Fármacos tipo Ozempic: evidencias sólidas de beneficio cardíaco más allá de adelgazar

  • El ensayo SELECT confirma una reducción del 20% de eventos cardiovasculares mayores con semaglutida.
  • El beneficio es independiente de los kilos perdidos; la cintura explica alrededor de un tercio del efecto.
  • Participaron más de 17.600 adultos sin diabetes con IMC ≥27 y enfermedad cardiovascular establecida.
  • Los datos, publicados en The Lancet, podrían influir en guías clínicas en Europa y España.

Fármacos GLP-1 y salud cardiovascular

Una nueva lectura del ensayo clínico SELECT consolida que los fármacos tipo Ozempic, basados en semaglutida, aportan protección cardiovascular en personas con sobrepeso u obesidad que ya padecen patología cardiaca. Los resultados, difundidos en The Lancet, refuerzan que el efecto va más allá de la pérdida de peso, un matiz clave para la práctica clínica.

En este análisis, el medicamento redujo de forma significativa los eventos cardiovasculares adversos mayores, con una caída del 20% en infarto, ictus o muerte cardiovascular. La mejoría no dependió de cuántos kilos adelgazó cada participante y, de hecho, la reducción del perímetro de cintura solo explicó en torno a un tercio del beneficio total.

Qué aporta el nuevo análisis de SELECT

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SELECT incluyó a más de 17.600 personas mayores de 45 años, con índice de masa corporal (IMC) ≥27 y enfermedad cardiovascular establecida, reclutadas en 41 países. Los participantes, todos sin diabetes, recibieron inyecciones semanales de semaglutida o placebo y fueron seguidos durante más de dos años.

Frente al placebo, semaglutida redujo los eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE) un 20%. Este efecto fue consistente independientemente del peso inicial y de la cantidad de kilos perdidos en el seguimiento, lo que subraya que la protección no se explica solo por adelgazar.

El análisis separó el papel del peso y de la circunferencia de la cintura. Mientras los cambios en kilos tuvieron un valor predictivo limitado, cada reducción de unos 5 centímetros de cintura se asoció con una caída aproximada del 4% en el riesgo cardiovascular, explicando alrededor de un 33% del beneficio del tratamiento; el resto apunta a otros mecanismos.

Según el equipo liderado por John Deanfield (UCL), la grasa abdominal es particularmente nociva para el corazón y reducirla importa, pero aún quedan dos tercios del efecto protector sin una vía única que lo explique. Eso abre la puerta a mecanismos cardiovasculares directos de la semaglutida en tejidos y vasos.

Ozempic y protección del corazón

Mecanismos posibles más allá de la báscula

La semaglutida es un agonista del receptor GLP-1, una vía hormonal que regula apetito y glucemia tras las comidas. Más allá del control del peso, la evidencia sugiere efectos favorables sobre la inflamación vascular, la función endotelial y parámetros hemodinámicos y lipídicos.

  • Menos inflamación: descenso de citocinas proinflamatorias que dañan arterias.
  • Mejor presión arterial y lípidos: impacto favorable en tensión y colesterol HDL y LDL.
  • Función endotelial más competente: vasos con mejor capacidad de dilatación.

Para Deanfield, estos resultados «reconfiguran» la visión del fármaco: no sería solo un tratamiento para adelgazar, sino también una herramienta de protección cardiovascular directa en pacientes con enfermedad establecida.

Implicaciones clínicas en España y Europa

Especialistas en nuestro entorno, como Antonia Delgado (Hospital Gregorio Marañón), señalan que el perímetro abdominal refleja la grasa visceral, íntimamente ligada a infarto e ictus. Para José Luis Zamorano (Hospital Ramón y Cajal), los datos apoyan un efecto cardioprotector propio; y Cristóbal Morales (Hospital Vithas Sevilla) destaca su valor en prevención cardiovascular en pacientes con IMC ≥27 y patología cardiaca.

De confirmarse y trasladarse a guías, la semaglutida podría ampliar su indicación a perfiles con sobrepeso y alto riesgo cardiovascular aunque no logren grandes pérdidas de peso. En Europa, algunos sistemas sanitarios han empezado a evaluar su uso con este enfoque, mientras en España se debate su posible financiación en escenarios de prevención secundaria.

El potencial impacto sanitario es notable: las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte en nuestro país. Un fármaco capaz de recortar eventos graves en pacientes con enfermedad ya establecida, con independencia de los kilos perdidos, supone una oportunidad para reducir carga asistencial y mejorar calidad de vida, y puede complementarse con tecnologías como un reloj que detecta infartos.

Limitaciones y cautelas

SELECT no incluyó a personas con diabetes y fue financiado por Novo Nordisk, fabricante del fármaco. Además, la cohorte tuvo diversidad limitada —predominaron hombres blancos—, por lo que se requieren análisis por sexo y etnia y más datos en otros grupos.

Por ahora, la evidencia sólida se circunscribe a adultos con IMC ≥27 y enfermedad cardiovascular establecida. Usos en personas sin exceso de peso o en prevención primaria necesitan ensayos específicos antes de considerar cambios de indicación a gran escala.

La fotografía general que dejan los datos de SELECT es clara: los fármacos tipo Ozempic aportan beneficio cardiovascular sustancial en pacientes sin diabetes y con sobrepeso u obesidad, y ese efecto no depende del número que marca la báscula; la cintura importa, pero no lo explica todo, lo que apunta a mecanismos cardiometabólicos que la investigación ya está empezando a desentrañar.