Comer sano no tiene por qué ser aburrido. Si eres un amante de las tortillas, hoy vas a descubrir cómo hacer una tortilla de brócoli de manera fácil y rápida. Si yo he podido hacerla (y soy bastante mala cocinando), estoy segura de que te saldrá un plato de alta cocina. Evidentemente, no estamos hablando de la tortilla de patatas de tu abuela, pero si quieres quitarte esas ganas y el brócoli no es tu vegetal favorito, esta receta te aportará una nueva visión.
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Solo dos ingredientes
Brócoli y huevos. Para qué más. Yo no soy muy amante de la cebolla, y a muchas personas se les «repite» el sabor del ajo, por lo que en esta receta no encontrarás más que los dos ingredientes principales. Para evitar limpiar el brócoli y cortar los tallos, te recomiendo que compres congelado, para que así resulte más fácil de machacar.
En cuanto a la guarnición, unas rodajas de tomate aliñado quedan increíbles. Y si eres amante del queso, aprovecha que la tortilla esté caliente para poner encima unas láminas de queso de cabra. Cuando se derriten quedan como un manjar de dioses.