¿Se pueden comer helados en invierno?

Helados en invierno

Los helados son alimentos típicos del verano y los días soleados de primavera. Un postre que suele hacer acto de presencia en nuestras ciudades desde finales de febrero hasta finales de octubre. El resto del tiempo las heladerías permanecen cerradas, pero, ¿por qué creemos que comer helados en invierno es malo? Vamos a contar que no es tan mala idea, salvo cuando estamos enfermos o con la garganta mala.

Mucha gente cree que tomar helado en invierno nos va a resfriar, pero tenemos una buena noticia, y es que no nos resfriamos por ir descalzos, por tomar helados, o por dormir sin calcetines. Nos resfriamos porque nuestro sistema inmune se debilita de forma puntual y entonces las bacterias ganan la batalla.

Tomar helado en invierno es posible, es más, lo vamos a disfrutar mucho más porque no se nos va a derretir tan rápido. Pero más allá de eso, los ingredientes de los helados, caseros o industriales, junto con su temperatura ayudan a nuestro organismo a regular la nuestra pudiendo entrar en calor.

Obviamente si estamos con mucho frío, andando por la calle, no se recomienda. En su lugar mejor un caldo calentito, un chocolate caliente o algo así, ya que podríamos rozar la hipotermia.

Los helados regulan la temperatura corporal

Tomar helados en verano nos refresca, y en invierno, nos ayudan a regular nuestra temperatura. Los ingredientes suelen ser leche (de animal o vegetal) frutas y azúcar. Todo esto son carbohidratos que dan energía rápida al cuerpo, por lo tanto, nos ayudarán a mantener una correcta temperatura corporal.

Un estudio de la Universidad de Queensland, junto con otros tantos estudios de la última década, han sido los que poco a poco han ido desmontando el mito. Aún queda mucho camino, ya que parece contraindicado tomar algo frío cuando hace frío.

Tomar helados en invierno tiene beneficios

El problema real llega cuando tenemos la garganta mala, es ahí cuando tenemos que tener muchísimo cuidado con la temperatura de los alimentos que ingerimos. Ni frío ni calor, sino a temperatura ambiente o templadito.

Si es solo dolor e inflación, tomar un poco de helado podría aliviarnos, diferente es, dolor, irritación, tos e infección. Recordemos que el helado a veces causa tos, por lo que si nuestra garganta ya está irritada no es buena idea.

Nos «ayuda» a bajar de peso

Esto es una curiosidad, y es que el cuerpo necesita gastar energía para regular contantemente nuestra temperatura corporal. Es algo que hace cada minuto de nuestras vidas, por eso no se recomienda beber agua muy fría en verano, porque el cuerpo consume mucha energía y luego nos sube la temperatura.

Los alimentos fríos provocan mayor gasto de energía, de ahí esa subida repentina de temperatura, ya que nuestro organismo intenta compensarla lo antes posible para que no haya un desajuste.

Sin embargo, en invierno, esto puede ser interesante, ya que el efecto termogénico hará que el cuerpo luche por regular la temperatura, gastaremos calorías y encima entraremos en calor. Es algo que no a todos nos funciona, pero seguro que a muchos de nuestros lectores les interesará saberlo y ponerlo en práctica.


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