Hemos oído hablar de sudores fríos, sudores nocturnos y tal vez incluso sudores nerviosos, pero ¿cuánto sabemos sobre los sudores de la caca? Este es el término coloquial para cuando sudamos y/o nos sentimos mareados durante una evacuación intestinal.
Tampoco suele ser motivo de preocupación, aunque seguro que puede resultar confuso. Esto es lo que debemos saber sobre los sudores de la caca, desde las causas hasta los posibles remedios.
¿Qué son?
Los síntomas asociados con los sudores de caca, que incluyen sudoración, mareos o aturdimiento, calor y, a veces, náuseas al defecar, provienen de un reflejo primitivo normal que involucra al nervio vago, que corre entre el cerebro y el abdomen.
Cuando algo estimula el nervio vago, provoca una disminución de la frecuencia cardíaca y una dilatación de los vasos sanguíneos, lo que provoca una caída significativa de la presión arterial y, a su vez, conduce a una disminución del flujo sanguíneo al cerebro.
Esto también se conoce como síncope vasovagal y es el culpable de los sudores al hacer caca. Si es lo suficientemente significativo, incluso puede provocar que te desmayes. Si se activa, puede disminuir la presión arterial y la frecuencia cardíaca y hacer que nos sintamos mareados. En algunos casos, puede haber una afección médica subyacente, como una afección neurológica (que afecta el cerebro o los nervios), que puede causar que una persona experimente estos síntomas.
Después de un episodio de síncope vasovagal, muchas personas sentirán náuseas, mareos y mucho cansancio durante algunas horas. A veces, estos síntomas pueden durar un día o incluso más. Hasta que estos síntomas desaparezcan, corremos el riesgo de volver a sudar o desmayarnos. Por lo tanto, se recomienda evitar conducir, subir escaleras o hacer cualquier cosa que pueda ser peligrosa.
Causas
Sudar al hacer caca puede ser más habitual de lo que pensamos. Muchos de esos orígenes pueden suceder varias veces en la vida. Es importante conocer la causa para evitarlos.
Estreñimiento
No hay una razón específica para sudar durante la defecación, pero una de las causas más comunes es el estreñimiento, que se estima que padecen 33 de cada 100 adultos mayores de 60 años.
Mientras empujamos, inhalamos profundamente y empujas, lo que disminuye la cantidad de sangre que regresa al corazón y, por lo tanto, la cantidad de sangre que sale de él. Los receptores de presión en los vasos sanguíneos de tu cuello detectan el aumento de presión debido al esfuerzo y desencadenan una disminución de la frecuencia cardíaca para disminuir la presión arterial. Esta presión arterial baja puede provocar sudoración, mareos y desmayos.
Enfermedades crónicas
Si padeces ciertas afecciones crónicas, como el síndrome del intestino irritable (SII) puedes ser más propenso a experimentar esta respuesta vasovagal. Las personas con este síndrome tienen hipersensibilidad a sus vísceras u órganos en su abdomen, lo que puede desencadenar una hiperrespuesta que conduce a una respuesta vasovagal.
Aunque el estreñimiento y el SII son desencadenantes más comunes, también hay otros culpables. Uno son los medicamentos. La categoría clásica son los medicamentos que se describen como que tienen ‘propiedades anticolinérgicas’, que incluyen medicamentos para la presión arterial, medicamentos para espasmos y medicamentos para la vejiga hiperactiva, por nombrar algunos.
Otro desencadenante que vale la pena mencionar es el miedo a sufrir lesiones corporales o malestar asociado con la evacuación intestinal, lo que puede provocar la estimulación del reflejo vasovagal. De hecho, la angustia emocional extrema puede provocar un síncope vasovagal.
Alimentación
Si recientemente comiste alimentos picantes, tampoco es raro experimentar sudoración durante una evacuación intestinal al día siguiente. Para cuando los alimentos llegan a los intestinos, todavía tienen capsaicina (el componente activo de los chiles), que se une a nuestros receptores TRPV1. Estos receptores detectan calor en varias partes del cuerpo, incluido el ano, lo que le indica al cerebro que el cuerpo necesita sudar para enfriarse.
