Crepes de calabacín sin harina

Crepes de calabacín

Loa crepes de calabacín que presentamos hoy es una receta muy sencilla y muy saludable. Para lograrlos solo necesitamos dos ingredientes y no hay harina, es decir vamos a hacer crepes saludables y sin harina, ni aceite, ni leche de ningún tipo. Solo necesitamos hacer bien los pasos y recalcamos bien esto porque el calabacín es 95% agua y necesita un pequeño proceso de secado antes de usarse en esa receta.

Esta receta de crepes de calabacín puede usarse como desayuno, almuerzo, merienda o como cena. Nosotros vamos a dar la receta más sencilla y saludable para lograr unas crepes de calabacín sin harina, sin leche y sin aceites de ningún tipo, ya después, dentro de las crepes podemos meterle todo lol que queramos como zanahoria en tiras, pimientos, cebolla frita o caramelizada, pavo, queso, tomate en rodajas, aguacate, setas, salmón, etc.

Lo bueno de esta receta es que podemos hacerla en el horno o en la sartén. Para un mejor resultado, recomendamos seguir los pasos para hacerla en el horno, ya que ahí quedarán más finitas, jugosas y maleables. De lo contrario, en la sartén tendrán más grosor y si nos pasamos con el calor, pueden ponerse crujientes. Ya depende del gusto de cada uno, el tiempo del que se disponga, si tenemos horno o no, etc.

Una receta de crepes donde hay ausencia de los 3 ingredientes más típicos en estas recetas que son la harina, el aceite y la leche o mantequilla. Aquí solo vamos a usar un huevo y 400 gramos de calabacín. Con esta receta logramos 5 crepes pequeños o 3 normales, si queremos más cantidad, podemos agregar otros huevos y otros 400 gramos de calabacín.

Con respecto al grosor, también dependerá de nosotros si los queremos finitos, echaremos poca cantidad y lo extenderos para que se quede muy fino, o echamos mucha cantidad de masa y no lo extendemos. De esa forma controlamos el grosor de las crepes de calabacín. Nosotros recomendamos que queden finitos para que sea más agradable y si los rellenamos, respetarán el resto de sabores.

¿Qué aporta el calabacín?

El calabacín es una hortaliza muy saludable y a lo largo de este texto vamos a entender el por qué. Para empezar, esta hortaliza es un 95% de agua, esto nos aporta un extra de hidratación al organismo que muy pocas frutas y verduras consiguen con un solo bocado.

Siguiendo con el calabacín, que se encuentra de mayo a septiembre, dispone de una serie de vitaminas y minerales esenciales que queremos destacar para seguir entendiendo por qué es buena idea agregar esta hortaliza a nuestra dieta diaria o semanal. Por un lado, 100 gramos de calabacín aportan al organismo vitamina A, C, K y vitaminas del grupo B tan importantes como el ácido fólico, riboflavina y B6.

Con respecto a los minerales, esta «calabaza del verano», nos aporta calcio, potasio, sodio, fósforo y manganeso. Aparte de todo esto, el calabacín también es rico en fibra, antioxidantes y fitonutrientes con propiedades antiinflamatorias. Una hortaliza muy completa con la que se pueden hacer multitud de receta en pro de nuestro organismo.

Por ejemplo, una de las recetas más famosas del calabacín son las espirales que se usan como tallarines para reducir la ingesta de hidratos de carbono procedentes de la pasta. El calabacín pega muy bien con casi todo tipo de verduras y salsas, así como con quesos y carnes tipo pollo o pavo.

El calabacín también puede promover una digestión saludable de varias maneras. Al ser rico en agua, puede ablandar las heces. Esto los hace más fáciles de expulsar y reduce las posibilidades de estreñimiento. El calabacín también contiene fibra soluble e insoluble. La fibra insoluble agrega volumen a las heces y ayuda a que los alimentos se muevan por el intestino con mayor facilidad, lo que reduce aún más el riesgo de estreñimiento. Este beneficio se agrava si tenemos suficientes líquidos en la dieta.

Mientras tanto, la fibra soluble alimenta a las bacterias beneficiosas que viven en el intestino. A su vez, estas bacterias beneficiosas producen ácidos grasos de cadena corta que nutren las células intestinales.

Por si fuera poco, el calabacín puede ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre en personas con diabetes tipo 2. Esta verdura ofrece una excelente alternativa baja en carbohidratos a la pasta para aquellos que buscan reducir la ingesta de carbohidratos. Se puede cortar en espiral o en rodajas para reemplazar los espaguetis, los linguini o la masa para crepes.

