Norovirus, la intoxicación alimenticia que da diarreas y vómitos

Una mujer con norovirus

El norovirus es un virus que procede de una bacteria alojada en los alimentos. Los síntomas de este contagio son muy comunes cuando se trata de un virus estomacal. Vamos a aprender qué es el norovirus, donde se encuentra, cuáles son las causas y los síntomas de esta infección, cómo se trata y si puede complicarse mucho.

Contagiarnos de norovirus es bastante más fácil de lo que muchos puedan creer, no es una simple indigestión o que algo nos ha sentado mal. Estamos hablando de una intoxicación alimenticia que puede agravarse llegando a superar los 38 grados de fiebre, vómitos con sangre, deshidratación aguda y mareo muy grave.

Todos hemos tenido norovirus en algún momento de nuestras vidas y no lo hemos sabido, salvo que leamos este texto y nos demos cuenta de que lo hemos tenido varias veces, e incluso puede que nos queden varias más, sobre todo si somos jóvenes y despreocupados.

Por mucho que nos protejamos, la gastroenteritis acecha, sobre todo en verano, ya que los alimentos se vuelven mucho más perecederos. Como consejo, recomendamos evitar ensaladas en mal estado, huevos caducados, salsas como mayonesa y similares, frutas expuestas al sol o más de 2 horas fuera de la refrigeración, etc.

Cuando vayamos a comer algo que ya esté abierto, recomendamos olerlo, mirarlo detenidamente y probar con el dedo o chuchara. Si ese olor o sabor no nos convence, lo mejor es desecharlo al contenedor correspondiente.

Norovirus puede dar fiebre

¿Qué es el norovirus? ¿Cómo se contagia?

Se trata de una enfermedad provocada por un patógeno externo llamado Norwalk que fue descubierto en 1972 en un brote de gastroenteritis en una guardería de Estados Unidos. Además, es de las principales causas de gastroenteritis en todo el mundo, y que lo tengamos una vez, no nos inmuniza. Nos podemos contagiar varias veces a lo largo de nuestra vida.

Se propaga con muchísima facilidad y que provoca la inflamación del sistema digestivo dando lugar a una gastroenteritis aguda y bastante grave en algunos casos con deshidratación agua, fiebre alta, vómitos con sangre, etc.

Esta enfermedad se transmite mediante las heces o las manos de persona a persona, pero también en otras superficies. Vamos a explicar cómo nos podemos contagiarnos, ya que como hemos dicho antes se trata de una intoxicación alimenticia, por lo tanto, esta bacteria está presente en muchos alimentos.

Podemos contraer este virus al beber agua contaminada o de dudosa procedencia; alimentos contaminados; usar utensilios contaminados; al comer comidas preparadas y alimentos envasados como tortillas, sándwiches, ensaladas y similares; al comprar fruta manipulada por diferentes personas y que lleva más de 2 horas fuera de la nevera, etc.

Síntomas más comunes

El norovirus tiene un período de incubación de entre 12 y 48 horas, además lo máximo que suele durar esta enfermedad son 3 o 6 días. Si duran más los vómitos y las diarreas, es momento de consultar a un médico de forma urgente.

Los síntomas del norovirus son los de cualquier gastroenteritis que hemos sufrido a lo largo de nuestra vida y de las que seguramente nos queden por vivir.

  • Vómitos sin sangre.
  • Diarreas sin sangre.
  • Náuseas.
  • Fuertes dolores de cabeza.
  • Malestar general.
  • Debilidad.
  • Síntomas de deshidratación como boca y garganta seca.
  • Fiebre leve.
  • Dolor abdominal y retorcijones.

Si hacemos heces con sangre o vómitos con sangre, debemos acudir al médico de inmediato, de igual forma que si perdemos el conocimiento, nos mareamos muchos nuestra deshidratación es elevada, tenemos mucha fiebre (superior a 38) o síntomas más graves como aturdimiento.

Si tenemos deshidratación, sentiremos la boca muy seca, así como los labios y la garganta; orinaremos muy poco; nos sentiremos mareados al estar de pie o hacer esfuerzos básicos como andar o sentarnos; los bebés lloraran sin lágrimas, etc. La deshidratación es muy grave en estos casos, puesto que estamos perdiendo líquido a marchas forzadas y debemos reponerlo. Al beber líquido debemos hacerlo de forma pausada con pequeños sorbos para darle tiempo al organismo de digerirlo.

Una mujer bebiendo agua

Tratamiento y cómo prevenir

Normalmente este tipo de virus se pasan solo sin medicamentos, más allá de mucha hidratación, preferiblemente agua a temperatura ambiente y a pequeños sorbitos varias veces por hora o suero especial de farmacia. Hay que alejarse de las bebidas para deportistas o bebidas isotónicas, así como otras bebidas cargadas de azúcares o edulcorantes. Este tipo de bebidas irritan aún más la mucosa y los intestino, que bastante están sufriendo ya por culpa del virus digestivo.

La dieta blanda solo se ha de introducir cuando se tiene apetito y hay que comer muy pocas cantidades y la comida ha de ser muy liviana y a temperaturas agradables, ni frías ni calientes. Es aconsejable comer cuando ya no se tienen vómitos, e ir introduciendo la comida muy poco a poco para ver cómo reacciona nuestro cuerpo. Tener apetito es una muy buena señal, pero no por ello hay que darle de comer hasta reventar, eso sería MUY contraproducente.

Para prevenir este virus tan molesto y que nos puede incapacitar hasta por varios días seguidos, lo que tenemos que hacer es no estar cerca de quien lo está padeciendo, así como no consumir comida ya caducada o en mal estado:

  • Lavarnos las manos con frecuencia.
  • Lavar toda la comida y los utensilios de cocinar.
  • No beber agua de origen desconocido.
  • Nada de compartir botella de agua o de cualquier otro tipo de bebida.
  • Intentar no comer comida preparada de supermercados, puestos callejeros y similares.
  • Si convivimos con un infectado, lo mejor es lavar muy bien toda la superficie que toca, los platos que usa, los objetos que toca, etc.
  • No dejar la comida fuera del frigorífico más de 1 hora.
  • No descongelar a temperatura ambiente, sino hacerlo en dos pasos, del congelador al frigorífico y de ahí a la sartén, freidora, horno, etc.
  • No comprar frutas que estén expuestas al sol o que llevan más de dos horas en un supermercado y al acceso de cualquier persona.
  • Cambiar de cepillo de dientes, tras pasar el norovirus.
  • Cambiar las sábanas y lavar toda la ropa que ha usado.
  • No dar besos a niños ni mascotas para evitar la propagación y empeoramiento del virus.

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