Reflejo vasovagal
Si el nervio vago se estimula repentinamente, pueden ocurrir varios cambios en el cuerpo. Estos pueden ser signos de advertencia temprana de un desmayo, lo que hace que pierdas el conocimiento temporalmente. Algunos de los síntomas más habituales son:
- Mareos o sensación de desmayo o aturdimiento
- Sentirse repentinamente cálido y sudoroso o como si tuviera la piel fría y húmeda.
- Visión borrosa o visión de túnel (oscuridad en la periferia de su visión)
- Sensación de náuseas
- Zumbido en los oídos
- Ponerse pálido
Debido a que estos síntomas a veces pueden ser causados por otra afección, se lo debemos comentar a un médico para que podamos obtener una evaluación adecuada.
¿Son peligrosos estos sudores?
En la mayoría de los casos, especialmente en los jóvenes, los sudores en las heces son un fenómeno benigno. Aún así, es increíblemente importante estar atento a sus síntomas. Si tienes más de 50 años, problemas cardiovasculares o una anomalía del suelo pélvico, debes hacerte una evaluación para descartar una afección más grave.
Los expertos también recomiendan prestar atención a la aparición y frecuencia de los sudores cuando vayas a defecar. Si esto es algo nuevo para ti, es más preocupante.
Si tienes 40 años y esto sucede cada vez que estás estreñido y te esfuerzas desde los 20, es menos probable que esto sea una preocupación que si esto comienza entre los 60 y 70. Además, si esto es algo que sucede una vez cada pocos años, es menos preocupante que si sucede algunas veces a la semana.
¿Cómo evitar?
Si crees que los sudores pueden ser causados por cierto medicamento que está tomando, habla con tu médico. Un nuevo medicamento puede tener efectos secundarios que pueden afectar a tu capacidad para evacuar (defecar) o que alteren tu movilidad intestinal.
También es posible que desees considerar cómo tu dieta puede desempeñar un papel en la contribución a tu estreñimiento, si esa es la causa de los sudores.
Se recomienda asegurarte de comer suficientes alimentos con alto contenido de fibra, incluidas frutas como peras, mangos y manzanas, así como legumbres (piense en frijoles, guisantes) y nueces. La fibra puede ayudar a producir heces más voluminosas que son más fáciles de evacuar, lo que puede conducir a un menor esfuerzo.
Beber suficiente agua también es importante para ayudar a estimular el flujo de tu tracto digestivo.
Si estás en el baño durante varios minutos y no sucede nada, trata de no presionar, tanto en sentido figurado como literal. Si lo haces, podrías provocar un esfuerzo que desencadena la respuesta vasovagal y te lleva a la situación que estás tratando de prevenir.
Tratamiento
Las personas que tienen un único episodio único de síncope vasovagal generalmente no necesitan ningún tratamiento médico. Pero si hemos tenido episodios recurrentes, es probable que queramos encontrar un tratamiento. Estos episodios de sudor al hacer caca pueden ocurrir en los momentos más inconvenientes o poco prácticos y pueden perturbar en gran medida la vida. Aunque el síncope vasovagal no pone en peligro la vida, las lesiones que resultan de las caídas pueden ser peligrosas.
Medicamentos
Los medicamentos pueden ayudar a regular la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y los que pueden ayudar a tratar el síncope vasovagal incluyen:
- Fármaco que provoque el estrechamiento (constricción) de los vasos sanguíneos
- Disopiramida: un fármaco antiarrítmico que regula los latidos del corazón
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina: un tipo de antidepresivo
Ejercicios
Algunas personas han podido detener un episodio de síncope vasovagal haciendo inmediatamente ejercicios que tensan los músculos. Estos ejercicios pueden reducir la dilatación de los vasos sanguíneos y aumentar la cantidad de sangre que regresa al corazón.
Algunos ejemplos son cruzar las piernas y apretarlas juntas, tensar los brazos con los puños cerrados, tensar los músculos de las piernas, el abdomen y los glúteos; y apretar una pelota de goma.
Si tenemos sudores al defecar de forma frecuente, se recomienda consultar a un médico antes de comenzar un plan de acondicionamiento físico. Es posible que debamos someternos a pruebas de estrés y otros exámenes para determinar cuánto ejercicio podemos hacer de manera segura.