Todos nos hemos sentido alguna vez con la tripa hinchada. Algunas veces son más casos puntuales y otras más de continuado. Muchas personas se preguntan por qué siempre andan con la tripa hinchada y cuáles son las posibles razones de ello.
Por ello, en este artículo vamos a contarte cuáles son las principales razones por las que tienes la tripa hinchada todo el tiempo y cómo prevenirlo.
Tripa hinchada
La prevalencia estimada de esta afección es aproximadamente del 20 al 25% de la población. Según Susana Jiménez Contreras, especialista de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), se observa con mayor frecuencia en mujeres y personas con síndrome de intestino irritable o estreñimiento funcional. Si bien es importante descartar patologías subyacentes potencialmente graves que puedan provocar distensión abdominal, José María Alberdi, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja y del Hospital Virgen del Mar, señala que en la mayoría de los casos no es indicativo de una condición grave. Los factores psicológicos, junto con el estilo de vida y el estrés, juegan un papel importante en la percepción de la distensión. Vale la pena mencionar que muchos pacientes que reportan sentirse hinchados en realidad no tienen más gases que aquellos que no experimentan tales síntomas.
Según Alberto Cerpa, especialista en aparato digestivo del Centro Médico Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED), el principal factor que contribuye a la distensión abdominal es la presencia de aire o gas en el tracto digestivo. Esto puede ocurrir por diversos motivos como consumir bebidas carbonatadas, mascar chicle o comer apresuradamente, lo que resulta en un aumento del aire tragado. Además, la producción de gases en el intestino puede aumentar debido a alteraciones en la flora intestinal o a una absorción inadecuada de los alimentos. Otros factores que pueden contribuir a la distensión abdominal son la acumulación de heces en el intestino, líquido intestinal, el sobrepeso, el sedentarismo, el vaciado intestinal lento y las alteraciones de la sensibilidad intestinal.
Cerpa destaca que los hábitos de vida tienen el mayor impacto en la aparición de distensión abdominal, una condición que se ha vuelto más frecuente en las últimas décadas debido a los cambios en el estilo de vida. Factores como el aumento de las tasas de obesidad, el mayor consumo de alimentos ultraprocesados, la falta de actividad física, el estrés y el tiempo limitado para las comidas se encuentran entre los factores de influencia más notables.
Los principales culpables de la hinchazón son las grasas, así como ciertas frutas y verduras. Sorprendentemente, incluso los alimentos que normalmente se consideran saludables pueden contribuir a esta sensación incómoda. Por ello, no se recomienda eliminar estos alimentos de la dieta sin la orientación de un profesional médico. Según Alberdi, “las frutas, verduras, legumbres y cereales son ricos en fibra”, que es un nutriente que el ser humano no puede digerir. En cambio, la responsabilidad de descomponer esta fibra recae en las bacterias de nuestro intestino, lo que resulta en la producción de diversos gases durante el proceso de digestión.
Enfermedades y tripa hinchada
Hay una variedad de enfermedades que tienen el potencial de provocar este síntoma en particular. Varias patologías notables pueden identificarse por la presencia de un abdomen distendido como síntoma importante. Vamos a ver cuáles son:
- Una condición caracterizada por un intestino irritable, comúnmente conocida como síndrome del intestino irritable.
- La enfermedad celíaca
- La condición de intolerancia a la lactosa
- La condición conocida como síndrome de sobrecrecimiento bacteriano, o SIBO para abreviar, se refiere al crecimiento excesivo de bacterias en el cuerpo.
- Si bien es menos común, también puede servir como un síntoma que sugiere la presencia de cáncer de ovario o problemas hepáticos, junto con otras enfermedades.
El proceso de diagnóstico depende en gran medida de la realización de un examen físico exhaustivo. Según Alberdi, un especialista puede ganar tranquilidad con solo tocar el abdomen de un paciente y observar que éste luce normal, sin signos de distensión ni agrandamiento de órganos. Esta evaluación inicial proporciona información valiosa. Para aliviar aún más las dudas, se puede realizar un análisis de sangre, comprobando indicadores como anemia o inflamación. Combinando estos dos métodos de diagnóstico, se puede obtener una imagen más clara del estado del paciente.
Indicaciones de que el vientre está hinchado y puede requerir atención
La mayoría de los casos que involucran distensión abdominal no se deben a ninguna dolencia grave. Sin embargo, a menudo resulta complicado determinar si el problema se debe a hábitos de vida poco saludables o a una enfermedad más grave. En caso de duda, siempre se recomienda consultar a un médico. Además, el objetivo no es sólo prevenir enfermedades graves sino también mejorar la calidad de vida siguiendo los consejos de médicos de familia, especialistas del aparato digestivo y dietistas-nutricionistas.
A menudo se justifica la consulta cuando los expertos identifican ciertos rasgos y síntomas que indican la necesidad de asesoramiento profesional:
- A medida que la distensión abdominal continúa empeorando.
- En caso de que no haya mejoría después de una noche de descanso.
- En el caso de que los síntomas persistan incluso después de realizar ajustes en los hábitos de vida.
- Cuando se acompaña de síntomas adicionales como diarrea, estreñimiento, pérdida de peso involuntaria, presencia de sangre o moco en las heces, dolor abdominal, disminución del apetito o saciedad temprana.
Cómo prevenir la tripa hinchada
Estas son algunas sugerencias útiles para prevenir y tratar la hinchazón abdominal. Jiménez destaca la importancia de modificar los hábitos higiénico-dietéticos para el adecuado tratamiento de la distensión abdominal, independientemente de que exista o no una patología subyacente.
En numerosos casos, las recomendaciones de los expertos implican limitar el consumo de alimentos que producen gases y mantener un estilo de vida activo para prevenir la aparición de gases. En los casos en los que la causa sea la mala absorción de algún nutriente, puede bastar con reducir o eliminar su consumo, dependiendo de la situación concreta.
Para aliviar potencialmente los síntomas, puede ser beneficioso disminuir el consumo de alimentos específicos que producen gases, como legumbres, repollo, cebolla, brócoli y alimentos integrales. Sin embargo, como estos alimentos son nutritivos, es fundamental realizar cualquier ajuste en la dieta bajo la guía de un profesional médico o un dietista-nutricionista. Como parte de sus recomendaciones, los expertos aconsejan realizar pruebas individuales para determinar si los síntomas mejoran, tal y como aconseja Cerpa.
En los casos en que el problema sea específico, existen medicamentos disponibles que pueden resultar beneficiosos para aliviar las flatulencias.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre la tripa hinchada todo el tiempo y qué se puede hacer respecto a ello.