Siempre hacemos hincapié en llevar una dieta saludable rica en frutas, verduras, semillas, legumbres y demás, pero según una nueva investigación, hay una vitamina en concreto que puede mantenernos más sanos según envejecemos. Una vitamina que ya se conoce de sobra por sus beneficios en el organismo a corto plazo, y ahora se remarcan a largo plazo pudiendo alejarnos del cáncer.
Mantener una dieta sana y unos buenos hábitos de vida puede hacer que reduzcamos las posibilidades de sufrir cáncer a lo largo de nuestras vidas, así como otras enfermedades. La vitamina más clave para que esto suceda, según un estudio de diferentes departamentos de medicina, hospitales, escuelas y la Universidad de Sichuan, Chengdu, en China, es la vitamina C.
Durante la investigación, los autores demostraron que la vitamina C se asocia a un menor riesgo de padecer hasta 11 tipos diferentes de cánceres entre los que destacamos: pulmón, páncreas, mama, próstata, renal, endometrio, esófago y estómago.
No se trata de un efecto milagroso, solo se ha demostrado que podría reducir el riesgo de padecer cáncer a lo largo de nuestra vida, ya que muchos de esos canceres se dan en la edad adulta como el de pulmón, próstata o mama.
Toma vitamina C todos los días
La vitamina C ha sido utilizada durante décadas como reductora de infecciones, por eso cuando estamos con gripe o resfriados, siempre nos recomiendan tomar esta vitamina y tras varios días notamos una mejoría muy destacable.
Es una vitamina que no se sintetiza por el organismo, si no que debemos ingerirla a través de los alimentos como naranjas, mandarinas, kiwi, grosellas, pimientos, limón, melón, papaya, etc. O bien, a través de los suplementos vitamínicos. Si tenemos una dieta saludable, variada y equilibrada, es bastante probable que no necesitemos suplementos vitamínicos, ya que es algo que solo un especialista debería recetar.
Aumentar la ingesta de vitamina C no tiene grandes contraindicaciones, salvo que algunos alimentos nos provoquen efectos adversos como gases, diarreas, distensión abdominal, acidez en el estómago, dolor de cabeza, mejillas ruborizadas, etc. Un adulto necesita entre 65 mg y 90 mg al día, con un límite máximo de 2.000 mg, lo cual sería grave para el organismo.
El fenómeno o la propiedad anticancerígena de la vitamina C es algo que se ha probado en numerosas ocasiones y las conclusiones se han agrupado en metaanálisis y revisiones de estudios. Como ahora que se han revisado más de 3.500 estudios para comprobar el vínculo entre la vitamina y el cáncer. Demostrándose que podría retrasar su aparición, ya que es un potente antioxidante.
Los participantes del estudio tomaron suplementos de vitamina C. Si queremos mejorar nuestra salud, ya sabemos que la base es una alimentación variada y equilibrada, por lo que podríamos aumentar la ingesta de vitamina C mediante nuestra alimentación habitual u optar por la suplementación.
Lo que sí queda claro, es que se trata de la primera evaluación integral en la evidencia científica que existe del ácido ascórbico sobre el cáncer. La investigación continúa pudiendo sacar nuevas conclusiones en un futuro.