El uso a largo plazo de medicamentos recetados y de venta libre puede inducir deficiencias de micronutrientes relevantes, que pueden desarrollarse gradualmente durante meses o incluso años. Los anticonceptivos orales son unos de los fármacos más aceptados entre adolescentes y mujeres adultas. Pero más allá de su función para evitar el embarazo, ¿qué sucede en el cuerpo?
Pese a la gran cantidad de medicamentos actualmente disponibles, la cantidad de estudios de investigación que examinan las posibles interacciones entre medicamentos y nutrientes es bastante limitada. Además, desplegar y leer el prospecto de las píldoras anticonceptivas es la pesadilla de cualquier mujer. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el bloqueo de absorción de nutrientes, aumento de excreción o metabolismo acelerado existe al tomar estas pastillas durante meses o años.
Aunque actualmente no se recomienda la suplementación generalizada, es importante asegurarse de que las personas en riesgo alcancen la ingesta recomendada de vitaminas y minerales. Junto con una dieta saludable, la suplementación dietética puede ser una forma práctica y eficaz de mantener o mejorar el estado de micronutrientes en personas con riesgo de deficiencias, como aquellos que toman medicamentos que comprometen el estado nutricional.
Vitamina B, ácido fólico y magnesio
Un estudio científico llegó a la conclusión de que al tomar anticonceptivos orales se recomendaba la vitamina B, el ácido fólico (folato) y el magnesio. Ciertas deficiencias nutricionales pueden tener claros síntomas como cambios de humor, depresión, ansiedad, y otros efectos no visibles.
La falta de vitamina B6 ocasiona efectos en el sistema nervioso como irritabilidad, debilidad, mareos, depresión e insomnio porque reducen los niveles de triptófano, neuropatía periférica, espasmos y anemia. La píldora no afecta directamente a la B6 por su nivel de absorción o distribución, sino que interfiere en el metabolismo del triptófano y aumenta las necesidades de vitamina B6.
Además, también influye en la vitamina B12, ya que el uso de anticonceptivas aparece ligado a menores niveles de esta vitamina en plasma. A esto hay que añadirle que habrá mujeres vegetarianas y veganas que partan con una deficiencia en B12, por lo que la suplementación en estos casos será altamente recomendable.
Por otra parte, el ácido fólico (folato o vitamina B9) es esencial en las mujeres, no solo en embarazadas. Algunos investigadores concluyen que, aunque existen indicios, no hay evidencia de una deficiencia tan alta. Se muestran menores niveles de folato en mujeres que toman la píldora, por lo que se hace necesario aplicar el principio de precaución. Aunque no está nada claro que las anticonceptivas afecten negativamente al estatus de folato, es un micronutriente a tener muy en cuenta. Es común que el tratamiento con anticonceptivos sea interrumpido con la intención de buscar un embarazo, y este proceso requiere unas necesidades especiales de folato para el desarrollo del feto.
El magnesio mejora la producción de insulina, lo que facilita la metabolización del azúcar. Hay que tener en cuenta el tipo de pastilla anticonceptiva que se toma. Algunos estudios han demostrado que aquellas con solo progestágenos podrían aumentar el riesgo de diabetes tipo 2.