, falta de alegría e ilusión, dolores, negación, no quiere ir al colegio, falta de apetito y ganas de jugar, bajada de peso evidente, facilidad para el llanto, etc.

En los adolescentes algunos síntomas son tristeza generalizada, irritabilidad, sentirte inútil o insuficiente, absentismo escolar, ira, bajo rendimiento escolar, baja autoestima, sentir que nadie le entiende, sensibilidad extrema (llorar con facilidad), consumo de drogas y alcohol, comer poco o mucho, dormir poco o mucho, autolesionarse, intentos de suicidio, falta de intereses y motivación, evitan el contacto con personas, etc.

Síntomas en adultos mayores

En el envejecimiento coexisten con algunos síntomas de depresión y a menudo no se pide ayuda porque se ridiculiza con la famosa «crisis de los…» o por vergüenza a pedir ayuda, o creer que se nos pasará en dos días.

Algunos rasgos son pérdida de memoria, cambios en la personalidad, dolores físicos, fatiga, falta de apetito, trastornos del sueño, falta de interés por las relaciones sexuales, preferir estar en casa a salir y socializar, pensamientos y sentimientos suicidas, etc.

Síntomas generalizados

La depresión es huidiza a veces, pero tiene una serie de rasgos distintivos que nos pueden ayudar a auto diagnosticarnos para posteriormente pedir ayuda o ser capaces de ayudar a un amigo o familiar y animarlo a ir a un psicólogo:

  • Tristeza.
  • Ataques de rabia.
  • Irritabilidad.
  • Enfados desmesurados.
  • Frustración.
  • Pérdida de interés.
  • Desinterés por el sexo.
  • Cansancio.
  • Falta de apetito.
  • Lentitud a la hora de, pensar, reaccionar, hablar o moverse.
  • Antojos de comidas.
  • Ansiedad.
  • Nerviosismo.
  • Pensamientos intrusivos relacionados con la muerte.
  • Problemas y dolores físicos sin razón aparente.

Una mujer con depresión en una consulta de psicólogo

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

Evidentemente es algo que debe hacer un profesional, nosotros solo podemos usar la información de tipos, causas y síntomas para detectar si nuestra situación actual coincide o no con una depresión, pero el diagnóstico real recae sobre un profesional de la salud.

Si vemos que nuestro estado actual coincide, o podría coincidir, con una depresión, debemos acudir a un psicólogo y, mediante una entrevista previa, se valorará nuestro estado, habrá que comprobar si esta situación es la raíz de una enfermedad, una ruptura sentimental, una pérdida, o algo similar.

Dependiendo de las causas y los síntomas de la depresión, el tratamiento y la atención serán diferentes, pudiendo ser derivados a un psiquiatra si la situación lo requiere. Sobre todo, en casos extremos donde ha habido intentos de suicido y autolesiones graves.

Aconsejamos no tener vergüenza, se tratan de profesionales y lo que se cuenta en esa consulta es totalmente privado, nadie lo va a grabar ni a publicar en redes sociales, ni se va a burlar. Cuanto más sinceros seamos y más nos abramos, mejor evolucionaremos y más rápida será la recuperación.

Principales tratamientos de esta enfermedad mental

En resumen, hay una serie de tratamientos que son los más comunes, pero antes de llegar a ellos, lo mejor es interactuar con el especialista y responder a todas sus dudas. Nos costará varias sesiones, pero en pocas semanas, nos sentiremos mucho mejor.

  • Psicoterapia: a través de las sesiones con los psicólogos se intenta reconducir los pensamientos y corregir la forma de afrontar las situaciones. Se gana confianza porque nos sentimos apoyados, comprendidos, respetados y queridos.
  • Medicación: en muchos casos hay que acudir a los fármacos, pero sobre todo bajo vigilancia de alguien responsable y nada de excederse en las tomas. En estos casos se usan los famosos antidepresivos y ansiolíticos.

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