Si eres una persona deportista al que le han diagnosticado cáncer de próstata, seguramente te estás preguntando qué va a pasar con tus entrenamientos. Los tratamientos pueden influir en tu capacidad física, pero no implica que debas dejar de hacer ejercicio durante y después de ellos. Está comprobado que ser más activos puede mejorar tu calidad de vida.
La actividad física siempre es positiva en personas con cáncer, aunque la clave está en no exagerar.
Beneficios del ejercicio sobre el cáncer de próstata
Este tipo de cáncer aparece en la glándula pequeña ubicada debajo de la vejiga y frente al recto. Es uno de los más comunes, pero crece tan lentamente que que el tratamiento no tiene por qué hacer que una persona viva más tiempo. Hay quienes prefieren esperar y controlarlo a lo largo del tiempo con el médico para evitar terapias agresivas.
Aun así, hay algunos cánceres que se propagan de forma rápida y necesitan una terapia directa. Los tratamientos más comunes incluyen la terapia hormonal, radioterapia, cirugía o una combinación de todas.
Las últimas investigaciones aseguran que practicar ejercicio físico puede reducir el riesgo de muerte. También se encontró que hacerlo de manera vigorosa puede reducir el riesgo de morir por este tipo de cáncer. Es decir, aquellos que hicieron al menos 3 horas de ejercicio vigoroso a la semana, tenían un 61% menos de posibilidades.
Otro estudio encontró que las personas con este tipo de cáncer que eran físicamente activas, habían sobrevivido al menos 2 años más que el resto de sus compañeros inactivos.
Además, practicar ejercicio también favorece a protegernos de enfermedades cardíacas, sobre todo cuando se está realizando un tratamiento de privación de andrógenos.
La ciencia también muestra que las personas que tienen este tipo de cáncer pueden obtener otras ventajas de practicas deporte.
Menos efectos secundarios en la cirugía
La cirugía de cáncer de próstata se realiza mediante laparoscópica, haciendo un pequeño corte en el abdomen.
Si tienes el abdomen más débil, cualquier incisión se vuelve más débil y existe un mayor riesgo de aparición de hernia. Además, cuando te recuperes usarás tu abdomen para levantarte de la cama o del sillón. Por lo que cuanto más fuerte lo tengas, más fácil será la recuperación.
Un suelo pélvico más fuerte
El ejercicio puede ayudar a fortalecer la zona del suelo pélvico, que es común que se debilite después de la radioterapia y la cirugía.
Entrenar los músculos del suelo pélvico puede tratar la incontinencia urinaria después de una cirugía. Para ello, lo mejor es hacer ejercicios de Kegel.
Tendrás huesos más fuertes
Un estudio asegura que el ejercicio de resistencia de alta intensidad puede mejorar la masa ósea en personas que pasan por una terapia hormonal. Así que puedes seguir haciendo tus entrenamientos de HIIT de manera controlada.
Mejorará tu estado de ánimo
El ejercicio tiene poderes maravillosos en la salud mental. Varios estudios aseguran que pueden aliviarse sentimientos de depresión asociados con este tipo de cáncer.
¿Existen peligros de hacer ejercicio con cáncer de próstata?
Siempre que hagas actividad física de manera segura y sin excederte, no existe motivos para evitar ser activo si tienes cáncer. El ejercicio es seguro en cualquiera de las fases. Es cierto que seguramente tengas que reducir la intensidad, pero no existen peligros.
También debes tener en cuenta que si te acabas de someter a una cirugía, no se recomienda montar en bicicleta en los 2 meses siguientes. Básicamente por la postura del perineo y del sillín.
Y es normal también que necesites algunas semanas para recuperarte después de pasar por un quirófano. Pero eso no significa que debas quedarte postrado en la cama. Hay profesionales de la salud que animan a andar la misma noche de la cirugía, ya que eso mejora la recuperación.
No obstante, si te excedes dentro de tus posibilidades estás exponiéndote a otro tipo de contratiempos, como lesiones ortopédicas. Hay que ser razonable con el volumen y la intensidad. Lo ideal es trabajar con un entrenador personal o un fisioterapeuta, que además coordine los ejercicios con tu médico.
¿Cuáles son los mejores ejercicios?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda practicar entre 150 y 300 minutos de ejercicio a intensidad moderada, o entre 75 y 150 minutos de actividad vigorosa durante la semana.
Como decíamos antes, algunos profesionales de la salud animan a que los pacientes comiencen a andar seguidamente de haberse operado. A partir de ahí deberás aumentar progresivamente tu ejercicio físico.
Los mejores ejercicios para personas con cáncer de próstata pueden incluir:
Aeróbico (cardio)
- Caminar
- Correr o trotar
- Montar en bicicleta
- Entrenamiento elíptico
- Nadar
Entrenamiento de fuerza
- Entrenamiento con pesas
- Ejercicios de resistencia
- Entrenamiento de peso corporal
Ejercicios de estiramiento
- Yoga
- Tai Chi
- Pilates
- Extensión
Las sesiones de estiramiento pueden favorecer particularmente a las personas que han recibido algún tipo de tratamiento. Cualquier terapia suele estar acompañada de tensión muscular, por pasar muchas horas tumbado o en un sofá. Esto provoca acortamiento de los músculos, por lo que realizar estiramientos mejora la movilidad y abre las articulaciones.
También se recomienda la práctica de ejercicio al aire libre y en zonas verdes para interactuar con la naturaleza.