Los espolones calcáneos son el resultado de la formación de calcificaciones alrededor del hueso del talón del pie. Esta afección es bastante frecuente y se presenta con frecuencia junto con la fascitis plantar, que es responsable del dolor que experimentan las personas afectadas, especialmente al caminar. Por lo tanto, es esencial consultar a un médico para recibir el tratamiento adecuado.
En este artículo vamos a contarte cuáles son los pasos a seguir para quitar un espolón.
¿Qué es exactamente un espolón calcáneo?
Un espolón calcáneo, también conocido como espolón óseo, es un crecimiento óseo que se extiende desde la parte inferior del talón y se produce en la unión donde el hueso del talón se une al ligamento que se extiende entre el talón y el antepié, conocido como fascia plantar.
Aproximadamente el 15% de la población se ve afectada por espolones calcáneos. Esta protuberancia ósea se desarrolla como una respuesta protectora natural del cuerpo a la tensión y tracción continuas ejercidas sobre la fascia plantar, que se adhiere al calcáneo. Con frecuencia, los espolones calcáneos surgen de una fascitis plantar crónica, una inflamación continua del tejido fibroso que cubre la planta del pie.
El espolón se caracteriza por una forma triangular o de lanza y está claramente ubicado en la parte inferior del talón. Es importante destacar que, contrariamente a los conceptos erróneos comunes, el espolón calcáneo no causa directamente dolor en el talón. En cambio, sirve como una indicación de un problema subyacente, como la fascitis plantar, que es responsable del estrés y el daño en esa región.
Los espolones calcáneos generalmente se manifiestan después de los 40 años y son más frecuentes entre las personas con pies planos o cavos. Otros factores de riesgo incluyen el sobrepeso y la realización de actividades deportivas en superficies duras con calzado inadecuado.
¿Qué factores contribuyen al desarrollo de los espolones calcáneos?
Las causas principales suelen estar asociadas con la configuración del pie. Por lo tanto, las personas con pies muy arqueados tienen un mayor riesgo de desarrollar espolones calcáneos. Esta afección también se manifiesta en personas con sobrepeso y en aquellas que realizan movimientos bruscos del pie. Además, las personas con pie plano pueden experimentar una mayor tensión en la fascia plantar, lo que puede contribuir a la formación de estos espolones.
¿Es posible prevenirlo?
La prevención de los espolones calcáneos depende de la prevención exitosa de la fascitis plantar. Para lograr este objetivo, es esencial un examen completo tanto del pie como de tu huella. Si se detecta alguna anomalía, es necesario crear una plantilla personalizada diseñada para corregir el desequilibrio presente en la marcha y mejorar la distribución del peso.
Pasos a seguir para quitar un espolón
Si sospechas de la presencia de un espolón en el pie, pide una cita con un podólogo o un médico especialista para una evaluación y confirmación del diagnóstico. No esperes hasta que el dolor impida tu capacidad para realizar actividades diarias, como caminar, sino que busques atención médica al inicio de los síntomas para que se pueda realizar un examen y las pruebas adecuadas.
Para eliminar los espolones, es imprescindible que el pie o los pies permanezcan en reposo. Si realizas actividades como bailar o hacer ejercicio físico, es recomendable disminuir la intensidad o suspender estas actividades temporalmente. Además, es importante entender que reducir esta protuberancia del hueso del talón no es una tarea sencilla y, en ocasiones, puede requerir una intervención quirúrgica. Para aliviar el dolor y la inflamación asociados con el espolón, se recomienda la aplicación de hielo. Asegúrate de que la bolsa de hielo esté envuelta en un paño o gasa antes de colocarla en el área afectada para evitar el contacto directo con la piel o, como alternativa, utiliza compresas frías reutilizables. La constancia es clave al aplicar frío en la región dolorida. De lo contrario, es posible que no se obtengan los resultados deseados.
Uso de plantillas
El uso de plantillas ortopédicas puede proporcionar apoyo durante el tratamiento del espolón, ya que permiten que el pie descanse sobre la plantilla en lugar de hacerlo directamente sobre el zapato. Las plantillas diseñadas para este fin cuentan con una zona más blanda en la zona del talón, lo que proporciona amortiguación en cada paso y alivia las molestias asociadas al espolón. Es fundamental consultar a un médico o especialista en ortopedia para obtener recomendaciones sobre las plantillas más adecuadas para su situación específica.
Además, el uso de almohadillas para el talón y la selección de calzado con tacones suaves pueden mejorar aún más la reducción de la inflamación que rodea al espolón, disminuyendo así el dolor en esa zona. Es importante recordar que nuestros pies soportan todo el peso de nuestro cuerpo durante todo el día, por lo que es necesario prestar una atención especial a su cuidado.
Tratamientos de fisioterapia
Los tratamientos de fisioterapia suelen ser beneficiosos para abordar este problema relacionado con los pies. Es recomendable buscar la orientación de un profesional médico para indicar el curso de acción adecuado. También existen ejercicios diseñados para tratar el espolón calcáneo que se pueden realizar de forma independiente en casa.
Medicamentos
Para las personas que experimentan un dolor significativo debido a la inflamación de los tejidos blandos que encierran el espolón calcáneo, generalmente se prescriben medicamentos antiinflamatorios y analgésicos, siempre bajo la supervisión de un médico. La automedicación está totalmente desaconsejada, ya que las repercusiones de tales acciones pueden provocar efectos adversos graves, especialmente cuando se combinan con otros medicamentos.
Intervención quirúgica
En situaciones en las que los tratamientos mencionados anteriormente no logran aliviar el dolor asociado con los espolones calcáneos, el podólogo o el médico tratante pueden concluir que la intervención quirúrgica es la única opción viable. Para facilitar esto, es fundamental evaluar la progresión del espolón calcáneo, principalmente a través de imágenes de rayos X, antes de proceder con el procedimiento quirúrgico adecuado.
Es importante destacar que las personas con sobrepeso u obesidad tienen una mayor susceptibilidad a la formación de espolones calcáneos en los huesos calcáneos. Por lo tanto, la pérdida de peso será fundamental para mitigar los síntomas de esta afección. Además, los atletas representan otro grupo demográfico con mayor riesgo de desarrollar espolones calcáneos, lo que requiere el cese de sus actividades físicas.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre cómo quitar un espolón.