Pudín de Navidad saludable con pocos ingredientes

Un pudín de Navidad con frutas

Convertir un postre navideño en saludable parece imposible, pero no lo es. Hoy aprenderemos a hacer un pudín de Navidad bajo en calorías, con opción sin lácteos y con opción sin gluten. En el proceso haremos algunas pausas para explicar cómo convertir la receta en apta para vegetarianos, veganos y celíacos.

Por muy saludable que sea un dulce, este va a seguir teniendo calorías, porque no nos engañemos, todo tiene calorías, hasta una mandarina, pero lo que tenemos que aclarar es que por sí solo un alimento no engorda. Lo que nos hace subir de peso es nuestro estilo de vida y la mala alimentación. Una combinación peligrosa.

El pudín de Navidad es un dulce típico de las fechas navideñas y su tradición se remonta a la época victoriana en Gran Bretaña y recoge a todos los tipos de pudin donde se usa fruta entre los ingredientes. Se solía servir al final de un gran banquete navideño.

En un principio, la receta original incluye 13 ingredientes por la referencia católica a Jesús y los 12 apóstoles: zumo de limón o naranja, harina, pan rallado, especias, grasa de riñón de vaca, huevos grandes, diferentes frutas secas, miel o melaza, manzanas, almendras (enteras o molidas), cáscara confitada, brandy y azúcar. ¡Menuda mezcla!

¿Por qué es saludable?

Para empezar, esta receta es saludable porque usamos ingredientes naturales, de calidad, buenos para la salud y encima, cumple con los pilares fundamentales de nuestras recetas. Es decir, que los ingredientes sean fáciles de conseguir, sean económicos y aporten nutrientes a nuestro organismo.

Este pudín de Navidad solo tiene 5 ingredientes y elaborarlo es muy sencillo, lo que no lo es tanto es conseguir que baje de las 300 kilocalorías. El pudín original que se hace en la actualidad respetando, más o menos, la receta del siglo XVII alcanza las 1.790 kilocalorías por porción. Visto así, nuestra opción sí es bastante más saludable, al menos es mucho más baja en azúcares y grasas.

Otro aspecto por el que nuestro pudín de Navidad es saludable, es por que usamos pan 100% integral. Para identificar un buen pan integral tenemos que leer las etiquetas, y debe estar elaborado con harina 100%, o como mínimo 80%, de ahí para abajo es mejor descartarlo. También debe tener aceite de oliva virgen extra, o en su defecto, aceite de girasol alto oleico, ha de tener poca sal y poca o nada de azúcar.

También usaremos leche, es mejor leche desnatada para rebajar las grasas y calorías totales, o usar leche vegetal, tal y como explicaremos en el siguiente apartado.

En esta receta de pudín de Navidad, no usamos azúcar blanco como tal, sino que usamos eritritol y Stevia, aunque hay quienes usan azúcar de coco. El eritritol es un edulcorante muy seguro y saludable, junto con la famosa Stevia. También le daremos un toque con esencia de vainilla, así que será saludable y muy sabroso.

Hazlo vegano

Para hacer un pudín de Navidad vegano, tampoco hace fata quebrarse demasiado la cabeza, al menos no con nuestra receta de pudín navideño saludable. En lugar de usar leche desnatada de vaca, debemos usar leche vegetal. Pero cuidado con las calorías.

Para que este postre tan navideño siga siendo saludable y bajo en calorías, hay que elegir una leche vegetal saludable y sana, y no las ultraprocesadas que venden en todos los supermercados.

Para saber qué bebida vegetal debemos elegir, lo primero que hay que hacer es leer la etiqueta. La clave está en que el ingrediente principal (avena, arroz, nueces, avellanas, soja, etc.) tenga entre un 10 y un 20%. Lo más habitual es un 15% y después el resto de ingredientes, sin olvidarnos de que la lista no debe ser superior a 3 ingredientes.

Un pudín de Navidad versión estrella de Michelín

Es decir, debe tener el ingrediente principal, avena, por ejemplo, y después agua. Ya está. Esa será la mejor leche vegetal que podamos comprar. Como vemos, no hay azúcares añadidos, ni espesantes, aditivos, colorantes, aceites, sales, etc. Cabe decir que el tercer ingrediente y así hasta el 5 pueden ser suplementos como B12, vitamina D, calcio, etc.

De esta forma lograremos un pudín de Navidad 100% vegano y vegetariano, sin necesidad de convertirlo en un postre insano, sino que es bastante más probable que sea más saludable con bebida vegetal sin añadidos que con leche de animal.

Sin gluten

Ya hemos adelantado que en nuestra receta usaremos pan 100% integral, pero claro, si somos intolerantes al gluten, el pan no nos va a sentar bien, ni tampoco nos conviene comerlo para no provocar la reacción alérgica en nuestro cuerpo.

Es por esto que podemos elegir pan sin gluten, para ellos, podemos hacerlo nosotros en casa o comprar pan de maíz que no tiene gluten y asegurarnos que sea 100% integral, también pan de trigo sarraceno 100%, pan de mijo, pan de arroz, pan de nuez, etc.

Una vez tengamos el pan seleccionado, solo falta continuar la receta con total normalidad. Al serla base del pudín, nosotros recomendamos elegir un pan que nos guste y que ya hayamos probado antes, para que sepamos más o menos qué sabor le va a dar a este postre tan navideño.

Cómo conservar el pudín de Navidad

No somos nada partidarios de tirar comida, por lo que siempre intentamos ayudar y enseñar a conservar nuestras recetas unos 2 o 3 días en la nevera, pero en esta ocasión cambia la cosa un poquito.

Nuestro particular pudín de Navidad bajo en calorías se puede conservar a temperatura ambiente, lejos de la humedad, la luz directa del sol, el polvo, y las ventanas.

Podemos guardarlo en la nevera, es cierto, pero tengamos en cuenta que solo podremos recalentarlo en el microondas un máximo de 2 veces. Por lo tanto, es mejor a temperatura ambiente dentro de un tupper hermético y después comerlo tal cual o calentarlo al vapor.

Existen otras formas como empapar el pudín en alcohol y eso dura un máximo de 2 años, o congelarlo un máximo 1 año. La primera opción es alta en azúcares, calorías y todo aquello que nos aleja de lo saludable, y la segunda opción nos puede servir si queremos comer pudín de Navidad dentro de unos meses.

Al sacarlo del congelador (cualquier alimento que queramos descongelar) lo más recomendable a nivel sanitario, es no descongelarlo a temperatura ambiente, ya que ese cambio brusco de temperatura reactivará a las bacterias y comenzaran su proceso de descomposición.

Sin embargo, si pasamos del congelador al frigorífico, cuando pongamos ese trozo de carne, empanada, pastel, frutas, pan o loque sea, al calor de un horno, microondas, tostador, barbacoa, etc. las bacterias morirán y el alimento será seguro.


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