Los cachorros, y los perros de todas las edades en general, acostumbran a dar lametones que nosotros entendemos como besos, y verdaderamente son una muestra de agradecimiento hacia nosotros. La parte negativa es que en la boca de los perros hay millones de bacterias, buenas y malas, como pasa en nuestra boca, por lo que esa saliva y la exposición que hacemos a su lengua puede acarrear ciertos problemas cuando queremos dar besos a los perros.
Desde ya decimos que dejar que nuestro perro nos de lametones no pone en juego nuestra salud, ni mucho menos, solo que hay que ser conscientes de que a veces pueden surgir ciertos problemillas que tocará solucionar y que no son del todo agradables en algunos casos.
Distinto es que suframos algún tipo de enfermedad que ataque a nuestro sistema inmunológico. En ese caso, dadas la cantidad de bacterias que tiene un perro, como la salmonela, nuestra salud si puede verse gravemente afectada. Por lo que, en esos caos, se puede convivir con un perro, pero será mejor que no interactuemos con su boca, hocico, ojos y patas.
Por muy sano que esté el perro, sigue siendo un perro, es decir, le falta higiene dental, come cosas de la basura, juega con juguetes que están tirados en el suelo la gran parte del tiempo, se chupa sus partes, se acicala, a veces se come sus heces, mastica palos, hierbas, animales muertos, huelen orinas y culos de otros perros, bebe agua de sitios insospechados como el váter, etc.
¿Es bueno dar besos a los perros?
En la vida no todo es o blanco o negro, sino que en medio hay una escala de colores casi infinita, por lo que decir si es malo o bueno, sería muy injusto e impersonal. Lo adecuado es preguntar a un veterinario o dermatólogo, ya que, si tenemos algún problema en la piel de la cara, la saliva y las bacterias de la boca del perro podría empeorar esa situación.
Los perros y los humanos compartimos casi 300 enfermedades diferentes, por lo que podemos contagiarnos mutuamente de varias de ellas. En el caso de dar besos a los perros, no existe ningún problema como tal, siempre y cuando nuestro estado de salud sea bueno, tengamos buen sistema inmunológico, no tengamos heridas, ni tendencia a l acné, ni seamos propensos a las infecciones en los ojos.
Si entramos en alguno de esos grupos, lo mejor será que nuestro perro nos de besitos en las manos, pero no en la cara. Al dar besos a los perros nos estamos exponiendo a bacterias como clostridium, E. coli, salmonela o campylobacter, por lo que tenemos que tener cuidado, ya que puede desencadenar en problemas gastrointestinales en niños y adultos.
Aparte de eso, está el acné y las posibles heridas infectadas tras los lametones. El acto es muy bondadoso y lleno de amor, pero como estamos viendo esconde ciertos peligros.
Otras vertientes de pensamiento, creen que dar besos a los perros, sobre todo a edades tempranas refuerza el sistema inmune y la flora intestinal, por lo que «recomiendan» que nuestro amigo de 4 patas nos de besos de vez en cuando seamos un niño o un adulto.
En el hocico del perro se esconde las bacterias
Aparte de la saliva y los lengüetazos, el hocico del perro siempre está a ras de suelo en rincones sucios y en contacto con heces, orinas, sangre, comida putrefacta, etc. El hocico, al ser una zona tan húmeda, es el hogar perfecto para las bacterias, hongos, gérmenes de todo tipo y levaduras.
Entre las enfermedades que puede contagiar un perro, hay algunas que son leves y otras que podrían ser mortales, básicamente porque son resistentes a los antibióticos actuales. Existen infecciones estomacales muy graves que pueden llegar a ser fulminantes, está la tiña que se contagia con muchísima facilidad a través de la saliva del perro, también existe el estafilococo áureo que, aunque no afecta a los canes, sí que afecta al humano y es muy peligrosa porque es resistente a los antibióticos.
Podemos seguir dándole besos a los perros, pero será mejor que lo hagamos menos veces, que no sea en nuestra cara ni nosotros en su boca. Mas que nada por prevenir todo lo que puede venir después, y esto en el caso de ser un perro bien cuidado y de confianza. En el caso de ser un perro desconocido, aunque tenga buen aspecto, lo mejor será dejar que nos huela, acariciar su cuello (es el primer contacto correcto con un perro desconocido) y seguir adelante.
Si tenemos el sistema inmune algo debilitado por un resfriado o algo similar, lo mejor será acariciar al perro, pero no interactuar con sus ojos, orejas, boca ni patas, ya que son las zonas más expuestas a gérmenes y bacterias de todo tipo.
Cambios a tener en cuenta para prevenir enfermedades
Si nuestro perro ha cogido la costumbre de besarnos en la cara, o lo vemos como algo normal, estamos acostumbrados, lo hacemos con casi cualquier perro, etc. Vamos a proponer una serie de cambios con los que vamos a prevenir multitud de enfermedades que trasmiten los perros con su hocico y saliva:
- Lavarnos las manos muy bien después de estar con perros.
- Mantener la casa limpia, incluida las camas y juguetes del perro.
- Darle solo comida de perro y de buena calidad.
- Evitar la carne húmeda, ya que se acumula en la boca creando sarro y más bacterias además de mal aliento y posibles diarreas.
- Evitar huesos de pellejo y otros que terminan rodando por el suelo y se convierten en focos de bacterias.
- No dejar que nos chupe la cara.
- Si chupa nuestra cara o la de un bebé, lavar con jabón de inmediato.
- Cambiar las toallas de casa con mayor frecuencia.
- No dejar que el perro haga sus necesidades dentro de casa. En caso de hacerlas, intentar que sea en un espacio fácil de limpiar y después repasar con fregona y lejía.
- No compartir comida con el perro, bajo ningún concepto.
- Si el perro duerme con nosotros, intentar que no compartamos almohadas y cambiar la ropa de la cama con frecuencia.
- Hacer revisiones en el veterinario regularmente.
- Revisar la limpieza dental del perro.