Crepes de calabacín y tortitas de calabacín y espinacas

¿Si tiene huevo es vegetariano?

El tema de vegetariano y vegano sigue causando muchas dudas. Se sabe que ser vegano es no comer nada de origen animal ni siquiera huevos, leche ni miel, pero la dieta vegetariana tiene diferentes niveles, desde el vegetariano estricto, que sería vegano, hasta niveles en los que se come carne, pescado, huevos, lácteos, etc.

Cada persona que es vegetariana decide en qué nivel se encuentra o mezcla a su antojo, lo que sí tiene todos en común es la disminución del consumo de productos de origen animal y el aumento de frutas, verduras, hortalizas, legumbres, semillas, etc.

Hasta la fecha estos son los tipos de vegetarianismo que hay, al menos los más comunes, ya que en una sociedad tan cambiante no nos extrañaría nada que dentro de unos meses surgiera un nuevo tiempo de dieta vegetariana:

  • Ovovegetariano: son los vegetarianos que no toman carne, pescados, ni maricos ni lácteos, pero sí huevos.
  • Lactovegetariano: quienes prescinden de todas las carnes, pescados, mariscos y huevos, pero toman lácteos.
  • Ovolactovegetariano: en este grupo entran los vegetarianos que no toman carne ni pescado, ni mariscos, pero sí huevos y lácteos.
  • Pescovegetariano: aquellos que no toman carne, pero sí pescados y mariscos. Queda a decisión de cada uno si toman también huevos y lácteos.
  • Flexitariano: quienes deciden tomar carne, pescados, huevos y lácteos de forma muy esporádica.

Por lo tanto, esta receta de crepes de calabacín que incluye un huevo, puede considerarse vegetariana según la dieta que llevemos cada uno de nosotros. En caso de querer convertir esta receta en vegana, podemos usar leche vegetal o harina, pero cuidado con las cantidades, ya que la mezcla puede quedar muy líquida y que los crepes no se formen bien.

Conservación

Para evitar el desperdicio de alimentos, nosotros recomendamos realizar esta receta con las cantidades justas y comernos todos los crepes que hagamos. Eso sí, si hacemos mucha masa, eso sí podemos guardarlo en la nevera durante un máximo de 48 horas.

Para la conservación, siempre recomendamos un tupper de cristal bien limpio y con tapa hermética. Volcamos la mezcla dentro y solo podemos reservarla durante 48 horas. Al tener huevo, es importante que el tupper esté bien cerrado y no hay contaminación exterior, como, por ejemplo, usar una cuchara que hemos utilizado para remover otra coima, ni probar la masa con un beso sucio.

Si queremos conservar los crepes ya terminados, podemos usar un tupper también de cristal y con tapa hermética. El hecho de meterlo al frigorífico dependerá de la temperatura que haya en la casa. Por seguridad alimentaria, recomendamos guardarlo en un lugar fresco y seco, sin olores fuerte, sin contaminación de otros alimentos y sin luz solar directa. Aparte, claro está, de que esas crepes hay que comerlas a lo largo de ese mismo día. Si vemos que no vamos a ser capaces, lo mejor es hacer poca cantidad.

Consejos

Hay algunos consejos que debemos tener en cuenta para que los crepes de calabacín sin harina salgan bien. Para hacerlo vegano, usaremos semillas de lino en vez de huevos. Para el relleno, podemos cambiar la carne molida por champiñones salteados y usar queso vegano. Como no lleva harina, está libre de gluten. Sin embargo, si queremos que sea algo más cetogénico, podemos utilizar harina de almendras.

Para obtener los mejores resultados, asegúrese de eliminar el exceso de agua del calabacín rallado. Exprimiremos el agua con un paño de cocina. Si tenemos dificultades para eliminar toda el agua del calabacín rallado, intentaremos escurrir el agua con un prensador de patatas. Podemos usar cualquier calabacín para esta receta, verde y amarillo. Añadiremos otras verduras, como maíz, berenjena y pimientos. Podemos hacer una variedad dulce agregando fruta picada al relleno en vez de carne molida.

Estos crepes sin harina de calabacín se pueden guardar en el frigorífico durante 4 días. Solo nos aseguraremos de guardarlo en un recipiente hermético y lo cubriremos con toallas de papel para absorber el exceso de humedad. Volveremos a calentarlos en el horno o en el microondas.


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