Si nuestro perro o gato es bizco vamos a explicar todo lo necesario, pero siempre debemos acudir a un especialista y que valoren a nuestro perro o gato. Ni todos los casos de estrabismo son iguales, ni todos afectan negativamente al animal, ni todos precisan pasar por quirófano. Esto se debe a que hay casos que van ligados a la raza, y cuanto más bizco a veces se considera más original, una desgracia para el animal, pero una fortuna para quien mira solo por la raza y no por la salud y el bienestar del animal.
A lo largo de este texto vamos a conocer las causas del estrabismo en las mascotas y hasta qué punto es grave o qué soluciones hay actualmente. Desde ya decimos que no automediquemos al animal, ni intentemos forzar el ojo, ni tampoco usemos remedios naturales de esos que aparecen por Internet como aceites, limón, vendas y demás. Es un caso que debe valorarlo un veterinario especialista en oftalmología y lo cierto es que no son especialidades muy económicas, sino todo lo contrario. Y cuanto más complejas sean las intervenciones, más dinero costarán.
Detectar el estrabismo es fácil, basta con echarle algo de cuenta al animal mientras olfatea y juega para ver si sus dos ojos se dirigen de forma simultánea al mismo objetivo. Cabe decir que hay que esperar a que el animal tenga su vista desarrollada, ya que algunos gatitos, por ejemplo, parecen que son bizcos, pero simplemente es porque sus ojos aún no se han desarrollados al 100%. Para ello hay que esperar mínimo a los 2 meses y medio, e incluso a los 3 meses.
Tengamos en cuenta también que hay razas propensas al estrabismo y cruces de perros, así como algunas razas de gatos, siendo la más famosa el gato siamés. No significa que todos los carlinos, o cruces de perros con esta raza, ni todos los siameses sean bizcos, pero es raro que haya algún ejemplar de esas especies con los dos ojos perfectos.
Qué es y por qué sucede
El estrabismo es cuando los dos ojos no se mueven a la vez y se pierde la coordinación. Es decir, el animal no es capaz de dirigir la mirada de ambos ojos hacia un mismo objeto. Hay diferentes tipos de estrabismo, como ya hemos adelantado antes. Hay algunas razas que el ser bizcos lo llevan innato y luego hay otros perros y gatos que lo son por causas ajenas a nuestro control.
Por ejemplo, puede tratarse de un defecto congénito. Hay razas como el Pug (carlino) que lo tienen innato sobre todo el tipo de estrabismo divergente (los ojos se desvían hacia fuera), y también la raza de gatos siamés que son propensos a estrabismo convergente (los ojos se desvían hacia dentro). Esto se debe a alteraciones de los músculos extraoculares.
También están las causas adquiridas. Es decir, el animal adquiere el estrabismo a lo largo de su vida debido a problemas del sistema nervioso, traumatismos, tumores, etc. En estos casos es de vital importancia acudir a un veterinario lo antes posible, ya que, si esperamos mucho, el animal podría sufrir daños permanentes en su visión, así como daños cerebrales.
Efectos
No se considera un trastorno grave de salud, más bien un problema estético, pero sí que hay casos en los que el animal no puede realizar una vida normal. Hay algunos casos de estrabismo que provocan ceguera, y ahí sí que hay que intervenir rápido. Por otro lado, en la gran mayoría de los casos, no afecta al animal., ya que al nacer así se adaptó desde cero y no le supone ningún problema. Lo más común es que solo haya un ojo afectado, pero si son los dos ojos desviados, es preferible recurrir a la cirugía para aportar mayor calidad de vida al animal.
Pero esta decisión solo recae sobre el profesional, que verá el grado de desviación y si la operación es factible o no. Decimos esto, porque el estrabismo congénito apenas se corrige, pero el estrabismo adquirido sí suele corregirse, ya que, de base, el nervio óptico y los músculos oculares están en buen estado.
Como decíamos antes, depende de cada caso y será un experto el que tendrá que valorar a nuestro perro o gato. Si vemos que el animal se marea, está apático, no juega, le falta coordinación, etc. lo mejor será poner solución rápidamente y ahorrarle ese sufrimiento corrigiendo la desviación. Desde ya avisamos que es una operación algo compleja y no es barata, así que hay que informarse bien de los riesgos de la operación y los métodos de pago que nos ofrece la clínica. Además, es conveniente visitar a varios profesionales para ver sus opiniones y revisar su historial y experiencia. Todo sea por el bienestar de nuestro amigo.
¿Se puede corregir?
Si, claro que se puede, pero siempre con tratamientos médicos y realizados por un experto en la materia. Nada de realizar tratamientos caseros, como vendajes, golpes, forzar el ojo, etc. Es más, si un veterinario nos indica que hay que extraer el ojo, será mejor que cambiemos de veterinario. Los ojos solo se deben extraer en casos muy concretos donde ya no hay más soluciones o es un riesgo para la salud del animal debido a una enfermedad o herida interna.
La única forma de corregir esta desviación es mediante una intervención quirúrgica que será más o menos simple dependiendo de la complejidad del caso. Los especialistas solo pueden corregir aquellos estrabismos adquiridos, ya que, si es algo congénito, la cosa se complica en exceso y no siempre es viable corregir la desviación.
Sabemos que hay razas más propensas a tener estrabismo de forma natural, como los carlinos y los gatos siameses, pero lo cierto es que cualquier animal puede desarrollarlo a lo largo de su vida, ya sea por un golpe, un tumor, un fallo del sistema nervioso, etc. También hemos comentado que hay diferentes niveles, y todo esto deberá valorarlo un especialista para saber cómo actuar en cada caso y si precisa o no de alguna intervención.