Si nuestro perro pasa mucho tiempo fuera de casa, no está vacunado contra la leishmaniasis, ni le hemos puesto collar de protección, es bastante probable que se contagie de leishmania canina. «Lo bueno» es que los síntomas de la leishmania son muy claros, por lo que, si detectamos alguno de estos, debemos acudir de inmediato al veterinario para comenzar el tratamiento lo antes posible y no poner en riesgo (más aún) la salud de nuestro amigo peludo.
Poco a poco y a través de la información en medios sociales, las campañas de concienciación y los buenos profesionales, la leishmania ha pasado de ser algo desconocido a ser un problema que a día de hoy más o menos se conoce, pero del que podemos saber muchísimo más como, por ejemplo, los síntomas de la leishmania, como se contagia y qué zonas de España son más peligrosas.
¿Qué es la leishmania canina y cómo se contagia?
Se trata de una enfermedad que afecta a los perros, y estos pueden exponer visiblemente sus efectos o ser simples portadores de la enfermedad y ser asintomáticos. En pocas palabras, la leishmaniosis es una enfermedad grave que está provocada por un parásito protozoario.
Es decir, esta enfermedad se contagia a través de la picadura de un mosquito, concretamente, flebótomo o mosquito simúlido hembra ya infectado. Hay dos tipos de leishmaniasis, la cutánea y la visceral (o sistemática), siendo esta última la más grave porque se extiende por los órganos del animal y el sistema inmunitario se debilita radicalmente.
El protozoo Leishmania infantum afecta también a otros animales como gatos, hurones, lobos, e incluso a los humanos. La incidencia de esta enfermedad tan grave depende de los factores ambientales y es lo que vamos a tratar en el siguiente apartado.
Zonas de alto riesgo en España
España es un paraíso para estos mosquitos, y con el cambio climático, las zonas de actuación de estas amenazas han crecido considerablemente en los últimos años. En España, la leishmania es endémica (propio de una región o país), lo que requiere controles periódicos, y para esto, nuestro veterinario nos podrá ayudar y resolver todas las dudas.
Biomedcentral realizó un estudio recientemente y creó un mapa de España en el que se dibujaban las comunidades y provincias, y luego se coloreaba el mapa con 3 colores siendo el verde una zona libre de infección y siendo el rojo una zona de alto riesgo.
Como decimos, las zonas de alto riesgo han avanzado en los últimos tiempos, ya que este mosquito no era propio de zonas de playas, sino de interior (zonas rurales), sobre todo de parques con jardines a las afueras de las ciudades. Cuanto más cálido sea el clima de la zona, más riesgo hay de contagio por seroprevalencia de leishmaniasis.
Hay que tener mucho cuidado con nuestros perros si viajamos a zonas cálidas, con agua cerca, si vivimos en zonas rurales, si el perro permanece muchas horas en el exterior, si no está debidamente protegido, etc. El peligro está presente todo el año en toda España, pero sobre todo de mayo a octubre.
¿Afecta a todas las razas por igual?
La respuesta es no. La leishmaniosis afecta mucho más a perros de razas grandes que a perros de razas o tamaño pequeño y suele tener mayor incidencia en perros jóvenes que en perros mayores.
Desde el momento en el que se producto el picotazo y el animal se contagia, pueden pasar desde 0 días hasta 1 año en aparecer los primeros síntomas de la leishmania y eso se debe a la salud general de animal. El parásito vive y se reproduce en los órganos del perro, lo que llevará a una afección sistémica en el organismo.
Algo clave para evitar la seropositividad es que el sistema inmune del perro esté bien reforzado. Cuanto peor esté de salud, mayor serán los estragos y más evidente será el contagio.
El tema de las razas suele encajar bastante con el tipo de vida que llevan, ya que, cuanto más tiempo pasen en el exterior, más probabilidades tendrán de ser infectado porque el mosquito tiene más actividad por las noches. Las razas más propensas a ser positivas en leishmaniasis son el pastor alemán, bóxer y rottweiler.
Métodos preventivos contra la leishmania
En la actualidad existen varios métodos de prevención, y si estamos en una clínica veterinaria en condiciones, seremos informados de todos ellos. Lo importante aquí es la salud y la vida del perro, por eso hay que reducir al máximo las probabilidades de contagio:
- Aplicar repelentes de forma periódica, sobre todo entre los meses de calor.
- Evita que nuestro perro duerma a la intemperie.
- Usar pipetas especiales.
- Elegir collares antiparasitarios con protección contra la leishmaniasis, como, por ejemplo, Scalibur y Seresto.
- Medicamentos de protección frente a la leishmaniasis (comprar solo en veterinarios, no por Internet).
- Potenciar el sistema inmunológico (eso no previene del contagio de la enfermedad).
- Test serológicos periódicos. No suelen ser caros, aproximadamente unos 15 euros de media.
- Vacuna contra la leishmania canina.
Lo mejor es vacunar y usar un collar, que a la vez que ese collar nos proteger (mínimamente) contra la picadura del mosquito, también repele, pulgas y garrapatas durante varios meses. Es la mejor combinación, ya que las pipetas y otros repelentes son poco exitosos, y caros en comparación con su corto tiempo de efectividad.
Síntomas de la leishmania en perros
Esta enfermedad grave tiene unos síntomas muy característicos, pero volvemos a hacer hincapié en la importancia de hacer test cada varios meses, además, nuestro perro si está fuerte y sano, puede estar contagiado, pero no mostrar síntomas, eso no quita que en el momento en el que se debilite un poco su estado de salud caiga fuertemente y se vea afectado por esta sintomatología.
- Apatía.
- Atrofia muscular.
- Fiebre.
- Letargia.
- Lagrimeo, mocos y párpados inflamados.
- Cojeras sin causa aparente.
- Inflamación de las articulaciones.
- Pelo seco sin brillo.
- Dermatitis ulcerativa.
- Necrosis en la punta de las orejas.
- Lesión en las córneas.
- Alteración renal.
- Síntomas gastrointestinales.
- Grietas en el hocico y en las almohadillas.
- Despigmentación de la piel.
- Exceso de crecimiento de las uñas.
- Alopecia y calvas.
- Pérdida de peso rápido llegando a delgadez extrema en pocas semanas.
- Ganglios inflamados.