No es necesario ser paralímpicos para hacer entrenamiento de cardio, y muchas personas en de sillas de ruedas aman el ejercicio. Aunque tengamos muy aceptado el uso de wearables para correr o salir a andar, resulta curioso saber cómo funciona una pulsera de actividad en silla de ruedas.
Estamos acostumbrados a escuchar que las personas que caminan puedan aspirar a dar 10.000 pasos al día, pero no existe tal medida para las personas que usan sillas de ruedas. Los expertos dicen que eso se debe a que las recomendaciones no suelen considerar a las personas discapacitadas. Las recomendaciones actuales no tienen en cuenta varios tipos de obstáculos para las personas con discapacidad. De hecho, hay muy pocas pautas de ejercicio publicadas para ellas.
No obstante, el ejercicio aeróbico de moderado a vigoroso se suele determinar midiendo factores como la frecuencia cardíaca. Esta puede ser un gran indicador del estado físico para algunas personas que usan sillas de ruedas, pero puede que no sea apropiado para todas las personas que lo hacen. Algunos usuarios de sillas de ruedas tienen afecciones subyacentes que pueden provocar disfunción cardiovascular y respuestas anormales al ejercicio, lo que dificulta el control de la intensidad del ejercicio a través de las mediciones de la frecuencia cardíaca.
Apple, la única marca para sillas de ruedas
Apple llevó a cabo extensas pruebas en el diseño de sus funciones de seguimiento de la silla de ruedas en el año 2016. Como bien sabemos, la compañía dice que están continuamente mejorando todos sus productos para adaptarse a las necesidades de los usuarios.
Los usuarios de Apple Watch pueden activar la configuración de silla de ruedas en la sección Salud de la aplicación, y así realizar un seguimiento de los empujones en lugar de los pasos. El iPhone registrará diferentes tipos de empujes, velocidades y terrenos, según Apple.
En vez de un objetivo de pie, se verá un objetivo rodante y dos opciones diferentes de seguimiento del ejercicio: el ritmo de caminata en silla de ruedas al aire libre y el ritmo de carrera en silla de ruedas al aire libre, que se correlacionan con el andar tranquilamente sobre ruedas o un entrenamiento más acelerado.
Limitaciones al usar la pulsera de actividad
Los datos objetivos, como la velocidad y la distancia recorrida, pueden ser más difíciles de rastrear. Mientras que los atletas pueden usar relojes para correr u otros rastreadores de actividad física, hay opciones limitadas en el mercado para los usuarios de sillas de ruedas.
La pulsera de actividad común utiliza los movimientos de los brazos para calcular los pasos. Pero el rastreo de sillas de ruedas requiere más variables. Las personas de sillas de ruedas varían los estilos de empuje según el terreno y la velocidad, por ejemplo. El tipo de silla también importa: una silla de hospital muy pesada requiere mucho más esfuerzo para recorrer la misma distancia en una de titanio.
Una pulsera diseñada para usuarios de sillas de ruedas permitiría registrar el tipo de silla que se usa. Idealmente, dicho rastreador debería incluir un sensor de rueda para tener en cuenta el terreno y la velocidad. Sin embargo, introducir más datos podrían agotar los algoritmos existentes y acabar rápidamente las baterías. Esto no termina de convencer a fabricantes ni usuarios, por lo que quizá la solución fuese adquirir un gadget que contabilizase ciertos datos y se transfiriesen a la pulsera.
Este tipo de adaptaciones a los rastreadores de actividad física existentes requieren tiempo y esfuerzo. Y las empresas de acondicionamiento físico para el consumidor no tienen apoyo financiero para mejorar las mediciones para los usuarios de sillas de ruedas. Esto se debe a que el tamaño es relativamente más pequeño de la población en silla de ruedas en comparación con otros clientes.
Por desgracia, las empresas no están realmente interesadas en asociarse con un laboratorio o utilizar investigación en los productos.