Los antojos no son solo «cosas de embarazadas», todos tenemos antojos durante el día o de vez en cuando. Lo común es que se antojen dulces o alimentos que tenemos más restringidos en nuestra dieta, ¿pero a nadie le ha pasado que se le ha antojado un poco de queso o unos mejillones? Que sí, que hay antojos muy raros y todo tiene relación con nuestro organismo. ¿Realmente sabes por qué se producen? La ciencia tiene la respuesta.
Los antojos, señales de nuestro organismo
Joseph Colella, médico y nutricionista estadounidense, realizó un estudio sobre cómo el organismo y el cerebro nos mandan señales (antojos), para llenar carencias nutricionales o informarnos de problemas médicos. Lo sé, estás alucinando. Lo cierto es que dependiendo de lo que te antoje, tu cuerpo estará demandando un nutriente u otro.
¿Se te antojan los dulces?
Podría ser el más común de todos, pero tener antojo constante de dulces puede ser un aviso de tener diabetes. No nos alarmemos, hasta que un médico no lo determine, no deberías asustarte. Quizá solo seas un goloso en potencia.
Lo que sí apunta Joseph Colella es que hay que prestar atención si el antojo va ligado a unas excesivas ganas de orinar.
Para el resto (y gran mayoría) de personas que tenemos ganas de dulces de forma puntual, puede significar cambios hormonales (mujeres), estrés o haber ingerido una gran cantidad de hidratos de carbono que te dejaron sin energía.
¿Helados y chocolates?
Cuando tenemos muchas ganas de comer chocolate es señal de que no estamos teniendo un buen día, que las mujeres están con la menstruación o estás embarazada. El chocolate favorece la liberación de endorfinas (hormonas de la felicidad) y lo tomamos como un aliado a sentirnos mejor.
Hay expertos que dicen que el antojo de chocolate puede deberse a una falta de magnesio en el organismo.
¿Te ha ocurrido que se te ha antojado un helado sin estar en verano? Puede aparecer cuando sufres problemas digestivos (acidez o reflujo). Es decir, el organismo los demanda porque los lácteos alivian este tipo de problemas.
¿Carne roja?
Lo más común es que si se te antoja comer carne roja, tengas un déficit de hierro. También es posible que ocurra cuando estás con la menstruación y tus niveles de hierro decrecen. Puedes tomar legumbres o frutas (ciruelas, higos) para seguir manteniendo tus niveles de hierro en sangre.
¿Queso?
Es posible que sea una señal de que nos faltan ácidos grasos esenciales, calcio o vitamina D.
No esperes a que tengas antojos
Al igual que no debemos esperar a tener sed para beber, con los antojos pasa lo mismo. Son una señal de déficit en algunos nutrientes, que llevando una dieta saludable y variada no deberían faltar.