La prediabetes no es ninguna tontería, es algo bastante serio, pero se puede revertir con algo de esfuerzo y varios cambios en nuestros hábitos de vida. Vamos a explicar cuáles son sus causas, los síntomas, los factores de riesgo, diagnóstico y cómo prevenirla.
Cuando se habla de diabetes, siempre creemos que eso queda muy lejos y nunca nos va a tocar, hasta que un día empiezas a encontrarte mal, tienes muchísima sed, hambre ansiosa y decides ir al médico. La prediabetes es algo real y muy serio, de hecho, según un estudio, la mayoría de prediabéticos terminan siendo diabéticos entre 2 y 5 años después del diagnóstico.
No todo está perdido, podemos detectarla a tiempo y poner remedio, pero lo mejor es acudir al médico para salir de dudas y encontrar consejo personalizado tras las pruebas pertinentes. Para evitar fluctuaciones y subidas de azúcar, lo mejor es llevar una dieta muy equilibrada y hacer ejercicio de forma regular, pero al final de este texto ya daremos algunos consejos para prevenir la prediabetes y revertirla.
¿Qué es la prediabetes?
Esto es la consecuencia de tener un nivel de glucosa alto en ayunas, pero sin llegar a ser tan alto como para identificarse como diabetes tipo 2. Según los expertos, si el paciente no se pone las pilas y cambia sus hábitos de vida, en menos de 5 años, será diabético tipo 2.
La diferencia entre diabético tipo 1 y tipo 2, es que el primero no se puede prevenir y es más común en niños y jóvenes, aunque también puede afectar adultos. La diabetes tipo 1 surge porque el cuerpo no produce insulina y es provocada por una reacción del sistema inmune. Mientras que la diabetes tipo 2, es más común en adultos y mayores, sí se puede prevenir y surge cuando el cuerpo produce poca insulina.
Al hacernos un análisis de sangre en ayunas, se puede observar el nivel de glucosa en sangre. Si es inferior a 100 mg/dl, es un nivel normal. Sin embargo, si aparece entre 100 y 125 mg/dl, se considera prediabetes. Si supera los 126 mg/dl, ya es diabetes. Para salir de dudas, nuestro médico tendrá que realizar algunas pruebas.
Causas
Las causas de la diabetes tipo 1 se desconocen en su totalidad, pero para la prediabetes y la diabetes tipo 2, sí se conocen. El páncreas produce una hormona llamada insulina que es la que ayuda a regular el azúcar en sangre, de forma que contribuye a que las células de nuestro cuerpo usen el azúcar como energía.
En el caso de tener prediabetes, la respuesta de la insulina no está siendo la correcta, por lo que el páncreas decide crear más insulina, y llega un punto en el que deja de fabricarla y los niveles de glucosa van subiendo y más cada vez hasta desarrollar diabetes tipo 2.
Como ya hemos dicho, podemos revertir la situación, aunque merece un gran esfuerzo y mediante un cambio casi radical de vida, introduciendo una dieta muy saludable y haciendo deporte moderado a diario.
Síntomas
Los síntomas de la prediabetes son claros y nosotros mismos podemos diagnosticarnos de manera «casera» leyendo el siguiente listado de sintomatología. Aunque lo mejor es acudir a un médico si tenemos cualquier mínima sospecha o notamos ciertas anomalías. Con un simple análisis de sangre podemos verlo claramente.
- Tener mucha sed.
- Boca seca.
- Aumento de la micción.
- Hambre ansiosa.
- Fatiga.
- Visión borrosa.
- Falta de equilibrio en algunas circunstancias.
Unido a los síntomas tenemos los factores de riesgo, y es que nuestra condición física o de salud, nos hace propensos a tener prediabetes, aparte de nuestro estilo de vida.
- Tener sobrepeso.
- Ser mayor de 40 años.
- Tener un familiar directo con diabetes tipo 2.
- Llevar una vida sedentaria.
- Haber sufrido diabetes gestacional.
- Tener síndrome de ovario poliquístico.
