Siempre nos han dicho que los dulces son poco saludables, sobre todo por su contenido en azúcar. A pesar de que debemos controlar la ingesta de esta sustancia, un reciente estudio desvela que las personas golosas podrían controlar mejor la saciedad y estar en sintonía con su cuerpo. ¿Es posible que tu gusto dulce ayude a sentirte lleno durante más tiempo?
Los psicólogos de la Universidad de Sussex realizaron una investigación que englobaba una serie de pruebas en 64 mujeres. Las clasificaron en dos grupos: las que les gustaba el dulce o a las que no les gustaban nada. Después, se les pidió que probaran y calificaran muestras de azúcar con intensidades diferentes. ¿Será un mito que el dulce provoca picos de comer por impulso?
Los amantes del dulce perciben mejor la saciedad
En primer lugar, para determinar la interocepción cardíaca, las participantes fueron equipadas con rastreadores de latidos cardíacos. Esto se debe a que los amantes de los dulces eran más capaces de sentir los latidos de sus propios corazones, sin medir realmente el pulso.
Después de esto, las participantes realizaron la prueba de carga de agua de dos pasos, que consiste en la ingestión de agua no calórica. Durante el primer paso, se requirió beber agua hasta el punto de conseguir saciedad percibida, que es la sensación confortable que se percibe cuando has comido un plato y estás saciado, pero no demasiado. Luego les pidieron que continuaran ingiriendo agua hasta alcanzar la plenitud; que es esa sensación en la que el estómago está completamente lleno de agua.
El equipo de investigadores descubrió que los amantes de los dulces habían mejorado sus habilidades interoceptivas, ya que eran más capaces de saber cuándo estaban llenos. Esto quiere decir que eran capaces de percibir mejor el estado interno de su cuerpo y comían de manera consciente e intuitiva.
El estudio va en contra del estereotipo de que las personas que aman los alimentos dulces como las golosinas, el chocolate y los pasteles no pueden dejar de comerlos incluso cuando están saciados. Parece que esto es más una creencia popular que nos han estado contando durante años. El Dr. Vasiliki Iatridi, autor principal del artículo, comentó que “si eres partidario de los alimentos muy azucarados, no significa que estés a merced de tus antojos. Podría significar lo contrario, que es menos probable que cedas ante la llamada del tarro de dulces en ausencia de hambre”.
Este tipo de alimentación podría ayudar a perder peso
Los amantes de los dulces también puntuaron más alto en las escalas de alimentación consciente e intuitiva, lo que significa que era menos probable que se vieran afectados por las tentaciones de comer algún antojo.
«Nuestro estudio muestra que las personas a las que les gustan los alimentos dulces son capaces de detectar las sensaciones físicas que indican cuando están llenas«, dijo el autor del estudio, el profesor Martin Yeomans. “Sorprendentemente, son aquellos a los que no les gustan los sabores dulces los que pueden ser menos capaces de autorregular su alimentación. Lo que todavía no sabemos es qué hace a alguien que le guste o no le guste lo dulce, y eso es lo que estamos investigando ahora«.
Los investigadores creen que su artículo podría abrir nuevas estrategias de nutrición personalizadas para ayudar a las personas a perder peso. «La variación individual en el gusto por lo dulce puede resultar útil para identificar a aquellos predispuestos a tener habilidades interoceptivas más deficientes y, por lo tanto, a elecciones de alimentos más allá de las necesidades internas y pesos corporales poco saludables«, dicen.
Aunque en el estudio solo se analizaron a participantes femeninas y una muestra pequeña, se espera que en otras investigaciones incluyan hombres para elaborar un dato más exacto. Además, hay que recordar que una alimentación dulce no tiene por qué ser poco saludable. Puedes ser goloso y saciar los antojos con frutas, cremas de frutos secos o dulces caseros.