Los gatos son seres maravillosos, pero cuando se trata de obediencia, empiezan los chantajes emocionales con esos ojos grandes y redondos con los que nos miran como dinero «Venga va, déjame subir, me voy a portar bien», y al final nos rendimos, se sube al escritorio y empieza la oleada de problemas mientras ronronean.
Afortunadamente, nuestros gatos no se tumban justo encima del teclado porque poco a poco los hemos ido educando, pero más de una vez cae una pata en alguna tecla que qué casualidad, siempre es «Enter», «back», Esc», «Supr», etc. Más de una vez nos la han liado, pero bueno, es parte de la vida y la convivencia con estos felinos en miniatura.
Pero más allá de sus liadillas, hay razones por las que eligen sentarse en el teclado. En nuestro caso trabajamos con un PC de sobremesa, pero cuando usamos un portátil o la Surface Pro con teclado, ahí sí que se posan encima del teclado. Como que no crean diferencia al ser una sola pieza, pero hay una razón que nos va a derretir el corazón.
PD: si ves a tu gato cerca, pulsa el botón de guardar varias veces, ¡de nada!
Te ama y sabe que tu atención está en el PC
La pandemia ha normalizado el teletrabajo y con él las redes sociales se inundaron de usuarios que trabajábamos desde casa y teníamos que lidiar con un travieso gato que jugaba con sus dedos mientras tecleábamos, que nos dejaba sin batería porque mordía el cable, que se sentaba en el teclado a modo de «humana, échame cuenta», gatos que se dormían en brazos y teníamos que trabajar con una sola mano (damos fe de esto), etc.
Pero detrás de todos estos comportamientos hay una razón y es el amor. El gato intenta captar la atención de la persona a la que más ama y como esa persona, o sea nosotros, estamos usando el ordenador, pues el gato intenta captar nuestra atención interponiéndose entre el ordenador y nosotros.
Hay miles de teorías, desde las que dicen que es por fastidiarnos, hasta las que tienen en cuenta el calor que genera la pantalla y el teclado del portátil, hasta las teorías de que los gatos aman las teclas y su sonido. Esta última teoría nos convence bastante, ya que, en nuestra experiencia, el tecleo calmaba a mis gatos cuando eran bebés de pocos días de vida.
La teoría ganadora es por amor y atención. Los gatos siempre quieren estar cerca de la persona a la que aman y quieren ser el centro de atención las 24 horas del día, y han aprendido nuestras rutinas y movimientos, por eso deciden sentarse encima de aquello a lo que nosotros le prestamos atención durante varias horas al día.
Si nuestro gato necesita estar MUY cerca de nosotros, por experiencia recomendamos reeducar al felino y que ambos tengamos nuestro espacio. Si el animal no atiende a razones, otra opción es colocar un espacio para él en nuestro escritorio, de forma que esté cerca de nosotros, pero nos deje trabajar tranquilos. Por ejemplo, una cama en un lateral del escritorio o una mantita entre el teclado y el monitor, pero mucho cuidado con el volumen de los altavoces.
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