- Personas con apnea del sueño.
- El tabaquismo.
- Alimentación basada en carne roja y bebidas azucaradas.
- El tamaño de la cintura también es un indicativo de resistencia a la insulina. Cinturas de más de 100 cm en hombres y más de 90 cm en mujeres.
Diagnóstico
El diagnóstico de la prediabetes se hace mediante un simple análisis de sangre, si el nivel de glucosa sale menos a 100 mg/dl es un nivel normal. Si es entre 100 y 125 mg/dl, entonces es prediabetes.
No nos asustemos si sale entre 100 y 110 mg/dl, ya que puede deberse a que no han pasado las 12 horas en ayunas u otras alteraciones como beber agua antes de la analítica. Si aparece superior a 126 mg/dl, entonces somos diabéticos tipo 2.
Para identificar problemas de azúcar con un análisis básico, el doctor no se fijará solo en la glucosa, sino en todo el conjunto de parámetros. En caso de sospecha, el médico requerirá otras pruebas de glucosa:
Prueba de hemoglobina glucosilada (A1C)
En esta prueba se muestra el nivel promedio del azúcar en sangre en los últimos 3 meses. No solo esto, sino que se mide el porcentaje de glucosa junto con la proteína que trasporta el oxígeno que es la hemoglobina. Hay 3 niveles y cuanto más alto sea nuestro nivel de azúcar en sangre, mayor será la cantidad de hemoglobina con azúcar.
- A1C inferior a 5,7% es un nivel normal.
- A1C hasta 6,4% es prediabetes.
- A1C superior a 6,5% podría indicar diabetes tipo 2.
Prueba de tolerancia a la glucosa vía oral
Una prueba común utilizada para diagnosticar diabetes gestacional, y diabetes sin embarazo. Se hace recoge una muestra de sangre tras una noche de ayuno y después se ofrece una solución azucarada al paciente y tras dos horas de reposo, se vuelve a extraer sangre.
- Nivel inferior a 140 mg/dl es normal.
- Hasta 199 mg/dl es prediabetes.
- Superior a 200 mg/dl es diabetes tipo 2.
Tratamiento y prevención
Si tenemos prediabetes, el médico nos informará de una serie de cambios que tenemos que realizar en nuestro día a día y una serie de mejoras en nuestros hábitos de vida.
- Llevar una alimentación saludable.
- Evitar los ultrapocesados como bollería industrial, bebidas azucaradas, isotónicas, refrescos, zumos procesados, etc.
- Reducir drásticamente las comidas preparadas y ultracongeladas.
- Evitar los fritos y alimentos grasientos.
- Bajar de peso en caso de obesidad.
- No fumar.
- No tomar alcohol.
- Beber mucha agua.
- Aumentar la fibra.
- Tener una vida más activa y realizar algún tipo de deporte varias veces por semana. Preferiblemente actividades aeróbicas: natación, ciclismo, andar rápido, tenis, baile, patinaje, correr a ritmo moderado, etc.
Si cambiamos radicalmente nuestra vida, estaremos evitando la diabetes a largo plazo. Por eso los expertos hacen tanto hincapié en tener buenos hábitos de vida, ya que las tasas de diabetes en menores de 30 años se están disparando.
¿Se puede revertir?
Claro que se puede, pero no es seguro 100%, es decir, que intentar revertir la situación no nos da una certeza total de que nunca jamás vayamos a sufrir diabetes tipo 2. Para darle la vuelta a la tortilla, lo que hay que hacer es reducir el consumo de hidratos, azúcares vacíos, aumentar la ingesta de vegetales, reducir las carnes, tomar más fibra, beber mucha más agua, tomar mucha fruta fresca, eliminar los ultraprocesados y comidas ultracongeladas, etc.
En definitiva, hay que tener buenos hábitos de vida, y por supuesto hacer deporte varias veces por semana con una intensidad moderada, ya que la inactividad y la vida sedentaria aumentan las posibilidades de sufrir diabetes.