El ajo es uno de los alimentos estrella de la dieta mediterránea. Tanto cocinado como crudo, este alimento se utiliza en la cocina tradicional y moderna, aunque hay personas que lo evitan por un motivo. Que el ajo se repita es algo normal, aunque existen ciertos trucos para que no suceda.
Los beneficios del ajo abundan gracias a una sustancia azufrada llamada alicina. Cuando se corta el ajo, esta sustancia se transforma en alicina muy volátil que contiene azufre y es la causante de que el ajo se repita. Sin embargo, cuando se calienta se reduce su presencia porque no se volatiliza. Es por eso que el asado, frito o cocido no se repite. Pero si queremos usar ajo crudo sin que se nos repita a lo largo de las horas, habrás que calentarlo unos segundos. Para conseguirlo, es mejor usar el microondas para reducir la alicina sin llegar a cocinarlo.
El ajo y su aceite esencial también tienen una actividad antimicrobiana muy potente, capaz de expulsar y matar las bacterias en el intestino. Y cuando esto sucede todo a la vez, el equilibrio de las bacterias intestinales se altera y es posible que tengamos un poco de gas. Además, tiene un alto contenido en fructanos, un carbohidrato FODMAP. Esto también altera las bacterias en el intestino y puede generar un aumento de gases, eructos o hinchazón abdominal.
Trucos para evitarlo
¡No te quedes sin tu ajo! Hay quienes lo evitan porque se repite y porque huele demasiado. Sin embargo, algunos de estos consejos te ayudarán a incorporarlo en la dieta sin remordimientos.
- Usa ajo nuevo: Los nuevos no suelen repetir. Es el ajo viejo el que provoca este efecto, por lo que es mejor no comprar muchas cabezas de ajos y conservarlos.
- Eliminar el germen: Esta es la parte del ajo crudo que más se repite. Para quitarla, lo abriremos por la mitad y quitaremos la parte interior.
- Blanquear el ajo crudo: Podemos darle tres escaldados con agua fría. Pondremos una cacerola con agua fría al fuego y añadiremos los dientes pelados. Cuando el agua empiece a hervir, tiraremos el agua y añadiremos agua fría, repitiendo la operación hasta tres veces.
- Poner el ajo en el microondas: Meterlos en el microondas a potencia media durante treinta segundos nos asegurará que estén tiernos y no se repitan.
- Confitar el ajo: Si lo confitamos hirviéndolo a fuego lento en aceite, nos aseguraremos de que no se repita.