Bitter Kas es un refresco sin alcohol que revolucionó el aperitivo a partir de los años 60. Su color rojizo destacó por encima del resto de bebidas, siendo una opción llamativa al salir de copas.
Sin embargo, pese a que estaba muy asentada para tomar como entrante o como picoteo, tan solo los nostálgicos reclamaban su aceptación en bares nuevamente. Actualmente es sencillo pedir un Bitter Kas sin tener más de 40 años, pero deberíamos conocer de qué está compuesto. ¿Es una buena idea pedir un refresco sin alcohol sin mirar el etiquetado nutricional? ¿Podríamos tomarlo si queremos controlar la ingesta calórica?
Ingredientes y valor nutricional
La fórmula es secreta, como la de la Coca-Cola, pero se sabe que contiene veintiún ingredientes botánicos, entre los que se encuentra la canela, el sándalo, la nuez moscada y la naranja. Lo realmente llamativo es que este aparente inofensivo refresco sin alcohol está repleto de químicos conservantes, colorantes y edulcorantes. Muchos de ellos afectan negativamente al organismo, aumentando los casos de hiperactividad.
Su listado de ingredientes está compuesto por: «agua carbonatada, jarabe de glucosa y fructosa, acidulante: E-330, aromas (incluyendo extractos de plantas), colorantes: E-150d, E-122 y E-124, conservador: E-202, edulcorantes: E-950 y E-955«.
En cuanto al valor nutricional, por cada envase de 330 mililitros nos encontramos con:
- Valor energético: 64 kcal
- Grasas: 0 gramos
- De los cuales saturadas: 0 gramos
- Hidratos de carbono: 15’7 gramos
- De los cuales azúcares: 15’5 gramos
- Proteínas: 0 gramos
- Sal: 0’1 gramos
Es decir, es una bebida que no aporta ningún nutriente interesante. Tan solo estaremos bebiendo agua con azúcar y químicos que recrean el sabor y olor de frutas cítricas. Lógicamente, aporta menos calorías que un alcohol destilado y evitamos los efectos de esta sustancia en el organismo. Sin embargo, no es la mejor bebida para tomar comiendo o al salir con amigos.
¿Bitter Kas es un refresco saludable?
En la propia etiqueta del refresco anuncian que contienen E-122 y E-124, dos químicos que pueden tener efectos negativos sobre la actividad y la atención de los niños. Estos conservantes no están solo presentes en el Bitter Kas, sino que también se consumen en golosinas, patatas fritas y otros refrescos como la Fanta.
Pero teniendo en cuenta que esta bebida no es apta para menores, pese a no contener alcohol, tampoco está destinada a personas que quieren cuidar su alimentación. Una sola lata aporta 64 calorías, procedentes exclusivamente del jarabe de glucosa y fructosa (azúcar). No aporta ningún otro nutriente saludable para el organismo, por lo que se considera que estaremos ingiriendo calorías vacías.
Como decíamos, principalmente estamos bebiendo agua con gas y azúcar. Concretamente 15’5 gramos de azúcar, que equivalen a casi 4 terrones. Es una bomba si tenemos en cuenta que diariamente se recomienda no sobrepasar los 5 gramos de azúcar añadida. Por lo tanto, no es un refresco saludable ni una buena alternativa al alcohol cuando estamos a dieta o queremos cuidar la alimentación. Además, hay que tener especial cuidado con repetir bebida, ya que el consumo de azúcar se dispara fácilmente, llegando a ingerir más de 30 gramos en solo dos Bitter Kas. En el caso de tener un antojo puntual, se recomienda tomar solo uno y beber agua para hidratarnos.