Pensamos en seguros de salud cuando sufrimos alguna patología o lesión repentina. Quizá sea evidente contratarlo cuando se es propenso a enfermedades, pero también es interesante en personas que practican deporte. Tanto si somos profesionales como si hacemos ejercicio físico para gozar de buena salud, un seguro médico puede aportar grandes ventajas.
Si se nos cayera una mancuerna encima del pie mientras estamos en el gimnasio, ¿lo cubre el seguro del centro deportivo? La mayoría de gimnasios cuentan con seguro de responsabilidad civil muy limitado. Tan solo asumen los riesgos si la culpa está en ellos, pero no en hechos fortuitos. En estos casos, la Seguridad Social o el seguro médico privado hará frente a todo tipo de gastos.
Muchas lesiones o afecciones deportivas son cubiertas en deportistas no profesionales, siempre que no se produzcan en competiciones o deportes de riesgo. Es decir, si vamos al gimnasio o nos gusta practicar deporte al aire libre, podría convenir tener un seguro médico. No obstante, los deportistas profesionales deben escoger un seguro especial.
Acceso a grandes profesionales
Los deportistas profesionales cuentan con un equipo médico que les valora y controla en todo momento. En el caso de las personas que practican ejercicio físico habitualmente, el contacto con profesionales de la salud suele reducirse. Y más si no se cuenta con un seguro médico privado.
Detrás de una vida saludable existe una preocupación por distintos aspectos de la salud. Por ejemplo, si nuestra meta es bajar de peso, realizar entrenamientos con una alimentación guiada por un dietista-nutricionista es fundamental. Y no solo para adelgazar, también para aumentar de peso o para conocer nuevos hábitos alimenticios.
Por otra parte está la salud dental. Un gran porcentaje de deportistas sufre problemas dentales al apretar los dientes por el esfuerzo. Sin embargo, muy pocos vinculan su dentadura con el desempeño físico. Así que se recomienda acudir al dentista dos veces al año, que con un seguro médico las revisiones están incluidas.
Además, la salud física es un reflejo de la mental. Por eso, acudir a psicólogos puede ayudar a afrontar todo tipo de situaciones: desde ansiedad en el gimnasio hasta estrés por participar en una carrera.
Y, también hay que pensar en los traumatólogos y cardiólogos. En el momento que tenemos algún accidente o lesión, el seguro cubre el coste de las pruebas diagnóstico. En ellas se incluyen resonancias, radiografías, ecografías, electrocardiogramas, análisis de sangre, monitor Holter, etc.
Mejores cuidados frente a lesiones
Incluso un seguro médico, como Fiatc, incluye sesiones de fisioterapia. Estas pueden usarse al tener alguna lesión deportiva o como método de readaptación deportiva. Acudir a fisioterapeutas profesionales es fundamental al principio de cualquier molestia o traumatismo. Sin embargo, pocas personas recurren a este tipo de terapia cuando quieren evolucionar en sus entrenamientos. Algunos tratamientos, como la punción seca, el masaje o la liberación de puntos gatillo pueden ser fundamentales para continuar evolucionando en sesiones de fuerza o resistencia.
Además, en el caso de los adultos mayores, la actividad física unida a las sesiones de fisioterapia suele generar grandes cambios en la salud. Se ganará movilidad, resistencia y fuerza para hacer las tareas cotidianas sin dolores ni limitaciones.
Prevención de patologías
Uno de los principales sustos en deportistas tienen cierta vinculación con el músculo cardíaco. El corazón no avisa de que algo va mal, como sí puede suceder con otros músculos. Sin embargo, las revisiones médicas pueden comprobar que no existen riesgos. Una de las pruebas más conocida es la ergometría, también llamada prueba de esfuerzo. En ella se podrá analizar si el ritmo cardíaco es adecuado a la intensidad del ejercicio. Esta prueba suele recomendarse junto a un estudio de electrocardiogramas que elaboran un perfil más completo.
También es interesante conocer la salud de nuestros huesos. Principalmente, las mujeres son propensas a tener osteopatía que deriva en osteoporosis. Los huesos se vuelven débiles con el paso de los años, por lo que un diagnóstico a tiempo puede ayuda a crear un entrenamiento focalizado en la fuerza de los músculos que protegen la masa ósea. Si tenemos familiares con esta enfermedad degenerativa, se recomienda realizar pruebas desde jóvenes para conocer si la padecemos, y si la velocidad de avance va acorde a la edad.