Una de las comidas favoritas de los españoles son las croquetas. ¿Podemos decir que es la tapa estrella de los bares? El problema es que al adentrarnos en una alimentación saludable, su consumo debe ser casi eliminado de nuestra dieta. Por eso, traemos una receta de croquetas de pollo totalmente saludable.
La cantidad de grasas que aportan las croquetas tradicionales no favorecen nada a mantener o bajar nuestro peso. Ya sea por la bechamel, su relleno o la fritura, las croquetas se convierten en un capricho muy ocasional. En esta ocasión os traemos una versión fitness, igual de rica y ¡al horno! Sí, es posible cocinarlas sin la necesidad de freírlas. Además, en esta receta verás que todos los ingredientes son prácticamente naturales y no vienen de ningún proceso.
Tradicionalmente las croquetas se fríen pero con esta receta simplemente se hornean. El lado positivo es que no tenemos que limpiar un desastre grasiento y el pan wasa aún le da a las croquetas una capa crujiente.
Beneficios del horno
Cocinar croquetas en el horno es más saludable que freírlas en una sartén. El horneado utiliza calor seco, y el proceso de uso de calor seco asegura que se retenga una buena cantidad de nutrientes. Cuando las vitaminas se retienes por el calor seco, muchos de los nutrientes que son esenciales para el cuerpo también se retienen. Además, otra ventaja es que utiliza muy poco aceite, por lo que permite la conservación de las vitaminas liposolubles.
Por otro lado, las croquetas de pollo al horno tendrán una apariencia más apetecible que las fritas en sartén o freidora. El aroma, la apariencia y el sabor aumentarán el apetito. No podemos negar que nuestros sentidos se estimulan cuando ven una comida apetitosa.
Volviendo a los valores nutricionales, se sabe que los alimentos horneados son bajos en grasa. A diferencia de las croquetas fritas, las horneadas no requieren tanto aceite durante el proceso de horneado, ya que el ambiente cerrado hace que no se escape el calor. El calor usado en el horneado ayuda a quemar la grasa natural dentro de la comida.
Podría decirse que estas croquetas fitness ayudan a controlar el peso. Como no se necesita casi nada de aceite durante el proceso de cocción de los alimentos horneados, la grasa natural de los alimentos se libera por el calor seco. No obstante, esto no debe darnos carta blanca para comer croquetas de pollo todos los días. Es importante saber disfrutar de este tipo de recetas, sin abusar ni excedernos en su consumo.
También hay que tener en cuenta que cocinar croquetas en un horno puede llevarnos más tiempo que freírlas. Por eso, muchas personas optar por una freidora de aire. Ya solo nos falta decidir qué tipo de cocinado preferimos para esta saludable receta.
Consejos
Este plato es mejor si lo empezamos a cocinar el día antes de meterlo en el horno. Después de que la masa se haya enfriado pero aún esté caliente, amasaremos con las manos durante unos 8 a 10 minutos, hasta que quede suave.
Se recomienda que antes de empanizar con los huevos y el pan rallado, inspeccionaremos las croquetas de pollo en busca de grietas, lo que puede hacer que la croqueta se parta mientras se fríe. Frotaremos cualquier grieta o abertura con el dedo para sellar.
Para condimentar el pan fitness rallado, añadiremos aproximadamente 1/4 de cucharadita de sal y 1/8 de cucharadita de pimienta por cada taza de pan rallado.
Pan rallado fitness
El «pan rallado» lo haremos triturando las tostas de pan Wasa integral que se venden en Mercadona o Lidl. Son muy fáciles de encontrar y aportan mucha más fibra que cualquier otro rebozado.
En cuanto a la masa, tú decides si quieres encontrar más o menos trocitos de patata y pollo. Hazlas pensando en tus gustos, incluso puedes sustituir el pollo por otra carne o pescado. Añade también las especias que más te gusten, nosotros hemos apostado por el ajo en polvo y la sal del Himalaya.
Lo importante es que no usamos bechamel ni le añadimos calorías extras friéndolas en aceite. ¿Qué te parece la idea de cocinarlas al horno?
Almacenamiento
¿Se pueden hacer croquetas de pollo con antelación? Sí, la mezcla de pollo se puede almacenar en el refrigerador en un recipiente hermético durante 2 a 3 días antes de freír.
¿Se pueden congelar las croquetas de pollo? También, estas croquetas son excelentes para congelar y almacenar. Simplemente seguiremos las instrucciones de la receta de croquetas de pollo y las dejaremos enfriar por completo. Una vez que estén completamente frías, las colocaremos en una bandeja para hornear para congelarlos individualmente durante unos 15 a 20 minutos. Una vez que estén duras y ligeramente congeladas, las meteremos en una bolsa para congelar o a un recipiente hermético para guardarlos durante máximo un mes.
Para calentar las croquetas de pollo, es muy sencillo. Cuando estemos listo para recalentar, volveremos a colocar las croquetas de pollo en el horno o en el microondas hasta que estén bien calientes. Solo nos llevará unos minutos calentarlas ya que son más pequeñas.
¿Cómo servirlas?
Es posible que las croquetas fitness nos guste comerlas solas o servirlas con una salsa cremosa de champiñones como aperitivo o plato principal.
Si queremos servirlas como parte de una comida más grande, funcionarán maravillosamente con una ensalada simple o algunas verduras asadas. Se recomienda elegir un acompañamiento fresco y brillante para compensar las croquetas empanadas. También estaría bien servirlas como aperitivos en una fiesta con o sin la salsa de crema al lado.
Lo que más nos gusta de las croquetas de pollo fitness es que se pueden comer a cualquier hora del día, y se pueden servir como aperitivo o incluso como plato principal. Como harías con las mejores tapas españolas, podemos servirlas en el almuerzo o la cena con unas patatas fritas en freidora de aire, o incluso con patatas a lo pobre.
Podemos copiar otras ideas de acompañamiento tradicionales, y servir estas croquetas de pollo junto con un poco de salsa de crema de ajo, barbacoa, miel mostaza o ketchup sin azúcares añadidos.