¿Por qué no se puede usar agua caliente con lejía?

Muchas veces nos han dicho que limpiar con agua caliente es mejor porque desinfecta más, ya que con la temperatura del agua conseguimos eliminar las bacterias. Recordemos que el agua caliente no es buena para todas las superficies, ni tampoco se debe mezclar con cualquier producto de limpieza, como la lejía. Vamos a explicar los riesgos que se esconden detrás de este inocente hecho.

El agua caliente es muy importante en nuestro día a día, ya que gracias a ella podemos cocinar, y también podemos ducharnos sin morir congelados en pleno invierno. Pero el agua también es esencial para limpiar la casa, sobre todo el suelo.

Cabe decir que, si nuestro suelo es de madera o parquet, el agua caliente no le hace nada bien, al revés, sufrirá a corto y largo plazo. Sin embargo, si tenemos suelo gres o de piedra, el agua caliente le viene perfecto para desincrustar y recuperar su belleza. En cambio, suelos de cerámica y mármol, se puede usar de forma indistinta, ya que ambos son fáciles de limpiar, salvo las losas de barro que las manchas quedan muy marcadas y hace falta lejía y agua caliente, siempre con guantes, buena ventilación y sin excedernos en las cantidades de lejía.

Agua caliente y lejía, una mezcla tóxica

Si el agua está muy caliente y se mezcla con hipoclorito sódico (lejía), esta última se volatiliza más rápido creando una especie de vapor tóxico que si surge en una habitación muy pequeña y cerrada, como un baño, por ejemplo, esos gases (cloro gas) los podemos inhalar y provocarnos irritación en las vías respiratorias.

Además, al usar agua caliente, se evapora el cloro (cloro gas) y la lejía pierde su poder de desinfección. Lo bueno de este producto es que es capaz de romper la cadena de las bacterias, de ahí que se le considere un buen desinfectante. El agua donde echamos la lejía nunca debe superar los 29 grados, si supera los 30, se evapora el cloro y surgen los problemas que ya hemos comentado anteriormente.

Limpiar el suelo con agua caliente y lejía

Si usamos lejía, el agua siempre debe estar a temperatura ambiente, o fría. Debemos usar guantes para manipularla o estropajos con palo, pero siempre mejor usar unos guantes. Además, la zona donde limpiamos debe estar correctamente ventilada, que no haya niños ni gente descalza, ni animales.

La lejía no limpia

Recordemos que este producto no sirve para limpiar, solo para desinfectar, por lo que debemos echar más friegasuelos que lejía para que no queden cercos, huellas, ni suciedad. O bien, limpiar primero con lejía, y después repasar con friegasuelos.

No nos olvidemos de que el poder desinfectante de la lejía solo dura unas pocas horas, 3 como máximo, por lo que se debe usar de inmediato. Nos referimos a que no es buena idea dejar el cubo de la fregona con agua y lejía ahí parado durante días, ya que pasadas esas 3 o 4 horas, se habrá descompuesto y habrá perdido su eficacia. Es más, si ese cubo está al aire libre o expuesto al sol y corrientes de aire, su descomposición será más acelerada.

Recomendamos usar productos desinfectantes no tóxicos para limpiar la casa, de manera que no pongan en riesgo nuestras vías respiratorias ni la salud de ningún miembro de la familia, incluyendo gatos, perros, y otros animales.


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