El embarazo es señal de buenas noticias y las futuras madres deben hacer todo lo posible para mantenerse sanas durante la gestación. El ejercicio físico en este proceso es un tema de disputa, con muchos argumentos en contra y a favor. ¿Podríamos considerar el embarazo un ejercicio en sí? Por suerte, cada vez son más las embarazadas que introducen la actividad física, incluso prefieren no alterar demasiado la rutina de ejercicios que venían haciendo previamente.
Ciertamente, existen muchas formas de ejercicio que pueden considerarse un poco agresivas y se recomiendan no realizarlas durante el embarazo. En cambio, la natación es uno de los mejores deportes, por no decir el mejor. Al ser una actividad de muy bajo impacto, las embarazadas se enfrentan a un deporte totalmente seguro, en el que el agua soporta gran parte del peso y se reduce la carga en la columna vertebral y tren inferior.
¿Por qué la natación es el mejor deporte para embarazadas?
Si algo sobre sale de sus virtudes es que no se necesitan grandes adaptaciones conforme vaya creciendo la barriga, ni es necesario tomar mayor seguridad. Las embarazadas pueden mantener un nivel de actividad normal, ya que lo que tienen que hacer es adaptarse a su nuevo cuerpo.
Las precauciones que se deben tomar en natación son prácticamente las mismas a las que hacemos en cualquier ejercicio. Deben mantenerse bien hidratadas y realizar una actividad que se mantenga en un rango de 120-140 pulsaciones por minuto, para evitar un sobre esfuerzo. No existe ningún estilo de natación más seguro que otro, pero lo que no se recomienda es el buceo.
Incluso también hemos escuchado que se debe evitar nadas en piscinas con cloro, aunque hay expertos que aseguran que no supone ningún peligro.
La natación mejora la capacidad aeróbica de la futura mamá y alivia considerablemente las náuseas matutinas, por lo que se consigue una mayor sensación de bienestar.
Posiblemente, durante el primer trimestre, la natación te resulte un poco difícil y te cueste lograr 30 minutos de entrenamiento. No importa, vas a notar un gran alivio en tu fatiga y malestar físico. Conforme pasen las semanas, irás a mejor, aumentará tu energía y tendrás ganas de meterte en la piscina todos los días. Si te animas, puedes combinarlo con rutinas de bicicleta estática y entrenamiento de fuerza.
Muchas mujeres nunca han sido nadadoras, a pesar de realizar ejercicio físico, y descubren que se sientes mucho más seguras y cómodas bajo el agua. También, el feto se beneficia de los momentos de calma que aporta el agua.
Haz natación en cualquier mes de embarazo
La natación mantiene saludable a las madres y también evita algunos “efectos secundarios” del embarazo, como las náuseas mañaneras, el aumento de peso excesivo o la pereza.
Así que debes tener en cuenta lo siguiente:
- Haz ejercicio durante el embarazo, sobre todo natación.
- Mantente hidratada durante el entrenamiento.
- Nada de la forma en la que quieras, incluso puedes introducir giros.
- Olvídate de bucear en la piscina.
- No sobrepases la frecuencia cardíaca de 140 pulsaciones por minuto durante el ejercicio.
- Disfruta de ese ratito en el agua.