En numerosas noticias y artículos hemos contado que los humanos y los perros compartimos algunos gustos culinarios o, mejor dicho, compartimos algunos alimentos. Muchas de las frutas y verduras que comemos los humanos, las podemos compartir con los perros, pero… ¿y las uvas? Vamos a salir de dudas, ya que vemos que esta fruta sigue despertando interés.
Los perros pueden comer casi todas las frutas y verduras que comemos nosotros en nuestro día a día, solo que ellos no pueden comerlas con piel ni pepitas, y las verduras deben estar en crudo o al vapor sin sal, especias ni aceites. Algo importante es que los trozos han de ser pequeños, la fruta debe estar muy bien lavada, y la cantidad justa y necesaria según el tamaño de nuestro can (el veterinario nos puede ayudar mejor).
En el caso de las uvas, tenemos un perro y un gato, que es vernos comer uvas y se ponen nerviosos como si fuera jamón o lata de comida húmeda. Nunca entenderemos qué les despierta el olor de esta fruta a ambas especies, o en particular a nuestros amigos de 4 patas.
Vamos a ver cómo afecta a estos animales el consumo de uvas, y desde ya adelantamos que no trae nada bueno, y menos para los gatos que ya de por sí son propensos a sufrir problemas renales graves en la edad adulta, sobre todo los machos castrados.
Las uvas no son buenas para los perros
Ya lo dice el título, las uvas y las uvas pasas no son aptas para gatos ni perros. Cuando decimos uvas, nos referimos a cualquier variedad, sean con o sin pepitas, sean verdes (blancas), rojas o las negras. Esta fruta está prohibida para nuestros amigos de 4 patas y es que, en el caso de los perros, el consumo de uvas puede provocar indigestión, fuertes dolores de estómago y daños renales irreversibles a largo plazo.
Estos efectos adversos afectan a ambas especies de animales, pero en esta ocasión nos hemos centrado solo en los perros. Es una muy mala idea darles uvas, aunque creamos que «solo está jugando con ella». En una de esas puede comérsela, y después llegan los dolores, la apatía, los gases y otras graves consecuencias como el fallo renal a largo plazo.
Si es cierto que el fallo renal no surge por una sola uva, sino por varias y varias veces a la semana, pero mejor prevenir que curar, ya que cuando fallan los riñones, el resto del organismo se resiente y podría acabar con la vida de nuestro perro.
Sin embargo, en gatos, con una sola uva podría haber graves consecuencias a corto y largo plazo. Por lo que tenemos más razones aún para alejar esta deliciosa fruta de la boca de nuestras mascotas, sean perros o gatos, sin importar su edad, tamaño, sexo, etc.
Nosotros sí podemos comerlas sin problemas, de hecho, es una muy buena opción como tentempié a media tarde o media mañana, pero cuidado con las cantidades, ya que más de 15 uvas, puede provocar diarreas.