La Dirección General de Tráfico «no prohíbe la conducción» aunque tomemos medicamentos, pero sí advierte de sus efectos y los peligros que tiene. Desde el año 2007, la DGT decretó que «se exige que todos los medicamentos que afecten a la capacidad de conducir, deben incluir en su cartonaje un pictograma«.
¿Cuáles son los fármacos más consumidos?
- Analgésicos opiáceos. Se consumen para tratar el dolor. Como también ocurren con los antihistamínicos y los antigripales, pueden provocar somnolencia, pérdida de la capacidad de concentración y reacción, debilidad y mareos.
- Antiepilépticos. Las personas que padecen epilepsia necesitan este tipo de medicación, pero entre sus efectos secundarios se encuentran la somnolencia, visión borrosa, fatiga y sensación de debilidad.
- Ansiolíticos. Otra enfermedad mental que requiere tratamiento es la ansiedad. Por eso, se suele provocar un descenso en la actividad de la persona, con mucha necesidad de descansar y pérdida de concentración.
- Antidepresivos. Al igual que ocurre con la ansiedad, la depresión también necesita tratamiento farmacológico, pero hay que tener especial cuidado para no caer en el nerviosismo, ansiedad, somnolencia y visión borrosa.
- Antihistamínicos. Cualquiera de nosotros se ha tomado alguna pastilla para combatir la alergia primaveral. Seguro que has notado esa debilidad en el cuerpo, la visión borrosa, la dificultad para enfocar y la sensación de sueño todo el día.
- Antigripales y anticatarrales. Por último, esta bomba medicinal es perfecta cuando tenemos que seguir con nuestra rutina, pero hemos caído en una gripe o resfriado. Estos medicamentos se pueden adquirir en las farmacias sin receta, por lo que muchas personas no son conscientes del peligro real que puede suponer.
