Nadar al máximo rendimiento es tener un conocimiento completo de la seguridad en el agua, lo que incluye los procedimientos adecuados para las inclemencias del tiempo, sobre todo durante la lluvia y las tormentas. Esto nos hace plantearnos si es arriesgado nadar en días lluviosos.
Los expertos dicen que aunque la lluvia en sí misma no representa necesariamente una amenaza para la seguridad de los nadadores, los truenos y relámpagos pueden desarrollarse rápidamente y causar un riesgo.
Piscinas
Los rayos pueden golpear fácilmente algo conectado a la piscina, como una tubería de agua o a la piscina misma. Esto significa que se deben evitar las piscinas cubiertas y al aire libre durante una tormenta que contiene truenos y relámpagos. Se podrá volver a la piscina solo cuando no hayamos escuchado ningún trueno durante al menos 30 minutos.
También es una buena idea mantenerse alejado de la piscina cuando llueve porque la terraza y otras superficies pueden estar más resbaladizas de lo habitual. Si nos resbalamos y caemos cerca de la piscina, podemos lastimarnos gravemente con una cubierta dura o madera, pero también es posible caer inconsciente al agua.
Además, nadar en agua fría mientras caen gotas sobre la cabeza puede causar hipotermia. Una persona que está expuesta a fuertes vientos o lluvia podría perder más calor corporal de lo que debería. Nadar bajo la lluvia no solo lo expone a los elementos que causan la hipotermia, sino que también puede hacer que sea difícil distinguir los síntomas de la hipotermia del escalofrío que generalmente se presenta al saltar a la piscina.
Aguas abiertas
Los vientos fuertes pueden afectar las condiciones del agua y las corrientes, especialmente en los océanos. Las fuertes lluvias pueden dificultar la visibilidad de la costa y provocar que se desoriente. Además, las lluvias pueden hacer que las bacterias y otras materias dañinas se laven en el océano y las vías fluviales; por lo tanto, se debe evitar nadar durante y durante las 12 a 24 horas posteriores a las fuertes tormentas. Así que es mejor evitar la natación en días de lluvia.
Las fuertes lluvias pueden aumentar el caudal de los ríos, creando fuertes corrientes y aumentando los niveles de agua. El agua también podría estar más fría de lo que esperamos, con agua más fría proveniente del suelo más alto que se lava río abajo.
Cuando las fuertes lluvias continúan durante varios minutos sin señales de amainar, es hora de regresar a tierra. De esta manera, no tendremos que lidiar con la peor parte de la tormenta cuando llegue. Nos arriesgamos mucho más cuando nos negamos a salir del agua antes del pico del aguacero. Puede haber otros momentos en los que salgamos del agua y la lluvia cese poco después. Aunque puede ser algo tedioso, es mejor prevenir que curar.