A todos nos gusta dormir y dormir bien, cómodos y muchas horas, pero a nuestro cuerpo no le sienta bien que durmamos 10 o 12 horas, ni tampoco le sienta bien que nos levantemos con el tiempo justo antes de ponernos a trabajar o estudiar, por eso es importante madrugar, porque, aunque pueda parecer algo poco agradable, está cargado de beneficios importantes.
Madrugar siempre se ha visto como un gesto de educación y ha estado mejor aceptado socialmente que el hecho de trasnochar y despertarnos tarde. Tanto es así que madrugar se ha identificado con el éxito, pero con el paso de los años el acto de madrugar ha oscilado entre diferentes horas y ha perdido un poco de respeto llegando a convertirse en algo incómodo y que nos hace infelices.
De hecho, a día de hoy, madrugar, dependiendo de la escala social, puede significar éxito o fracaso porque igual nos esperan 2 horas en trasporte público para llegar al trabajo. A pesar de las connotaciones negativas que rodean al termino de madrugar, sigue habiendo miles de cosas buenas, y, afortunadamente, se están poniendo de moda. Eso sí, tampoco es necesario levantarse a las 5 de la mañana, recordemos que tenemos que dormir entre 6 y 8 horas y al levantarnos tan pronto, no cumplimos casi ni con el mínimo.
Qué se considera madrugar
Según indica la RAE, el significado de madrugar es: levantarse muy temprano, especialmente al amanecer.
Para saber qué se considera madrugar debemos definir antes algunas cuestiones. La mañana corresponde a la primera parte del día. Asu vez, la mañana empieza al amanecer, y esa hora varía en función de la época del año. Por lo tanto, madrugar es adelantarse a la mañana y empezar el día desde la madrugada que es el intervalo de horas que hay entre las 12 de la noche y la hora del amanecer.
Hay quienes tiene asimilado despertarse una hora antes del tiempo necesario para llegar a tiempo, y en esa hora extra aprovechan para hacer tareas de casa, organizar el día, responder emails, desayunar tranquilos, dar un repaso ligero al temario, etc.
Luego están los que se lo toman muy en serio y deciden empezar su día de madrugada, a eso de las 5 de la mañana. Esto es algo que se ha puesto de moda, y debemos advertir que cada uno tiene sus ritmos de actividad cerebral y descanso. Es decir, que mucha gente madrugue, no quiere decir que a nosotros nos siente bien, puesto que a lo mejor somos más productivos a partir de las 7 de la mañana, o preferimos hacer cosas hasta la 1 de la madrugada y después dormir del tirón hasta que suele el despertador a las 8.
Solo nosotros nos conocemos y sabemos qué nos sienta bien y cuales son nuestros límites. Es por esto por lo que debemos evitar adaptarnos a este tipo de modas, otra cosa es adaptarnos al horario de clases o del trabajo, si es lo que queremos hacer, debemos pasar por ese aro…
Qué podemos hacer cuando madrugamos
Madrugar es muy beneficioso, tal y como veremos en el siguiente apartado y también nos permite disfrutar más del día, pero volvemos a advertir que no debemos sacrificar nuestras horas de sueño, ya que un buen descanso es primordial para la salud, tanto física como psicológica, llegando incluso a padecer depresión si no dormimos bien.
Algunas de las cosas que podemos hacer si madrugamos son:
- Yoga.
- Estiramientos.
- Meditación.
- Deporte intensivo.
- Baño relajante o ducha fresquita.
- Limpieza y orden de la casa.
- Luvia de ideas.
- Organizar el día.
- Revisar el trabajo que va a salir ese día.
- Salir a pasear.
- Estudiar, adelantar trabajo o tareas similares.
- Responder correos.
- Tomar un buen desayuno.
- Cocinar todas las comidas de ese día y posteriores.
- Repasar los objetivos cumplidos y los que faltan.
La cuestión es priorizar nuestro bienestar y aprovechar al máximo las horas. Es importante conocer nuestras horas pico, que son aquellas en las que tenemos más energía y las horas en las que flaqueamos y nuestro cuerpo nos dice de descansar ya.
También debemos tener claro que madrugar es apto para un horario laboral o estudiantil que de media finaliza sobre las 3 de la tarde. Si nuestro horario de trabajo finaliza a las 7 de la tarde o a las 9, no es buena idea llevar despiertos yantas horas, ya que llegaremos al final de la jornada sin energía, posiblemente malhumorados y estresados y muy tristes.
Principales beneficios de madrugar
Si nos gusta madrugar, o si queremos probarlo, tenemos que saber que está lleno de beneficios que vamos a describir a continuación.
Mejora la calidad del sueño
Creemos que por dormir más horas descansamos mejor, y no es del todo cierto. Muchas veces dormimos 7 u 8 horas y nos levantamos como si no hubiésemos descansado ni un minuto, y otras veces, en cambio, dormimos 5 horas y estamos llenos de energía y súper descansados.
Otro aspecto muy importante del descanso es el despertador. Posponer la alarma no ayuda en absoluto, ya que la fase REM es la fase en la que se obtiene el descanso, por lo que si interrumpimos cada poco minuto por la alarma el descanso será nulo y las consecuencias serán malhumor, cansancio, agotamiento y dolor de cabeza, entre otros. Lo mejor es despertarse de un tirón con la primera alarma.
La rutina debemos iniciarla poco a poco y empezar a irnos a la cama temprano. No decimos a las 10 de la noche, pero siempre antes de las 00:00, en base a esto, cada uno sabrá a qué hora debe dormirse. Al principio nos costará dormirnos, incluso nos despertaremos a lo largo de la noche, y puede que tengamos mucho sueño al levantarnos, pero eso es por falta de costumbre.
A medida que nos acostumbremos, ya casi no necesitaremos ni alarma y cuando se acerque a hora de dormir, estaremos agotados de todo el día despiertos y sin parar quietos.
Evita la depresión
Algo muy importante de madrugar es que podría evitarnos sufrir episodios de depresión. La gran mayoría de pacientes con depresión sufren de insomnio, por lo que regular de forma natural los ciclos circadianos podría ayudar a vencer la depresión.
La depresión afecta a cientos de miles de personas en todo el mundo y es una sensación de pesimismo, tristeza crónica y pérdida de interés por todo que nos inunda. Esta enfermedad se combate con psicoterapia y con fármacos.
Acostarse a las 11 de la noche, en lugar de más allá de las 12 o la 1, incluso, puede minimizar el riesgo de sufrir depresión en hasta un 40% en personas que dicen tener un horario nocturno, según un estudio publicado en JamaNetwork.
Mejora la productividad
Al acostarnos a una hora decente y madrugar estamos consiguiendo ser más productivos, disfrutar más de nuestro tiempo libre y convertirnos en personas más organizadas. Al tener más tiempo para organizar el trabajo, el resto de la jornada lo haremos con más calma, sin prisas y sin agobios por no llegar.
En ese tiempo extra podemos realizar tareas rápidas como responder correos, comprobar las publicaciones, terminar lo del día anterior, organizar el día o la semana, prepararnos la reunión, etc. O, si hemos descansado bien, estaremos llenos de energía, por lo que aconsejamos hacer tareas pesadas en esos primeros momentos de la mañana, para que el resto del día sea más fluido y no tan pesado porque poco a poco la energía se irá agotando.
En este apartado entra la fuerza de voluntad, el hecho de madrugar, es un acto de fuerza de voluntad, como también lo es realizar a primera hora las tareas que menos nos gustan, porque estaremos más concentrados y despejados para hacerlas rápido y sin quejarnos.