¿Es bueno comerse la piel de los alimentos?

Una tabla de frutas y verduras cortadas

Estamos acostumbrado a quitar la piel de los alimentos, incluso el pellejo al pollo, pero de verdad ¿es necesario porque es perjudicial para la salud o estamos cometiendo un error y estamos perdiendo la mejor parte de cada alimento? Vamos a salir de dudas en los siguientes párrafos.

¿De dónde nos viene ese miedo a la piel de los alimentos? Y no podemos negarlo, es que muchos de nosotros tenemos como pudor por comernos la piel de tomate, incluso. Es cierto que hay alimentos donde claramente su piel no es comestible, como es el caso de la piña, la sandía, el melón, la naranja, el kiwi, etc. pero otros donde estamos desaprovechando muchas propiedades de esa fruta por desechar la piel.

Por otro lado, se entiende que muchas veces quitemos la piel por miedo a los pesticidas, ya que muchas veces se usan tantos tipos diferentes y tantas cantidades de ellos, que por mucho que lavemos la fruta y la verdura, algo de «veneno» nos terminamos tragando. Entonces el quitar la piel, también nos hace reducir drásticamente las probabilidades de ingerir pesticidas.

Entonces… ¿piel sí o no?

Aquí tenemos que ir pasito a pasito, y es que hay alimentos como la piel del pollo que es saludable comer, ya que contiene grasas saludables que ayudan a cuidar nuestro corazón. Esta es la parte sencilla de la respuesta a la gran pregunta sobre si podemos o no comernos la piel de los alimentos.

En el caso de las frutas, hay muchas cascaras y pieles que pueden ser reutilizadas más allá de como compost para las plantas. Por ejemplo, el kiwi se puede comer entero sin pelar, la piel del plátano se puede triturar y usar en batidos y pasteles porque aporta vitamina A, D y vitaminas del grupo B.

Frutas con piel comestible

Con la calabaza sucede igual, y es que si la rallamos la podemos usarla en bizcochos, sopas, guisos, decoraciones, etc. Nos aporta fibra, vitamina C y carotenoides, aparte de potasio si nos comemos la pulpa de su batido. Lo mismo sucede con la naranja y el limón.

Las papas no tienen por qué pelarse siempre, lo prometemos. Una tortilla con papas con piel es otro mundo. La piel de este tubérculo tan clásico en la dieta mediterránea nos aporta vitaminas C, grupo B y minerales importantísimos como potasio, magnesio, hierro y fósforo. Aparte de ser muy rica en fibra, aportar sabor, mejorar la digestión y no perder ninguna propiedad de la papa.

La berenjena, el pepino, el tomate y la zanahoria, todos estos van directos al estómago y sin pelar, solo hay que lavarlos bien y cocinarlos, como en el caso de la berenjena.

¿Qué pasa con los quesos y embutidos?

Incluso con el tema de los quesos. Si la corteza es de plástico o es artificial, evidentemente no se come, y hay que recortar esa parte, pero si la corteza es parte del queso como pasa con los quesos blandos o el rulo de cabra, entonces sí podemos comernos todo.

En cuanto a los embutidos. La gran mayoría, sobre todo si son de buena calidad, esa corteza o pellejo será piel de animal, por lo que sí podemos comerla, sin embargo, si el embutido es cortado a máquina y estaba envuelto en plástico, esa cita que le rodea no se puede comer.

En resumen, el tema de la piel de los alimentos es más una cuestión de gustos que otra cosa, salvo contadas ocasiones donde debemos estar atentos porque se trata de plástico o es difícil de digerir o podemos estar ingiriendo pesticidas.


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