¿Por qué mi gato amasa mi barriga y su cama?

Un gato en una ventana

Los que vivimos con gatos hemos visto casi de todo, desde un gato jugando con una mosca u hormiga; robándonos la cartera; enganchado a nuestras zapatillas de estar por casa; corriendo por el pasillo como si le persiguiera la Policía; haciéndole la croqueta a un extraño y hasta robarnos ropa del tendedero. Y entre todos esos comportamientos que vemos a diario, está el hecho de ver que nuestro gato amasa nuestra barriga o el lugar donde duerme, ¿es algo bueno o malo?

Desde ya vamos a decir que si el gato amasa alguna superficie, no es un mal comportamiento ni tiene un trasfondo negativo, como tampoco lo tiene el hecho de que nos robe las gomas del pelo y trafique con ellas debajo del sofá.

Bromas aparte, los gatos son maravillosos, y por muy despegados, antisociales, independientes y fríos que puedan ser esos felinos en miniatura, podemos asegurar que un día se acercarán a nosotros y nos amasarán la barriga. Asimismo, puede que los hayamos visto amasar su cama, su juguete favorito o un peluche, cojín, almohada o la mantita donde pasa más horas.

A pesar de que la ciencia no ha podido confirmar al 100% la razón concreta de por qué el gato amasa nuestro cuerpo, es un gesto común entre los gatos y que tiene varias razones (hipótesis), y no solo una, aunque realmente todas desembocan en lo mismo, el amor que sienten hacia nosotros.

Razones por las que los gatos amasan

Un gato amasa una silla

Da igual la edad, el sexo o el color del pelaje de nuestro gato, seguramente ya nos ha amasado la barriga, el pecho, las piernas, la espalda, incluso el brazo o la cabeza. Es algo muy normal en ellos, y no hay nada malo, pero es interesante conocer algunos de los motivos:

  • Comportamiento social heredado: el gato amasa a su madre para extraer leche.
  • Para acomodar la manta, cama, almohadada, nuestra ropa, etc.
  • Marcar territorio: en las almohadillas de los gatos hay glándulas odoríferas (que emiten olor).
  • Para captar nuestra atención de forma inmediata.
  • Para relajarse y nos ayuda a relajarnos a nosotros mismos.

Como vemos, son muchos los motivos que se le atribuyen al hecho de que un gato decida amasar en nuestra barriga o en su cama, pero realmente es un misterio que nunca sabremos al 100%, solo son hipótesis y teorías.

Lo que sí queda claro es que no se trata de un comportamiento amenazante ni peligroso y nos podemos acercar a ellos cuando queramos y darles mimos. Tampoco se ha demostrado que interrumpir el proceso sea negativo para ellos, pero por si acaso, mejor dejarlo a su bola, ya que a a los gatos no les gusta demasiado que le agobien.

Tampoco nos alarmemos si vemos que nuestro gato no amasa nuestro cuerpo ni sus pertenencias, ya que no supone ningún riesgo para su salud, ni se usa como antecedente de una enfermedad o similar. Diferente es que el gato no ronroneara, eso sí es una señal de que algo no funciona todo lo bien que debería. En este caso recomendamos consultar con nuestro veterinario, solo él sabrá que hacer.


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