La dieta mediterránea proporcionar muchos beneficios para la salud, pero también podemos correr el riesgo de consumir demasiados contaminantes ambientales. Un reciente estudio afirma que los alimentos producidos orgánicamente pueden ser la solución a estos pesticidas.
Mucha gente apuesta por una dieta mediterránea, basada en comer muchas frutas y verduras, cereales integrales, legumbres y pescado, junto con un poco de aceite de oliva. Este tipo de alimentación solo permite pequeñas cantidades de grasas saturadas de productos lácteos y carnes rojas.
Pero un nuevo estudio, llevado a cabo por científicos de la Universidad de Oslo, hizo un descubrimiento bastante sorprendente. Las personas que llevan una dieta mediterránea que contenía alimentos cultivados de manera normal, consumían tres veces más contaminantes ambientales en comparación con cuando estaban comiendo una dieta occidental ordinaria.
Los participantes se dividieron en dos grupos: uno consumió una dieta mediterránea basada en alimentos cultivados de forma habitual, mientras que el otro grupo llevo el mismo tipo de alimentación basado únicamente en alimentos cultivados orgánicamente. En el grupo que consumió alimentos cultivados orgánicamente, el nivel de contaminantes ambientales se redujo en un 90% en comparación con el grupo que lleva una dieta mediterránea con alimentos cultivados de manera habitual.
Los pesticidas pueden afectar a las hormonas
Los investigadores analizaron la orina de los participantes e investigaron qué contaminantes estaban presentes en los alimentos que comían.
Los investigadores revelan que se sabe o se sospecha que varios de los contaminantes ambientales que encontraron afectan a las hormonas en el cuerpo. Existe una creciente evidencia de que tales toxinas pueden debilitar nuestro sistema de defensa inmunológico y quizás también nuestra fertilidad. Si las hormonas se desequilibran, también pueden tener un efecto negativo en el crecimiento y desarrollo de los niños.
Las frutas, verduras y cereales integrales cultivados de forma convencional son algunas de las principales fuentes de contaminantes ambientales que absorbe nuestra dieta. Dado que una dieta mediterránea se basa en estos alimentos, quienes la consumen tienen una ingesta diez veces mayor de estos contaminantes que si la dieta se hubiera basado en alimentos cultivados orgánicamente.
La dieta mediterránea ecológica sería la mejor opción
Los científicos aún no van a emitir una advertencia en contra de vivir con una dieta mediterránea desprovista de alimentos cultivados orgánicamente. Este estudio no es muy grande y aún no se han podido monitorear los efectos a largo plazo sobre la salud de dicha dieta.
Para quienes llevan una dieta mediterránea no ecológica, aún no se sabe cuál será lo más decisivo a largo plazo. Quizá se mejor consumir mejores y más saludables nutrientes que si llevaran una dieta convencional del norte de Europa, o absorber un mayor volumen de contaminantes ambientales. Habrá que esperar los resultados de los estudios de investigación en poblaciones más grandes.
Nuestra ingesta de contaminantes ambientales también proviene de otras fuentes como el aire que respiramos y a través de cosméticos, como cremas para la piel. Este estudio no ha ajustado sus resultados para tener en cuenta estos factores, por lo que aún se requerirá más investigación hasta determinar si realmente corremos peligro. Lo único que podemos asegurar es que la dieta mediterránea es una de las mejores formas de alimentarnos.