El shaker de proteínas es fundamental cuando queremos que el batido salga a la perfección. Sin embargo, muchas veces comienza a tener mal olor y resulta desagradable para el paladar. ¿A qué se debe?
No importa si tomamos proteínas antes o después de entrenar, los mezcladores son un bien necesario para que el batido no contenga grumos y esté bien mezclado. Pero lo realmente importante es conseguir que permanezca sin mal olor durante varios meses.
¿Por qué huele mal el shaker?
Cuando el shaker de proteínas huele muy mal, generalmente se debe al hecho de que el plástico ha absorbido bacterias con el tiempo. Los restos del batido de proteína lechoso que hemos estado bebiendo han permanecido allí durante demasiado tiempo y han dejado su marca.
A veces bebemos un batido de proteínas y la botella vacía y sucia vuelve a la bolsa de deporte o al asiento trasero del coche hasta que podemos lavarla correctamente. Cuanto más tiempo permanezca el shaker de proteínas sucio con restos de residuos del batido dentro, más bacterias se formarán en el interior del plástico de la botella.
Peor aún es el hecho de que, a veces, cuando cerramos la botella de la coctelera después de usarla, las bacterias que se acumulan en el interior intensifican el mal humor cuando volvemos a abrirlo. Realmente no pasa mucho tiempo antes de que un shaker con un poco de batido de proteínas en el fondo comience a apestar, especialmente si ha estado en una zona calurosa y mal ventilada como el asiento trasero de un coche.
Pasos para eliminar el mal olor
No hace falta decirlo, pero la mejor manera es asegurar de que se limpie correctamente. Si no podemos lavarlo inmediatamente después de terminar el batido, intentaremos dejar la tapa abierta cuando esté sucia. Si cerramos la tapa, se vuelve cien veces más desagradable.
Antes de lavarlo en profundidad, remojaremos en agua jabonosa caliente durante al menos 10 minutos. Una vez que el residuo se haya ablandado, deberíamos poder enjuagar una gran cantidad pasando la parte superior con agua caliente, siempre que tengamos una presión de agua decente.
- Enjuagar con agua muy caliente. Cuanto más cerca de hervir, mejor. Dejaremos reposar el agua en el shaker durante cinco minutos más o menos.
- Frotar con estropajo de acero. El mal olor del shaker de proteínas suele estar causado por residuos de la proteína que se adhieren al interior del recipiente. Una esponja normal puede no ser suficiente para restregarlo. Podemos intentarlo con una lana de acero con un poco de esfuerzo.
- Agitarlo con polvo de hornear. Si el agua hirviendo y un poco de jabón no funcionan, y la lana de acero no ha funcionado, recurriremos a uno de los productos de limpieza más confiables que existen: el polvo de hornear, que es excelente para neutralizar el mal olor. Llenaremos la coctelera con agua tibia, agregaremos una cucharadita de polvo de hornear y agitaremos.
- Remojarlo en vinagre y agua. Otro elemento básico de los fanáticos de la limpieza: el vinagre blanco. Llenaremos la coctelera con agua caliente y un poco de vinagre, removeremos y dejaremos reposar un rato. Para mejores resultados, tendremos un batido de bicarbonato de sodio con un baño de vinagre.
- Congelarlo. Podemos llenar el shaker de proteínas con agua y luego dejarlo en el congelador durante la noche. A la mañana siguiente, lo lavaremos y olerá normal.
- Cambiar a leche no láctea o proteína en polvo. Si estamos mezclando proteína de suero (derivada de vaca) con leche normal (derivada de vaca), podría ser la razón del olor persistente en la batidora. Usar leche de almendras o una proteína en polvo a base de plantas no parece tener un olor tan desagradable.
- Cambiar a vidrio. Es menos probable que un recipiente de vidrio o cerámica retenga malos olores que uno de plástico. Lo malo es que es menos práctico de transportar (y más costoso de reemplazar si se nos cae), por lo que debemos decidir si el mal olor es lo suficientemente fuerte como para justificar el cambio.