¿Los agapornis siempre tienen que estar en parejas?

Una pareja de agapornis

La respuesta corta es no, pero hay mucha letra pequeña que debemos tener en cuenta y es lo que vamos a explicar a continuación, por si solo queremos un agapornis, o teníamos dos y uno se ha muerto. Vamos a salir de dudas en menos de 3 minutos.

A los agapornis se les conoce como los pájaros del amor, y es que estos simpáticos pajaritos con tan bello color de plumaje, les gusta mucho estar acompañados, y no es del todo cierto que no puedan estar solos. En su hábitat natural, si pierden a su pareja, al poco tiempo encuentran otra dentro de la bandada, así que no hay mucho drama al respecto.

Su bonito aspecto y su característico cantar hace que los agapornis sean de las aves más elegidas como mascotas en los hogares españoles. Ahora toca desmentir eso de «no pueden vivir solos». Sí pueden, solo que debemos tener en cuenta una serie de cosas antes.

Siempre buscan compañía

Son aves sociables, y sí pueden vivir solos en nuestra casa, pero necesitarían de nuestra atención, que les sacáramos de la jaula, que le habláramos, que le acariciáramos, que le demos premios o comida con la mano, etc. Si no vamos a ser capaces de dedicarle todo ese tiempo durante sus 10 o 15 años de vida, entonces será mejor que incorporemos a una pareja.

Otro aspecto clave es si ya tenía compañero de vida y de repente desaparece. Ahí, estando en su hábitat natural, tardaría solo unas semanas en encontrar pareja. En nuestro caso, tendremos que rellenar ese vacío, y si vemos que se está poniendo decaído (pierde el apetito, se le caen pumas, ya no vuela, no emite sonido, etc.), será mejor introducir un compañero del sexo opuesto o del mismo sexo, ya que esta raza suele crear vínculos fuertes con sus semejantes.

Los agapornis pueden vivir solos

Lo que sí es clave es que entre ellos se conozcan, para que la convivencia sea buena, como eso es difícil, pues lo mejor será meter uno del sexo opuesto. Para saber el sexo, suele usarse la técnica de sexaje por ADN, ya que no presentan casi ninguna diferencia en sus órganos reproductores.

No importa el sexo, pero sí la especie

Como curiosidad, las hembras suelen ser más reservadas y territoriales, mientras que los machos suelen ser más sociables con las personas. Decimos suelen, porque depende de cómo se han criado, si han sido papilleros estarán más conectados a los humanos que si se han criado en un voladero con más miembros de su especie.

Algo importante es que no debemos mezclar especies, ya que los agapornis son muy inteligente y territoriales, así que no es buena idea mezclarlos con aves diferentes a su especie. Aparte, los agapornis tienen mucha fuerza en sus patas y en su poico, típico de los loros, así que las otras aves podrán pagarlo con la vida.

Mucho cuidado con eso, y más si están en un espacio reducido como una jaula. En un voladero de grandes dimensiones podría haber treguas y no llevarse mal, pero más de un susto nos vamos a llevar. Lo mejor siempre es no mezclar especies, al menos cuando se trate de aves.


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