Es habitual que experimentemos molestias en los pies durante y/o tras el entrenamiento. En ocasiones, sentimos dolor tras levantar peso, rozaduras o ampollas. Siempre y cuando no se trate de una lesión importante, hay algunas medidas que podemos tomar para aliviarlas y sentirnos más cómodos.
Nuestros entrenamientos cada vez son más completos y están repletos de ejercicios de diferentes intensidades. Es lógico que nuestros pies sufran las consecuencias. Saltos, carreras, pesas, cambios bruscos del sentido de la marcha, impacto contra el suelo… Nuestros pies nos responden, pero piden a gritos que los cuidemos.
Índice
Aspectos a tener en cuenta para mejorar el estado de nuestros pies
Cortar las uñas correctamente
Aunque parezca muy básico, no todo el mundo corta sus uñas de la manera adecuada. Por ello, éstas pueden clavarse en nuestra piel, provocándonos heridas, uñeros y un intenso dolor en la zona. Para evitar que esto ocurra, debemos cortarlas rectas. Si lo hacemos de forma redondeada, muy a ras de la piel, es probable que, al crecer, los picos se claven en la carne, ocasionando algún que otro problema. Cuando sentimos dolor en esta zona, ponernos las zapatillas y emprender la marcha resulta muy incómodo. Así que, ¡más vale prevenir!
Escoger bien el calzado
Sí, es algo obvio, pero entonces, ¿por qué sigues utilizando esas zapatillas que te hacen siempre rozaduras? Elige un calzado adecuado a la actividad que realizas. Hoy en día hay muchas opciones para cada disciplina y con gran variedad de precios. A veces es necesario invertir un poquito más, para cuidar la salud de nuestros pies; más allá de marcas, busca la calidad. Hay lugares especializados en los que analizan tu pisada para recomendarte el que más te conviene.
Utilizar los calcetines adecuados
Tan importante es encontrar el calzado idóneo, como los calcetines. Y es que a veces creemos que cualquier calcetín vale, y no. Sé cuidadoso con ellos y elígelos sin costuras, de un tejido transpirable y de gran comodidad. Estarás de acuerdo con nosotros en que hay calcetines y calcetines, y las sensaciones distan muchísimo entre unos y otros.
Baños de sal marina
Tras el entrenamiento, los baños de agua templada con sal marina resultan muy reconfortantes. Además de desinflamar la zona, tienen propiedades cicatrizantes que ayudan a cuidar las rozaduras, ampollas o pequeñas heridas que puedas tener. Si tienes ampollas, recuerda no quitarles la piel. Cúralas y deja que sigan su proceso de sanación. Si es posibles, deja que permanezcan al aire. Asimismo, los baños de contrastes, también tienen propiedades antiinflamatorias y, en muchas ocasiones, evitan la aparición de ampollas.